Dentro de Mi (Erotic Rock)

97- En deuda (con Rachel Bolan)

Rachel se había paseado toda la casa en búsqueda de inspiración. Estaba harto, parado en el jardín trasero de su casa, tenía sus manos en su cadera mirando hacia el cielo como buscando algo que le diera ideas para escribir pero no había caso, estaba bloqueado por completo.

Alguien golpeó la puerta de su apartamento y él algo ofuscado por el momento en que no tenía ni siquiera noción del tiempo, fue a abrirla.

—Sabía que estarías aquí —su amiga sin siquiera ser invitada se adentró a la sala.— Veo que olvidaste que iríamos a una fiesta —Rachel la miró un segundo y se llevó una mano a la frente.

—Disculpa —dijo extendiendo su otra mano— no tengo cabeza para absolutamente nada y por lo que veo tampoco para recordar cosas que me has dicho hace días. 

Fue a la cocina para revisar su lista de cosas por hacer fijada en la heladera y en efecto allí estaba apuntada la fecha de la fiesta. Resopló con pesadez y la miró intentando encontrar las palabras justas para decirle que no iría.

—Oh, no, Rachel —refunfuñó Rocío conociendo su mirada— prometiste acompañarme —él solo se encogió de hombros.

—Lo siento.

Ella realmente quería ir a esa fiesta pero ahora todo estaba de cierta manera arruinado por su amigo. Rachel ni siquiera tenía palabras para explicarle lo que le ocurría pero su bloqueo artístico era algo que solía tener remedio cuando se le ocurría algún juego de palabras interesantes pero estaba devastado ante la falta de creatividad.

Rocío lo miraba intentando descifrar si iba a pedirle algo o solo iba a quedarse lamentando no poder escribir nada.

—De acuerdo —le dijo derrotada— me quedaré contigo y cenaremos algo. No lo sé, e intentaremos averiguar que te sucede.

La joven tomó el teléfono y buscó el número del lugar a donde hacían pedido de comida habitualmente. Estaban sentados a la mesa cuando el delivery había llegado. Dialogaron largo y tendido, pero derivaron la charla en otros temas por lo que terminaron distrayéndose.

Rachel no se lo había mencionado, pero ella lucía hermosa. Era una pena que se olvidara de la fiesta, pero al menos su amiga había decidido quedarse con él aunque lo indicado era que se fuera con ella y todos voltearan a verla por lo preciosa que estaba.

Para después de cenar, Rocío tenía su cabello revuelto sin las hebillas que le ajustaban el peinado pero también le tiraban algunos cabellos haciéndole doler la cabeza, se había quitado sus zapatos para andar libre por los pisos del apartamento, pero su maquillaje y su vestido permanecían en sus lugares. Rachel sonreía como un tonto al quedarse por unos segundos contemplándola mientras bebían sentados sobre la alfombra de la sala.

Ella estaba algo desilusionada por no poder darle a su amigo la inspiración que necesitaba.

—Debo irme —dijo buscando sus cosas a su alrededor.

—Creo que deberías quedarte —le acarició una mejilla y ella lo miró con ternura.

— ¿Quieres un poco de compañía?

—Tal vez... —Roció se estremeció bajo otra caricia de Rachel. 

Respiraba con dificultad y él le recorría la piel que su vestido dejaba ver sin dejar de pasar su mano por su rostro. Ella no se oponía y cuando sintió la mano de su amigo por su cuello cerró sus ojos y liberó un jadeo. Rachel llevó su boca y al tocarle justo en uno de sus tendones, ella lo extendió para que él ampliara sus lamidas. El músico llevó su mano hacia uno de los senos de ella sobre su prenda y Rocío se dejó llevar. Ella puso tocó sobre la notable erección de Rachel en su pantalón y comenzó a apretarlo despacio.