51- Contigo a oscuras (con Scotti Hill)

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Estaba descansando después de una grata cena a solas y recordando el recital a las orillas del río Mersey. La brisa era fría propia del invierno inglés y me consideraba un poco desequilibrada mental por estar allí sola haciéndole frente al clima.
Recordaba el meet and greet con felicidad. Había esperado por conocerlos, estar cerca de ellos, abrazarlos y sentirme feliz por menos de cinco minutos, luego escucharlos en medio de la gente pero con la felicidad de que yo y unas pocas personas más, pudimos conocerlos.
Un saludo me sacó de mi concentración, en cuando volteé mi cabeza a mi costado, él estaba allí, con sus manos dentro de su chaqueta mirándome divertido.

—Hola —respondí esbozando una enorme sonrisa.

—Eres la chica del recital, ¿verdad?

—Si —pensaba en qué más decir—. ¿Qué haces por aquí solo? —pregunté al ver que no estaba rodeado del resto de la banda.

—Solo salí a dar una vuelta... es todo. No quería esta encerrado en el hotel... por más que estuviese muy cansado.

Sonreí y me puse frente al río de nuevo.

—¿No tienes frío? —inquirió—. Te noto un poco desabrigada.

—Para nada. Estoy bien.

Permanecimos en silencio un momento. No sabía de qué platicarle. Mi ídolo y amor platónico estaba a mi lado y no se me ocurría nada para charlar con él.

—¿Quieres acompañarme a caminar? —me invitó.

—¿Hasta donde iremos? —levantó su hombro sin saber bien cual era nuestra dirección final.

—Solo, para estirar las piernas. Me muevo mucho en avión y autocar... ya sabes. Giras, recitales, fans acosadoras.

Le sonreí y me puse a su lado aceptando acompañarlo.
Dialogamos entusiasmados por unos cuantos metros. Me preocupaba que nos vieran los paparazzos que estaban a la orden del día, sobre todo con ellos, más aún con el cantante de la banda que tenía fama de revoltoso.

—Sebastian es un poco salvaje de vez en cuando, pero es un buen tipo —dijo con mucha estima hacia su amigo.

—Pues, supongo que les pusieron condiciones de comportamiento aquí. No se tolera demasiado a los "revoltosos" en este país. Ahí tienes a Los Beatles. A penas hacían un rock para nada pesado como el que hacen ustedes, y aún así, no eran muy queridos que digamos.

—¿Te gustan Los Beatles?

—Si. Más que Los Rolling Stones.

—¡Nooo! — gritó bromeando—. No puedes preferirlos antes que a los Stones. Estás loca, nena —dijo riendo mientras sacudía su cabeza lentamente.

—Oye... Es un clásico. O estás de un bando o del otro. Pues, elegí a los cuatro grandes de Liverpool. Tú tienes pinta de que eres más de Jagger y compañía —dije y el comenzó a asentir culpable.

—¿En qué lo notas?

—Ustedes, a los que les gustan los Rollig Stones, tienen una escencia rebelde que es fácil de detectar. Aún así, prefiero a Los Beatles.

Ambos sonreímos mientras nos mirábamos fijamente. Me di la vuelta e hice unos pasos hasta que sentí su mano alcanzar la mía. La tomó despacio y la puso en su brazo doblado. Me parecía lo más caballero que podría recibir de un rockero como él.
Después de un techo más andando, no percibía a nadie cerca. Estábamos a una distancia considerable de una zona oscura.

—¿No tienes miedo de que nos fotografíen juntos e inventen un romance que no hay, del que se entere tu novia?

—No. Para nada. Ella sabe bien todo lo que se da entre rockeros y chicas desconocidas. A veces puede haber algo con alguna como nada, solo un beso en la mejilla un abrazo y adiós. Es todo.

Dentro de Mi (Erotic Rock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora