Dentro de Mi (Erotic Rock)

81- Amiga con derechos (Trío Jon Bon Jovi- Duff Mckagan)

Jon estaba recostado en un sofá y yo me encargaba de llevarle los tragos. Nuestro amigo no llegaba, pero confiaba en que no lo hiciera después de que nos hayamos ido.

—No es justo que me haya dejado—Deberías dejar de pensar en ella —dije frotando una de sus rodillas y acomodando su cabello, mientras él bebía su vodka.
—Es que fueron cuatro años de novios. ¿Cómo es que...? —se lamentaba pero dejaría salir su ego rápidamente— soy Jon Bon Jovi, nena, ¿entiendes eso?
—Si, cariño. Lo sé.
—Ah, que suerte que siguen aquí —dijo sentándose al lado de Jon.
—Vaya, es un verdadero milagro el que hayas llegado tan temprano —expresé— ¿Qué quieres beber?
—Cerveza está bien.

Mientras los dejé charlando, fui a secar la barra. A pesar de poner apoya vasos, los ebrios no siempre los usaban. Tomé una cerveza y se la acerqué a Duff.

—¿Qué tal tu ensayo? —pregunté quitándole el cigarro de la boca para darle unas caladas.
—Bien —la mirada que me dirigió fue seductora.
—Me alegro.
—¿Has tenido problemas aquí hoy? —negué.
—Para nada. De todos modos si los tuviera ahora, ya estás aquí —dije sonriéndole.

Jon seguía hundido en su tristeza por su reciente ruptura y con nosotros intentando hacerlo sentirse mejor.
Tras un buen rato entre lo que yo atendía clientes y ellos continuaban bebiendo. Duff se levantó y fue hasta la barra.

—Oye, tengo una idea para animar a nuestro amigo —se notaba la picardía en su rostro.
—¿Ah, si?, ¿Que se te ocurre? —obtuvo toda mi atención.
—¿Ya terminas tu turno?
—Ya casi —sonreí
—Nos vamos a mi apartamento. Te esperaremos. Allí sabrás que es lo que podemos hacer —me guiñó y fue por Jon.

Como habíamos acordado, terminé mi turno en el bar y fui directo al apartamento de Duff. Me encantaba ese lugar. Era grande, a penas iluminado, lleno de cuadros de bandas, y con su propia barra de bebidas la cual era invadida por todos los invitados cuando daba unas fiestas excelentes.Tras haber subido, abrió la puerta y estaba sin camiseta. No era raro, ya lo había visto hasta casi desnudo en otras ocaciones. Se hizo a un lado y me dio paso hacia su sala.Jon seguía bebiendo, me acerqué y le di un beso en su mejilla. Lo abracé pegando mi rostro al de él.

—Me gusta que seas así conmigo, Aine. Eres la única mujer a la que le importo —dijo con tono lastimero.
—Eso no es verdad. Miles de chicas mueren por ti —Duff sacaba un cigarrillo de la cajetilla que estaba sobre la mesa y se sumó a la pequeña charla mientras movía su pierna izquierda inquieto.
—Tienes razón, pero solo le interesa quien lo dejó —Jon asintió.
—Él tiene una idea para que te sientas mejor. ¿Ya te la dijo? Es demasiado misterioso —dije ironizando mientras movía mis dedos como si me refiriera a algo tenebroso.

Duff se puso de pie y extendió una de sus manos hacia mi. La tomé y me llevó a su habitación. Allí me preguntó que si accedía a divertirme un poco junto con ellos dos, y asentí. Dejó en mis labios un beso corto y fue por Jon quien arrastraba los pies apesadumbrado por su tristeza y era empujado desde su espalda levemente por nuestro amigo.Fui a sentarme en la cama y Duff llegó hasta mi para ponerse a mi lado. Con sus dedos guió mi rostro y esa misma mano, la posó entre mis piernas. Mientras hundía su lengua en mi boca, acariciaba despacio uno de mis muslos. Intentaba ver a Jon, pero estaba rendida al beso del que nuestro amigo me había hecho esclava. Mientras su boca iba de la mía a mi cuello, lo observaba. No dejaba de beber.

—¿Solo vas a ser expectador, verdad? —pregunté y Duff debaja un recorrido de besos desde mi cuello a mis hombros, mientras aventuraba su mano dentro de mi musculosa.
—En realidad... quería saber si viéndonos se animaba a participar —esquivé su beso en mi mejilla para verlo directamente a la cara.
—Es decir... los tres... ¿juntos?
—Te dije junto a ambos -acercó de rostro de nuevo para besarme en la mandíbula.
—No presté mucha atención, es decir, pensé que uno quedaría afuera... mirando... —dije con voz sugerente, me puse de pie y fui hasta Jon que estaba recostado contra el placard— Realmente me preocupa que esté triste —dije abrazándolo.