...Siempre tras la belleza y fragancia de la rosa hay una espina que te dará tu lección si te atreves a tocarla...
Entreabro mis labios, obedeciendo a su petición, su lengua se abre paso entre estos y en cuanto roza la mía siento una descarga, juguetea con mis labios, busca que me una a su perverso juego.
Mis manos están sobre sus hombros, en un intento de no desestabilizarme ante la voracidad de su beso. Sus manos se aferran a mi cintura para evitar que escape.
Una de mis manos se desliza por su piel, descendiendo desde su pecho a su torso, sintiendo bajo la palma su trabajado cuerpo, sigo descendiendo hasta que mis dedos empiezan a jugar con el elástico del pijama, estirándolo y haciendo que azote su piel.
Esto provoca un leve gruñido en él y me hace retroceder hasta la pared, acorralándome contra esta. Muerdo su labio inferior y esta vez un gruñido ronco emana de su garganta antes de volver a besarme con furia.
< Razón, ¿estás en algún lado? >
Creo que ha dejado de hablar.
< Si, aquí estoy. >
Shit!
Me separo de sus labios a mala gana, reprimiéndome a mí misma el estar a punto de caer, pero vamos, ¿Qué otra loca pararía aquel momento?
Solo yo.
– ¡Mierda! –Lo oigo exclamar y golpea con su puño cerrado la pared a mi lado.
Esa acción me sobresalta a más no poder. Su cabeza está gacha mientras trata de estabilizar su respiración. Yo estoy igual, pero lo mío es mucho más por el susto.
Miro a mi lado y noto la marca que ahora ha dejado en la pared, con algunas manchas rojas cubriendo el color celeste de esta.
Este man se carga una fuerza impresionante, no estoy de broma.
– Lo siento –Se disculpa, pero ahora eso no es lo que me importa.
Tomo su mano la cual ahora descansa a un lado de su cuerpo y veo aquella herida que se había ocasionado en sus nudillos.
Me aparto de él y dirijo al baño donde guardo algunos medicamentos, tomo alcohol, gasas y unas vendas.
En ese momento agradezco a mi madre por ser médico y haberme enseñado primeros auxilios.
Me dirigí nuevamente a la sala y le vi, estaba sentado en uno de los asientos mientras mira su mano herida, me acerco a él, tomo la mesita de centro, acercándola y me siento sobre esta para quedar a una altura cómoda para vendar su mano.
En cuanto hago contacto con esta él la aparta de mí, le miro con confusión.
– Quiero sanarte –Le explico y extiendo mi mano hacia él con mi palma hacia arriba en señal de que me dé su mano herida.
– No durará ni media hora el daño –dice–. No puedo morir ni ser lastimado, mi cuerpo se regenera rápido.
Algo en su forma de verme en algunos momentos me hace pensar en él como un animal enjaulado, un tigre específicamente, me mira como si fuera su enemigo y estuviera a punto de atacar si hago el más mínimo movimiento en falso.
Insisto y con algo de duda deja que le tome la mano y así es como mojo el algodón en el alcohol, antes de atreverme a aquello lo miro de reojo.
– Esto arderá –aviso y lo veo asentir.
Entonces comienzo a limpiar sus heridas y me impresiono, no ha hecho una sola mueca, no ha demostrado dolor alguno, ni siquiera molestia, ¿esta persona frente a mí será capaz de sentir dolor?
– ¿Cómo sabes que no puedes morir? –cuestiono–. Podrían apuñalarte o caerte algo pesado, o no sé, algo por el estilo –Él no responde.
A medida que más tiempo paso con él más interrogantes me vienen a la mente, pero ahora estoy decidida a hacer la más importante y que por lo menos espero que alivie mi sentido común por un par de días.
– ¿Por qué quieres tener sexo conmigo? –suelto sin más la pregunta mientras termino de vendarle la mano.
– Por qué debo complacerte –responde.
– No lo entiendo –dirijo mi mirada a la de él–. Te estoy dando la oportunidad de que por dos meses tengas la libertad de hacer cualquier cosa y...
– ¡¿Libertad?! –Esta vez exclama, sin embargo, no me inmuto–. ¡¿Piensas que esto es libertad?! ¡Tú no entiendes nada!
– ¡Si no lo entiendo es porque no me lo explicas! –Yo también levanté mi voz, enfurecida.
Pasó sus manos por su cabello tratando de no explotar, sus ojos volvieron a posarse en mí con desdén, pero estoy segura que ese sentimiento no era hacia mí, sino hacia él mismo.
– No importa –expresa y se pone de pie.
Oh no mi ciela, la única autorizada a escapar de momentos incómodos era yo.
Le agarro del brazo y le hago girar, él se zafa de mi agarre y hace que voltee, mantiene una de mis manos atrás en una llave de brazo y hace que quede de frente al sofá, algo inclinada hacia delante, con mis piernas separadas y siento un gran vuelto en mi trasero que me hizo soltar un pequeño jadeo.
Él se inclina sobre mi espalda.
– No vuelvas a hacer eso –expresa.
Al instante muevo uno de mis pies hasta que se queda tras uno de los suyos, lo muevo con fuerza hacia delante y le hago desestabilizarse, trastabillea hacia atrás sorprendido por mi acción, no le doy tiempo a que se recomponga y logro hacerle un tacle, haciéndolo caer al suelo.
Me siento sobre su abdomen mientras le sujeto ambas manos sobre su cabeza, dejando caer todo mi peso en estas y evitando que se mueva.
Estoy más que segura que si quisiese liberarse de mí en esos montos no tendría dificultad alguna.
Pero yo tampoco era un pétalo de rosa, y definitivamente mi título a mejor estudiante femenina de Kick boxing y Lucha Libre no me la había ganado por gusto.
Lo sé, mis pasatiempos son tan geniales.
– Escucha, yo no soy una cualquiera, no te vuelvas a atrever a inmovilizarme, o te castraré, ¿me entendiste? –Estoy segura que mis ojos expresaban con claridad la furia que corría en mi interior.
– Entendido –aseguró y le solté, poniéndome de pie, fui directo hasta mi bolso y me confirmé que las llaves estuviesen dentro, no me importa la hora, pero necesito desestresarme.
Salí de la casa dando un fuerte portazo, no puedo creer que se haya atrevido a hacer eso, si lo vuelve a intentar juro que cumplo mi palabra de castrarlo, aunque la humanidad llore por su pérdida.
__________________
Maratón 2/5
¿Quién se esperó esto de Adara?👀
Jajaja, no tuvieron setso😂😈
No se los puedo dejar tan fácil, ¿cierto?
Pero no se preocupen, les tengo otras sorpresas
Capítulo dedicado a:
@JU5T1N
@alexhgl
@Ansu_2805
![](https://img.wattpad.com/cover/283741055-288-k683899.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Zarek. Mi Dios Griego personal
De TodoUn guerrero griego ha sido invocado del pergamino que lo mantiene en cautiverio con el único propósito de servir a su invocadora, en un siglo donde todos es completamente diferente. Su nueva ama no quiere utilizarlo pero el tiene una misión que cump...