50- Reencuentro (con Rikki Rockett)

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Esperé ansiosa a que llegara. Años sin verlo me ponía nerviosa, no saber como actuar exactamente frente a él; no sabía cuanto había cambiado a pesar de que nos habláramos siempre por teléfono, ni como reaccionar ante él por si aún generaba en mi interior un terremoto emocional que solía no dejarme respirar.
En cuanto estuvo frente a mi, solo atiné a lanzarme a abrazarlo rodeándolo por los hombros. Fue el mejor reencuentro que pudimos tener.

-Estás hermosa -me dijo en cuanto nos separamos un poco y pegó su frente contra la mía mientras me abrazaba aún por la cintura.

Recordé que no estaba sola en el aeropuerto y que aquella situación podría ser complicada e incómoda.

-Él es Lance. Es mi novio -dije en plena emoción en la cual me percaté del total cambio de humor sin disimulo en su rostro.

-Un gusto -dijo Lance extendiendo su mano hacia él- May me ha hablado de tí.

-¿Cuánto te ha dicho? -correspondió al saludo de manera fría.

-Demasiado. De hecho, en las últimas dos semanas ha recordado de golpe muchas cosas, "Rikki esto", "Rikki lo otro", "¿Te conté cuando Rikki tal cosa?"... Ha estado esperándote... diría que hasta contando los minutos -finalizó sin demasiada empatía, casi que hasta terriblemente celoso por el solo hecho de que el regreso de mi amigo era algo muy bueno; hacía tiempo que no nos veíamos.

Lance tuvo la generosidad de subir el equipaje de Rikki a su auto una vez que fuimos al estacionamiento. Hablaba muy animada con él, había recuperado la memoria, tal y como mi novio lo había dicho: no había pasado el tiempo para ninguno, ahí estábamos, tal cual nos habíamos tratado durante mucho tiempo.

-Te quedarás en casa, ¿verdad? -pregunté para confirmar-. Mamá estará contenta de verte.

-Seguro. Solo quiero descansar unas horas antes de ir hacia Dauphin. Quiero estar con mi familia también -se encogió de hombros como resignándose a que el poco tiempo que tuviese disponible, no pudieramos disfrutarlo juntos.

Al llegar a mi hogar, cuando mi madre lo vio entrar, se llevó una mano al pecho y también se dirigió a abrazarlo.

-¡Por Dios!, ¡Rikki!, ¡Hijo! -para ella él era también su niño aunque fuese el de su mejor amiga- ¡Has crecido! -se separaba de él para verlo una y otra vez- Tu madre se podrá celosa porque has venido a verme a mi antes que a ella -ambos reían-. En cuando May me dijo que llegabas hoy, decidí recibirte como a un rey. Tu comida favorita está cocinándose. En un momento estará lista, mientras tanto, May -dijo mirándome y volviéndose a él-, llévalo a que tome un baño y luego cenaremos todos juntos -dijo mirando también a Lance.

Mi novio solo reía de manera falsa. Le molestaba Rikki y ni siquiera se había dado tiempo de conocerlo. Detestaba que se comportara así, pero sentía que no podía hacer nada por que no se enojara. Siempre intentaba que se sintiera lo más seguro posible de mi amor por él, pero eso jamás le bastaba. El regreso de Rikki lo tenía nervioso e incómodo con todas las situaciones.
Durante la cena, solo mi madre se dedicó a charlar con mi amigo y preferí que fuese de esa manera porque Lance miraba de con poca gracia la escena de que mamá dialogara más con Rikki que con él. Yo atinaba a reír de las anécdotas divertidas que contaba, a hacer chistes y eso era todo.
Luego de una taza de café y té, Lance partió a su apartamento. Fuera de casa solo acerté a su disconformidad con tanto buen trato hacia mi amigo. Discutimos solo un poco y quedé irritada por sus idioteces.
Teníamos un cuarto de huéspedes que mamá se ocupó de acondicionar para Rikki. Él estaba cansado pero necesitaba hablar con alguien. Miré el reloj y eran las once de la noche, seguramente estaría plácidamente dormido, aún así, fui a la habitación a verlo.
Solo me cubría mi camiseta, debajo no llevaba ningún pantalón corto o algo que cubriera mi braga. Descalza intentando hacer el menor ruido posible, llegué a donde él descansaba. Abrí la puerta despacio y la luz estaba encendida. Estaba sentado en la cama leyendo un libro que seguramente había encontrado sobre uno de los muebles. Mi madre quería que los huéspedes leyeran ya que en ese cuarto no había televisión o radio.

Dentro de Mi (Erotic Rock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora