Mientras charlaba con mis amigas, miraba hacia el estacionamiento esperando a que llegara.
-¿Y ahora te vas a ir con tu querido? -bromeó Rin.
-Aún no llega, pero espero que si -me sonrojé.
Ella siguió conversando con el resto de las chicas mientras él arribaba al mismo lugar de siempre. Podía verlo a través del parabrisas, sus gafas oscuras, camisa blanca, posiblemente acababa de salir de trabajar.
Me despedí rápido de mis amigas y me dirigí a paso acelerado a su camioneta. Enfrente de todo el colegio, no ocurría nada, debíamos mantener las formas y no levantar sospechas entre los profesores que merodeaban aún por el parking. Sin embargo, una de sus manos se posaba directo en una de mis piernas para acariciar un poco debajo de mi falda. Reí de los nervios, quería que se alejara rápido para poder besarlo por fin.-Te tengo algo preparado -dijo entusiasmado pero serio.
-Ya quiero verlo -sonreí.
Puso en reversa, salió, primera y hacia adelante. En el camino me dejaba escuchar la música que quisiera aunque compartíamos los mismos gustos. Me saqué mis zapatos y puse mis pies contra la guantera, acomodando mi falta entre mis piernas y me desaté el cabello.
-¿Quieres algo de comer? -interrogó en un semáforo en rojo mientras señalaba a un local de comidas rápidas casi a las afueras de la ciudad.
-Si... Quiero comerte a ti -y me avalancé sobre él para besarlo.
Unos segundos después, la bocina del auto de atrás nos pedía que avancemos y simplemente lo hizo. No nos detuvimos a comprar nada.
Llegamos a un hotel de paso. No comprendía bien que hacíamos en ese lugar, pero no tenía que imaginarlo demasiado.
Me pidió que lo esperase en la camioneta y fue a registrarse. Miré mi reloj y eran las cuatro y media de la tarde, hacía calor, me coloqué mi calzado y esperé pacientemente. Cuando volvió con la llave, como todo un caballero, abrió la puerta y cuando bajé me aferré a su cuello intentando llegar a su boca. Era demasiado alto para mi, pero me encantaba. Se inclinó un poco para besarme y me llevó a la habitación.
Al entrar estaba todo un poco oscuro, olía raro y la cama era grande, una televisión vieja y una serie de carteles con todo tipo de prohibiciones pegados en las paredes.
Se me acercó por detrás y me besó en el cuello. Consigo llevaba una mochila que me generaba curiosidad saber porqué la traía, pero no tardaría demasiado en averiguarlo. Mientras me besaba y yo me dejaba llevar, fue desprendiéndome la camisa. Mi piel se erizó por completo y me sentía extraña. En cuanto la tenía completamente desprendida, me dio la vuelta despacio para verme mejor. Acarició mi cabello y besó mis labios mientras sus manos me rodeaban por la cintura. Terminó de deshacerse de mi prenda y bajó la cremallera de mi falda haciéndola caer por igual.-Así me gustas más -susurró en mi oído y desprendió mi brasier el cual sujeté porque no quería que me viese los pechos-. ¿Ocurre algo?
-No, es solo que... ¿qué vamos a hacer? -pregunté inquieta con ganas de salir corriendo medio desnuda para escapar de él.
-Tranquila... es solo un juego, quiero jugarlo contigo. Hace mucho tiempo no hago esto -con su voz apaciguada trataba de calmarme.
Me besó, pero esta vez en uno de mis hombros intentando convencerme con sus manos de dejar caer mi sostén al piso. Cuando desistí de poner resistencia, el bajó de inmediato y los lamió con furia mientras los apretaba.
Si bien aquello me producía una excitación desconocida, no quería que continuara, pero me llevó a la cama y me hizo recostarme.
Lo miraba con miedo. Si, estaba temerosa, sabía acerca de las chicas con las que estaba acostumbrado a tratar y verlo alejarse para tomar su mochila, buscando en ella no sé que cosa, me tensaba más. Cuando lo encontró, lo mantuvo escondido a un costado sin dejarme verlo.
Sonreía con sorna, su mirada era diabólica. Trataba de hundirme en el colchón mientras él se acercaba despacio, jadeaba, temblaba. Gateó sobre la cama hasta estar encima de mi a una distancia en la que nuestros cuerpos no se tocaban. Yo aún con mis panties puestas y mis piernas cubiertas por mis medias de nylon banca, esperaba que me besara.
Bajó su mano con algo largo, grueso, de aspecto brillante dirigiéndolo a mi coño. Se relamió los labios y la punta de esa cosa acariciaba mi sexo sobre mi ropa interior. La corrió y jadeé cuando me tocó.
ESTÁS LEYENDO
Dentro de Mi (Erotic Rock)
Hayran Kurgu⚠Alto contenido sexual explicito⚠ Fanfics con diversos rockeros de los 80's, sobre todo. Espero sean de tu agrado "Dentro de mi" es una serie de relatos cortos que te harán acelerar la respiración, el pulso y desear ser la protagonistas de una o...