74- Cita a ciegas (con Cliff Burton)

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No debí haber aceptado la cita a ciegas a la que mi mejor amiga me había sometido, es decir, esas cosas no eran para mi en lo absoluto y desde mi última ruptura, no quería volver a saber nada con nadie en un buen tiempo, pero decidió que un año era lo suficiente como para que me dedicara a conocer a otra persona aunque sea para divertirme.Cuando llegué al bar, noté que no era la única que estaba esperando a su cita desconocida, eramos tres mujeres más en distintas partes del lugar, diría que hasta ubicadas estatégicamente para saber que estábamos solas y que esperábamos a alguien. Para una de ellas, llegaron tres mujeres distintas y supe que era una reunión de amigas, la otra con notable fastidio, dejó el dinero del trago que había pedido y se fue del lugar, en tanto yo, seguía esperando como una tonta en la barra.
—¿Lynn? —escuché detrás de mi. Al darme la vuelta, solo deseé que me tragara la tierra.
—Ah... Cliff... —dije alargando las "efes"— Vaya... No sabía que venías a este lugar. No es de tu gusto ni por asomo.
—Si, lo sé —dijo ladeando su cabeza y algo apenado— Es que te vi y me pregunté qué hacías aquí. Tenía que despejar la duda

—Si. Mi amiga me envió. Dijo que tenía que conocer a alguien y pues... estoy esperándolo... o esperándola, no lo sé. Pero esto es de hace un tiempo algo ya considerado. Me parece una falta de respeto no llegar a la hora acordada o no llegar en definitiva.

—Yo tenía que encontrarme con alguien también —dijo sorprendido tras unos segundos teniendo su mano contra su pecho mientras yo terminaba de contarle lo que pensaba acerca de la impuntualidad.

Ambos nos quedamos de piedra. ¿Acaso mi mejor amiga me había citado con mi ex novio? No me parecía muy probable, hasta me sentí incómoda luego de que Cliff me dijera a qué había ido a ese lugar.Finalmente terminamos bebiendo unas copas para ir a cenar algo a un food truck que estaba a dos calles del bar. Hablamos sobre varias cosas que nos habían pasado en un año y de lo bien que estábamos actualmente. Mientras él había viajado por algunos estados dentro del país para regresar con ideas para su propio negocio, yo me dediqué a cambiar de trabajo y salir a todas las fiestas que fueran posibles aún bajo tormentas.

—Hace un par de semanas que abrí el local. Deberías venir a verlo, tengo muchas cosas que podrían interesarte a menos que ya no te guste el metal como cuando nos conocimos.
—Claro que me gusta, solo que en los últimos recitales que he ido no han habido gente que venda nada de lo que tú ahora comercializas.
—Creéme que es más difícil de lo que parece, pero hago lo posible por tener lo que la gente busca. Hasta ahora, tengo clientes fieles y muchos otros nuevos que van llegando.
—Pues... entonces debería ir a ver que tienes que pueda llegar a comprarte. No vaya a ser cosa que cuando esté ahí revisando y te pregunte por alguna banda en específico, ya lo hayas vendido.
—¿Qué te parece si vamos ahora? —sugirió.
—¿Ahora?, ¿A esta hora?
—Si. Tengo las llaves conmigo. Terminé mi trabajo y vine al bar. No me molesta para nada regresar pero esta vez con algo de compañía —sonrió.
Acepté ir pero solo porque me generaba curiosidad lo que había generado en un año. Siempre me había hablado de algún que otro proyecto al cual quería apostar y que lo haya logrado, me alegraba por él. Yo solo me basaba en querer tener trabajo, mi propio dinero y toda la paz que se pudiera alcanzar.Cuando llegamos, eran un local pequeño en vidriera pero por dentro no lo parecía tanto. Era acogedor y olía a cuero nuevo. Tenía unos bonitos chalecos de cuero, algunos con varias tachas y otros para decorar a gusto, dos estantes llenos de camisetas y sudaderas, habían varios pósters y algunos carteles como "pedí el de tu banda favorita". Abrió la puerta del fondo que por un momento pensé que era alguna especie de depósito pero esa descubriría luego que estaba cubierta por una cortina. La puerta que había abierto daba hacia el patio, uno bastante amplio, encendió la luz y salimos hacia el.

—Antes este lugar era un bar. Funcionó un tiempo, luego el dueño se mudó a otra ciudad y pues lo vi aquí y sentí como me llamaba para que lo ocupara y pues, aquí estoy.
—Sería genial si abrieras el bar de nuevo, aprovechas para ganar más clientes, invitas a algunas personas a que toquen... sería algo genial, digo, me parece a mi.
—Si, lo he pensado, lo malo sería por donde dejarlos pasar. No digo que todos, pero me robarían algo o todo seguramente —quedamos en silencio mientras sentía que ese lugar daba buena vibra. Me sentía cómoda aún con él allí.
Al darme la vuelta, lo tenía detrás de mi y quedé contra su pecho.
—No te lo dije en toda la noche, pero te he extrañado lo suficiente como para agradecer que me hayan hecho esta cita a ciegas —sus ojos brillaban y corrió un mechón de mi cabello con la punta de sus dedos rozando mi frente. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda.
—Yo pensé que era una mala idea —solté chistando dejando ver una sonrisa.
—¿Por qué? Lo estamos pasando bien después de todo.
—No lo sé, Cliff... Cuando iba al bar pensé un poco en ti, en que estarías haciendo, si estabas con otra mujer. No sabía nada sobre ti y a pesar de no querer saberlo, estoy aquí contigo y me estás mostrando una de las cosas que siempre quisiste hacer.
—No he estado con nadie en todo este tiempo... bueno, no en una relación —torció su boca y luego fue como si hubiese dicho algo malo.
—Y... ¿por qué en una relación no? ¿Ninguna era lo suficiente mujer para ti?, ¿llenaban tu cama pero no tu corazón?
—Algunas ni siquiera mi cama —soltó burlón y se calló apretando sus labios. Sabía que todo lo que estaba diciendo no era lo mejor de oir—. Es decir, solo estaban por una noche y luego, ya no estaban —ladeó su cabeza y finalmente dijo— mejor me callo.
—No importa. Yo no he estado ni de esa manera ni de ninguna otra con nadie pero porque me centré en mis cosas. He tenido algunos problemas familiares y otros económicos, pero, me ahorre los de una posible relación o algún hombre que se entusiasmara conmigo —no me había dado cuenta, pero seguía contra el pecho de Cliff y él me tenía tomada por la cintura.
Me callé de repente ante su mirada tierna. Mi respiración se volvió lenta y calma. Hacía tiempo que no estaba de esa manera con nadie, pero aún más con él.Acercó sus labios a los míos y me dejé besar. De repente recordé cuanto me gustaba que me besara, las miles de sensaciones que me causaba. Retrocedimos lentamente hasta una mesa que estaba en una esquina. Era como si él lo hubiese planeado. Sus manos se adentraron debajo de mi camisa y mi chaqueta y solté un leve gemido. Su tacto seguía siendo suave pero de repente su agarre se volvió fuerte y fue cuando pasó de tocarme la espalda a mi abdomen para subir hasta mis senos. Solo me dejé llevar, él iba a hacer exactamente donde tocarme y de que manera para hacerme estallar de placer.Cuando su boca tocó mi cuello, jadeé y besó más. Una de sus manos fue directa a sujetarme de la nuca mientras con la otra acariciaba mis pezones que estaban de punta. Lo tenía agarrado por su trasero y atiné a quitarle su chaqueta que quedó a sus pies. Por primera vez no se preocupaba de posiblemente estropear una chaqueta de cuero dejándola tirada en el suelo. Cuando con sus uñas demasiado cortas intentó hacermer estremecer, "rasguñándome" la espalda, lo logró más con el intento como si lo hubiese logrado en verdad. Fue desprendiendo mi camisa muy lento mientras su lengua paseaba por mis clavículas y subía hasta mi mentón. Con mi vista hacia el cielo, lograba ver un cuarto de la media luna que demasiado lenta y curiosa, comenzaba llegar hacia el patio. Sentí los labios de Cliff sobre mis senos con mi brasier bajo y arqueé aún más mi espalda gimiendo fuerte y presionando su cabeza contra mi. Aceleró sus lamidas, sus succiones eran fuertes, tanto como sus masajes en mis piernas a las que cuya unión en mis ingles tardaba en llegar.Bajó lentamente por mi abdomen, sus besos ya eran mojados, desprendió mi pantalón y se quedó un instante sobre mi pubis, besando sobre mi braga, corriéndola despacio con su mentón. En algún momento, con la punta de su lengua llegó a tocar mi carne caliente e hinchada y grité. No pude soportar más tanto disfrute que estaba ahogando.

Dentro de Mi (Erotic Rock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora