58- Ex novio (Trio Richie Sambora y Jon Bon Jovi)

2.8K 54 4
                                    

Había sido novia de Jon mucho antes de conocer a Richie. No sabía que la vida me lo pondría de nuevo tan cerca y con mucho que ponerme al tanto.
Jon, mi primer beso, mi primer amor, mi primer novio, mi primera vez en el sexo, primer viaje en pareja, primero en muchas cosas en mi vida. Si Richie lo supiera, ardería en celos.

—Le has contado? —preguntó mientras simulaba ayudarme en la cocina.

—No —respondí rápido y contundente.

—Yo no le he dicho nada si te lo preguntas. Supe que no se lo dirías. No es fácil hablar de todo lo que vivimos, y menos con él.

No hice comentarios al respecto pero tenía razón. Permanecí callada y sentí su dedo acariciarme la columna, se me acercó al hombro y besándome despacio preguntó "aún te gusta esto?". Mi braga estaba humedecida, temblaba. Se apartó de mi segundos antes de que Richie nos viera.

—¿Ya están esas ensaladas?

—Si —respondió Jon animado— le preguntaba a Joyce si tenían algún vino reservado para esta noche -mintió, pero lo que sea para que no fuese descubierto.

Después de sacar el vino y bromear con su amigo, fuimos los tres a la mesa. Margareth estaba sentada a la mesa fumando tranquila. El gusto en mujeres había cambiado en Jon, jamás toleró que una fumara, pero en ella quedaba sexy, había que asumirlo.

—¿Cuándo se casan? —pregunté muy a pesar de que me molestara que fueran a hacerlo.

—En octubre —sonrió Margareth mientras apagaba el cigarro—. Jon termina su gira y no quiere que interfiera con nuestros planes.

Jon solo mantenía su mirada baja sirviéndose el almuerzo y restándole importancia a la charla. No sé que tanto lo conocía a esa altura de nuestras vidas, no podía decir si no le importaba la boda, su novia o la vida misma, pero apostaba a que casarse no era su deseo y lo hacía por mero impulso. Él era así, cuando no tenía un rumbo fijo en algo, declinaba o se impulsaba a hacer las cosas no siempre teniendo buenos resultados.
El almuerzo transcurrió tranquilo, sin más charlas acerca de la boda, ni sobre el pasado de ninguno, solo lo habitual, trabajo, día a día.
No entendía como Jon podía soportar a Margareth. Ella era fría, divagaba demasiado, como una ex hippie que alababa demasiado la vida, la paz, pero no tenía interés suficiente en la otra persona. Cuando Richie o yo intentábamos explicar algo, su egoísmo y egolatría saltaban a la comparación constante. Nadie podía detenerla y su novio no hacía nada por distraerla o desviar el tema. Era como que estaba allí dispuesta a fastidiarme y él lo disfrutaba en silencio.
Esa noche, estando con Richie en la cama, me corrí pensando en su amigo. No era habitual que eso me suceda, pensar en otro mientras estoy con mi pareja.
Días después, estando en un café alejado de la ciudad concentrándome para mi trabajo, Jon llegó como designio del destino mismo. Rogué que no me viera pero quedarme paralizada mientras lo veía hacer su pedido, fue lo único que me salió así que solo lo miraba hasta que sus ojos se encontraron con los míos. Se acercó y comenzamos a charlar. Momento después, cuando me di cuenta de la hora, no podía creer que fuese más tarde de la cuenta, tenía que almorzar con Richie y ni siquiera me tomé la molestia de avisarle. Tomé mis cosas apresurada y Jon intentaba detenerme, pero sin lograrlo, pagué la cuenta y salí de la cafetería apresurada hacia mi auto.

—Joyce... Espera... ¿De verdad te irás ahora?

—Si, Richie debe estar esperándome. No debí de entretenerme.

—Oye —dijo tomándome despacio del brazo— la estamos pasando increíble. Llámalo, quédate unos minutos más.

Su súplica movía todo en mi interior pero no podía hacer que Richie esperara más tiempo.
Yendo hacia el restaurante, pensaba en que no podía permitir que algo sucediera entre nosotros. Él iba a casarse y yo estaba hacía demasiado tiempo en pareja, sumado a que estábamos conviviendo juntos y muchas otras cosas más.
Cuando llegué, Richard salía del local con mucha molestia encima. No quise bajar del auto, pero decidí llamarlo. Ni siquiera había visto mi celular, pero tenía tres llamadas perdidas de él y varios mensajes. No sabría como explicarme.
En la noche, cuando él llegó, me inventé la mejor historia posible, me disculpé cocinándole lo que más le gustaba y hacía tiempo que no lo comíamos, pero no se mostraba muy interesado en dejar pasar el percance de la mañana.
Unas semanas después, Jon llegó solo a cenar a casa, según él, su novia tenía cosas que hacer con respecto a la boda y no podía acompañarnos. No lo había visto desde aquella mañana en el café. Llevaba un perfume que hipnoptizaba, su melena sobre los hombros, su mirada me ponía a temblar.
Cuando terminamos de cenar subí a mi habitación. Estaba encendida como jamás, me había tocado la pierna por debajo de la mesa lo que duró la cena más postre incluido y no pude pasar bocado tranquila. Mi respiración se entrecortaba, me acaloraba por momentos aún estando con ropa que dejaba mucha piel al descubierto. Entré a ducharme para irme a dormir aunque no tenía ni sueño ni ganas de estar acostada.
Justo cuando estaba comenzando a desvestirme, la puerta de la habitación se abrió. Pensé que era Richie pero al darme la vuelta, Jon estaba mirándome callado. No hizo ningún gesto, ni amagaba con irse, solo seguía viéndome. Yo no hice por taparme o gritarle que se fuera, de todas maneras él ya conocía mi cuerpo.

Dentro de Mi (Erotic Rock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora