No lo iba a permitir. No, de ninguna manera.
Casarse con mi mejor amiga, solo a él se le podía ocurrir una locura como esa.
Había intentado persuadir a ambos y no lo había logrado. Mi última oportunidad estaba al alcance de mi mano y no podía dejarla escapar. No podía perderlo, no a él.
Si, me dijeron que era una maldita obsesión lo que tenía, ¿pero qué podía hacer? Me estaba perdidamente enamorada y pero no dispuesta solamente a que me cogiera y me dejase como si fuese una más de sus tantas putas groupies que odiaba, al igual que odiaba a mi amiga.
Lo llamé reiteradas veces a su celular, pero nada de atenderme. No entendía por qué no quería hablar conmigo. Me había dicho que me amaba, ¿había cambiado de opinión tan de repente?
Me subí a mi coche y conduje hasta su gran casa. Que me dejaran entrar en el barrio privado, sería toda una aventura llena de mentiras y de convencimiento al personal de seguridad.
Varios llamados más a su casa desde la cabina de entrada. Desistió y accedió a que me dejaran pasar.
Cuando llegué hasta la entrada, estaba esperándome en el umbral muy tranquilo con una botella de cerveza en su mano y un cigarrillo en la otra. Me bajé del auto apresurada.
Su miraba denotaba cansancio, lo conocía a fondo, mejor que la estúpida de mi amiga.
—James... —dije extendiendo mis brazos hacia él tomando su rostro entre mis manos y besándolo. Él se resistía a mis besos—. ¿Por qué no contestabas? Estaba comenzando a preocuparme.
—Iba a salir —dijo intentando esquivar más de mis besos—. No entiendo que es lo que haces aquí.
—Vine a verte. Necesitaba hacerlo... —lamenté haber llegado hasta su residencia. Su humor no era el mejor—. ¿Es una salida importante?
—Mi despedida con los muchachos, pero nada de mujeres, solo nosotros recordando viejos tiempos de soltería —le dio un trago a su cerveza y relamió sus labios.
Ese cuento de "solo recordando viejos tiempos de soltería" eran las promesas falsas de "cuando me case, seré fiel a mi esposa". Nada de eso ocurría con el matrimonio de sus amigos, menos iba a ocurrir en el de él. No iba a permitirle una vida de fidelidad.
Entré a su casa sin su consentimiento. Entró detrás de mi luego de cerrar la puerta, intentando comprender porque me tomaba tantos atrevimientos juntos en menos de una hora, sin contar el día entero de llamadas perdidas.
—¿Qué haces aquí? —preguntó apoyándose contra la mesa de la entrada a la gran sala.
—Vine porque te he extrañado —lo rodeé por el cuello con mis brazos—. Verás, extraño muchas cosas de ti.
No estaba interesado en lo más mínimo en todo lo que quería decirle para excitarlo. Solo estaba inmutado, frio, distante.
—Y... ¿qué has extrañado? —el tono de su voz era sarcástica.
—Muchas cosas... tus besos —rocé sus labios con las puntas de mis dedos— tu perfume —apoyé mi nariz en su cuello— acariciarte —pasé mis manos por su chaleco y su remera hasta llegar a su cinturón— tu verga —lo apreté con delicadeza.
Se retorció incómodo luego de ese leve contacto.
—Y... ¿has venido por algo en especial o solo porque extrañabas verme, sentirme, besarme? —su ironía me molestaba, pero a la vez, me encendía.
—He venido... porque... estoy algo inquieta —di un beso corto en sus labios y comencé a bajar despacio hasta quedarme frente a la cremallera de su pantanlón.
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Dentro de Mi (Erotic Rock)
Fanfiction⚠Alto contenido sexual explicito⚠ Fanfics con diversos rockeros de los 80's, sobre todo. Espero sean de tu agrado "Dentro de mi" es una serie de relatos cortos que te harán acelerar la respiración, el pulso y desear ser la protagonistas de una o...