Dentro de Mi (Erotic Rock)

64- Equivocada (con Mick Mars)

La fiesta para ser lo que prometía, era un verdadero fiasco. Pensé que habría más alcohol de la cuenta, pero nada de eso. O había llegado demasiado tarde o demasiado temprano que ni siquiera el agasajado estaba, lo que si abundaba era el sexo. Orgías a donde una mirara, pocos eran los que se mantenían de a dos, muchos preferían mostrarse, otros hacían filas para usar las habitaciones. El olor a marihuana era bastante fuerte en sectores y había demasiadas pastillas, en fuentes, era impresionante. ¿Era para tanto? No y ni siquiera exageraba. Lo bueno de todo modos, todos llevábamos máscaras y me sentía como una monja con mi vestido largo, las pocas mujeres que veía, estaban en portaligas y ropa interior o solo con portaligas, medias y zapatos, descubiertas de todo el resto.Una fiesta gótica demasiado rara. No era lo que pensaba.Busqué algún cuarto vacío o donde permanecer hasta que todo terminar, pero era muy temprano para que eso ocurriera. Ni siquiera sabía si mis amigas estaban en ese lugar.Entré en una habitación y había una luz tenue, rogué que no estuviera nadie porque no tenía otro lugar a donde ir en esa casa tan grande.Escuché que alguien preguntar qué estaba haciendo ahí dentro y me dio un gran susto. Ni siquiera sabía quien era o de que parte provenía la voz.

-Solo estoy esperando a que todo mundo allá afuera se tranquilice -respondí-. ¿Estoy molestando?

-No, pero realmente preferiría estar solo. Aunque si quieres quedarte, hazlo. No tengo problema. Las fiesta no son lo mío y menos de este estilo.
No podía ver bien como era, pero a penas lo divisaba como una cosa negra en una cama o algo así, pensé que era el cubre camas, pero nada de eso. Lo vi moverse y me relajé.
-¿Quién te invitó?
-Oh, ah... este... una amiga, pero no me dijo que allá afuera ocurriría todo esto.
-Hm... ¿Y cómo te llamas?
-Anne.
-Anne... como Anne Ricce. ¿Te gusta?
-Solo he leído un libro. No demasiado.
-Una pena. No la valoras lo suficiente.
De acuerdo, de pasar a una fiesta negra intensa a hablar de libros o una escritora en su defecto, era extraño y cada vez se ponía más raro.
-¿Quieres un trago?
-De acuerdo.
En algún momento llegó a mi con el vaso en la mano, me pareció rápido todo, como si fuera flash. Encendió una lámpara que estaba cerca y tapada con una tela morada, a penas podía ver su rostro pero si estaba todo vestido de negro igual que yo.Él se sentó en una esquina, en un sillón negro con rojo que era muy tenebroso, creo que era lo único gótico que había visto en toda la noche y yo me senté en una silla junto a un escritorio que había.
-¿De donde eres?
-De aquí, aquí nací y aquí vivo. En Las Lomas.
-Es algo lejos. ¿Cómo llegaste?
-En taxi. Mis padres salieron y mi hermano no quiso traerme. Mi amiga se adelantó a la fiesta.Estuvimos charlando unas horas, creí que eran las suficientes como para poder irme. Cuando intenté hacerlo, me detuvo.
-¿Por qué no te quedas un poco más? -preguntó.
-Am... creo que la fiesta debe estar terminando, ¿no?
-Esto continuará hasta tarde.
Y sin mediar ninguna otra palabra más, simplemente me besó. Besaba bien y tenía un perfume dulce.Me rodeó con sus brazos y bajó a besar mi cuello. Sentí que mis piernas temblaban. De una u otra forma, iba a formar parte de lo que ocurría fuera de la habitación.A penas si bajó el cierre de mi vestido y al bajarlo un poco de la parte delante, mis pechos fueron devorados por él.
-Tu piel tiene un sabor delicioso -dijo en voz alta y sus manos estaban levantando la falda de mi largo vestido.
Buscó mis bragas y las bajó por completo, sin perder el tiempo. La tela enrrollada bajándo por mis piernas me provocó una oleada de deseo. Quería que me cogiera de una manera dura y casi violenta.Metió sus manos entre mis pliegues y sus dedos jugaban en mis hoyos. Jamás me habían masturbado de esa manera. Mojaba su mano y me la ponía en la boca para que la lamiera. Me tomó de un brazo y me hizo ir con él hasta la cama donde antes de acostarse, bajó sus pantalones junto con su ropa interior y volviendo a besarme de manera algo torpe porque bajaba a buscar algo en su pantalón, lo vi ponerse el condón para luego acostarse y yo, subirme encima de él.Era extraño, a penas si gesticulaba un poco, pero me gustaba. Era sombrío hasta para tener un poco de sexo.Yo solo me dedicaba a sentirme gozosa sobre su verga que estaba como un garrote de dura. Atinó a llevar sus manos a mis pechos y masajearlos a gusto.De cierta manera que estuviese vestido y yo a medio desnudarme, era genial. Era como creer que tendríamos que irnos tarde o temprano.Comencé a gritarle obscenidades y él me apretaba cada vez más fuerte. Me detuvo y me hizo darme la vuelta, dejándome de espaldas hacia él, donde me moví mejor, con los pies en el piso y sosteniéndome de sus piernas.De mi coño salía demasiado flujo y lo mojaba, aunque él no sintiera demasiado, le gustaba, lo oía gemir. Me guió para que me moviera más rápido y en una asestada dura, llegamos juntos al climax.Estaba agotada. Me cubrí con mi vestido como pude y salí de la habitación.En efecto, no había casi nadie. Me di cuenta que ni siquiera habían llamado a la puerta para invitarlo a la fiesta.Unos muchachos que estaban con dos chicas me vieron y no dijeron nada, solo una de ellas me llamó antes de salir de esa casa.

-¿Necesitas ayuda? -preguntó.
-No. Estoy bien.
-Digo, con tu vestido. ¿O vas a salir con el vestido desprendido?
Me di cuenta que traía el cierre bajo. Ella me ayudó a subirlo y luego preguntó.
-¿Estuviste con alguien?
-No lo sé. Era un tipo raro.
-¿Raro? -preguntó incrédula- ¿En qué habitación?
-Una... no lo sé.. creo que casi al final del pasillo -soltó una carcajada. No entendía porqué.
-¿Estuviste con Mick? -me miraba sin dejar de reirse-. Intentamos sacarlo de allí toda la noche y no lo logramos. Vaya, eres como mi heroína.
No entendía exactamente a qué se refería.
-Espera... ahora que te veo bien, a tí no te conozco -me quité la máscara pero tampoco supo quien era y ella tenía demasiado maquillaje en su rostro, algo corrido, quizás, demasiado sexo la hizo transpirar.
-Vine a la fiesta, pero ni siquiera vi al cumpleañero.
La chica me miraba extrañada y solo agregó si quería que llamara un taxi a lo que acepté.Al día siguiente llamé a mi amiga y cuando le conté todo lo que había sucedido, ella entre el espanto y la risa dijo:
-Anne... ¡te equivocaste de fiesta!
Ahora la horrorizada era yo.La calle estaba bien, pero el número de casa no. Había estado un poco lejos de la verdadera fiesta.
-Creo que te fuiste a la fiesta en casa de Mick Mars... "el oscuro", creo que es así como le dicen, el rival del cumpleañero. Dio una fiesta en el mismo día a la que me invitaron porque se odian. Es muy de secundaria teniendo en cuenta que tenemos más de 20 años.
Ella seguía riendo, y yo, sorprendida. Pero al menos sabía que no volvería a verlo. Vivía demasiado lejos.

***

Hola!!

Cumpliendo con un pedido. Un poco flojo esto, si, lo reconozco, es lo que me salió, pero espero que les guste. No me di tiempo es escribir algo decente.

Saludos!