La ciudad aún era iluminada por el sol de las cinco de la tarde en un invierno que a penas comenzaba. La plaza Trafalgar estaba rezobante de gente por una pequeña feria montada en el lugar, aunque el frío comenzara a calar los huesos, parecían no tener prisa. Brian tenía su brazo tomado por Julie. Habían pasado todo el fin de semana juntos y llegaba el momento de separarse. La pareja se detuvo frente a muchas personas a platicar un poco más antes de regresar a casa del músico.
—Tengo un poco de frío en las manos —dijo él enseñándoselas y las puso dentro del gamulán de su novia.
— Tú estás caliente aquí dentro —ambos sonrieron—. Deberías darme tu abrigo.
—¿Ah, si? —asentían mientras reían.Brian corrió un poco la tela de la polera de Julie y llegó hasta sus senos, acariciándole la sedosa piel y pasandole las yemas de sus dedos pulgares por sus pezones. La joven lo miraba mientras se mordía su labio inferior. Lo imitó llevando sus manos dentro de su gabán y sacando la camisa de Brian de adentro de su pantalón, lo acarició por la espalda. Se besaron algo incómodos por como él tenía sus manos en ella.
—Creo que deberíamos ir a casa —sugirió Julie.
—Creo lo mismo —le sonrió y llevándole sus manos a su cadera, la apegó a su cuerpo haciéndola sentir su hinchazón que crecía debajó de su pantalón.Ambos se acomodaron la ropa disimuladamente en medio de la gente y con ella tomándolo del brazo nuevamente, apuraron el paso hacia el auto de Brian.
Al llegar a la casa y entrar, el músico la tomó contra su cuerpo besándola de forma intensa, sintiéndose el uno al otro, no queriendo romper ese beso jamás.
Brian fue desvistiendola hasta llegar a la habitación, Julie hizo lo mismo con él hasta sentir el calor de sus cuerpos. Ese contacto entre ambos hacian que desearan fundirse el uno con el otro. Julie se recostó y él la siguió con una mirada salvaje con la que le recorría el cuerpo entero. Amaba verla desnuda para él. Al acariciarle los muslos se los separó muy despacio, dejando al descubierto para él toda esa femineidad que amaba hacer suya de diferentes maneras. Ella sonreía divertida pero pasó a morderse el labio inferior al sentir los labios de él paseándose en el interno de sus muslos.
Los primeros gemidos le eran arrebatados entre caricias y besos cortos mientras enredaba sus dedos en sus rulos implorando en silencio que por fin la lamiera su carne caliente.Brian llegó hasta su entrepierna y la boca de su chica tembló intentando prepararse para recibir lo que fuera de él pero nunca lograba estar a tiempo. Cuando intentó respirar y relajar su cuerpo, él le tocó con su lengua el clítoris antes de succionarlo y Julie gritó mientras dejaba escapar sus fluidos. Él solo se dedicaba a lamerla, pasar sus labios y si acaso usar sus dedos para complacerla un poco más, pero el hecho de apretárselo levemente con su boca, mientras la sostenía por sus glúteos, lo hacía sentirse único.
—Oh, Brian... —dijo completamente estremecida mientras se sujetaba del edredón— me vuelves loca.
Él le introdujo dos dedos en su sedoso interior y ella se agitó con fuerza. Trazaba un sendero de besos desde su ingle, se detuvo en su ombligo por unos segundos para luego recorrerle el abdomen sin dejar un solo centímetro de ella sin un beso. Al llegar a sus senos, apretó uno con su mano libre mientras intentaba que la mirada de ella diera con sus ojos que la observaban gustoso de que se retorciera de tanto placer que él le producía. Su longitud estaba contra el muslo izquierdo de la joven y ella podía sentirlo ardiendo contra su piel.
Julie le mojaba la mano, se sentía cerca del orgasmo, uno muy intenso. Cuando Brian chupó uno de sus pezones, no pudo contenerse y se corrió mientras una fuerte electricidad le hormigueaba en el cuerpo.
El guitarrista la llevó contra su cuerpo, hundiéndole la cara en su cuello.
— ¿Estás bien? —preguntó mirándola a su rostro.
—Sigue —pidió en un hilo de voz intentando retomar algo de aire.
—¿Quieres que siga?
—Por favor...
—No entiendo que más quieres que haga —simuló con completo conocimiento de lo que debía hacer.
—Hazlo... o tendré que hacerlo yo —dijo retándolo mientras se dibujaba una sonrisa siniestra en su cara.Brian se sentó y la invitó a subir sobre él. Julie estaba mojada por lo que la virilidad del músico se deslizó en su interior sin poner demasiado cuidado.
Ambos gimieron. Ella colocó sus manos sujetándose por la nuca de él y mientras elevaba su cadera lo más lento que podía, bajaba con fuerza y Brian soltaba gruñidos ahogados apretándole sus costados tan cerca de sus costillas flotantes que podría llegar a quebrárselas.
Quitó sus manos de allí, para recorrerle la espalda en largas caricias hasta dejar una posada cerca de la linea de su columna hacia su trasero y la otra en su cabeza. Julie se soltó sujetándose de los hombros del músico echándose hacia atrás con cuidado y sin dejar de jadear en ningún momento. Brian le besó los senos tanto como pudo, lamía y recargaba su lengua con su saliva para pasarla hasta llegarle nuevamente al ombligo y subir. La mujer quedó recostada de nuevo sobre el edredón que estaba prácticamente junto en medio de la cama sin liberar el falo de su novio de su interior. Él se arrodilló y la tomó de las caderas, haciéndole doblar sus piernas, continuó penetrándola, llevándola contra él cada vez con más fuerza.
—¿Escuchas eso? —preguntó el músico.
—¿Qué cosa? —susurró Julie extasiada.
—Lo mojado que estoy —dijo mientras seguía empujando dentro de ella.
—Tu logras que te moje de esta manera. Tu verga es perfecta para mi —dijo relamiéndo y mordiéndose los labios.Brian cerró sus ojos y echó su cabeza hacia atrás con sus rulos cosquilléandole su espalda mientras tenía su falo palpitando entrando y saliendo de ella.
Julie a penas si logró rozarse el clítoris con sus dedos y sintió una nueva oleada de orgasmo. Él la miró y sonrió pero no le gustaba que ella llegara al clímax en repetidas ocaciones sin que él pudiera apreciar su rostro mientras se corría. Le mantuvo la vista encima sin dejar de embestirla.—Tócate —su voz sonó grave.—Mírame y tócate. Muéstrame como te frotas.
Ella sabía que no debía apartar su mirada de sus ojos mientras se complacía a si misma con él llenándola por completo.
Su cuerpo se tensaba y buscaba relajarlo a medida que su orgasmo se incrementaba, cada uno era más fuerte que el anterior y la hacía temblar más. A Brian lo ponía demasiado verla temblar por el éxtasis de cada sacudida, no quería tener el susto de otras veces donde a ella tardaba en pasársele las pequeñas convulsiones que llegaron a preocuparlo, pero era como un castigo que le imponía por llegar al clímax sin permitirle ver su rostro.
Julie se sacudía cada vez más, presionando el falo de Brian en su húmeda cavidad. Él llevó sus puños al cada lado de la joven e intentaba moverse más rápido. Ella con sus pies apoyados sobre la cama, elevó un poco más sus cadera para ayudarlo con sus embites. Ella terminó antes que él y aún presionándolo, Brian se corrió en ella hasta la última gota. Se dejó caer a un lado de Julie intentando recomponerse. Ella se acomodó a su costado y tras apartar los rulos de su frente, le dio un beso aún con las gotas de sudor resbalándose hacia sus sienes.—Esto no será todo, ¿verdad? —preguntó con esa voz de inocente que solía poner para no parecer una ninfómana.
—Dame unos minutos, amor... —la miró y le sonrió.
—No será todo —se recostó sobre su lado donde ella lo veía y le dio un beso corto en los labios.
—Necesito un poco más. Te irás no se por cuantos meses y no quiero olvidarme de lo que se siente tenerte —le dijo jugando con sus dedos en su pecho.
—Creo que Brian May no tocará más con Queen si tú no le das un poco de descanso —sonrió.
—Eso no sucederá. Solo quiero todo de tí esta noche. Ya lo hemos hecho antes.
—Lo sé. Solo una cosa, cariño... no vuelvas a tocarme de la manera en que lo haces cuando salimos —Julie sonrió pícara. Mientras estaban almorzando, le había tocado sobre su pantalón por unos largos minutos. Eso lo ponía incómodo, preocupado por que algún paparazzi lo fotografía y se dijera que el guitarrista de Queen era un exhibicionista o le gustaba que lo miraran mientras le daban caricias sexuales.
—Era eso o no ibas a querer regresar a casa. Tú me tocaste por debajo del sostén —se defendió ella— y en plena feria.
—Necesitaba saber si aún estabas interesada en volver —dijo Brian riendo—. Además tenía mis manos heladas —le hizo unas cosquillas en sus costados y ella se retorció quitándole las manos de encima.
—Ahora voy a castigarte —Julie subió sobre él y comenzó a besarlo en el cuello entrelazando sus manos con las de él para comenzar a descender por su torso hacia su endurecida verga.
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Dentro de Mi (Erotic Rock)
Fanfiction⚠Alto contenido sexual explicito⚠ Fanfics con diversos rockeros de los 80's, sobre todo. Espero sean de tu agrado "Dentro de mi" es una serie de relatos cortos que te harán acelerar la respiración, el pulso y desear ser la protagonistas de una o...