...Cuando sientes que tu alma está perdida, te ayudaré a buscar el camino una vez más...
Adara se remueve entre mis brazos y aun algo dormido la pego a mi pecho.
— Zarek, debo levantarme —siento su voz en un susurro.
— No gracias —Me acurruco más contra ella, sintiendo ese olor que me embriaga.
— No eres tú, soy yo, debo volver a mi habitación antes de que todos despierten.
Beso su cuello y escurro mi mano bajo la blusa que lleva hasta apretar uno de sus senos, haciendo que se remueva de placer y un jadeo escape de sus labios.
< Esos deliciosos labios. >
— Pequeña, si no me dejas dormir esta mañana terminarás de una manera muy contraria a la que pensaste.
— ¿Y si resulta que es lo que quiero? —Ok, no puedo evitar sorprenderme ante su respuesta.
Ella se mueve y se encima sobre mi cuerpo, quedando justo sobre mi miembro y la presión que ejerce me corta el aire por un momento, trago en seco ante la mirada dominante que tienen sus ojos.
— ¿Mi pequeña gatita despertó traviesa? —digo burlón y se inclina hasta atrapar mis labios con los suyos en un dulce beso, sigo su compás, uno armonioso y delicado.
Se separa de mis labios y mantengo mis ojos cerrados, deseando que ese momento no termine.
— No desperté traviesa, pero solo así me soltarías —sonríe con superioridad y trata de levantarse con rapidez.
Soy más rápido que ella y sujeto su cadera, volteando nuestros cuerpos y posiciones, haciéndola quedar bajo mi cuerpo, sujeto sus manos sobre su cabeza con una mano y con la otra acaricio la piel de su cintura y abdomen que han quedado a mi vista por el movimiento.
— Eres hermosa —digo en un murmuro, observándola, y si que lo es, la chica más hermosa que he visto en mi vida.
Ella intenta decir algo pero mis labios van a los suyos, no permitiéndolo, siguiendo ese compás lento pero a la vez fogoso, como si quisiéramos fundirnos en uno solo, me encantan sus besos.
Muerde mi labio inferior y siento un cosquilleo en mi cuerpo, pidiendo más de ella, la aprisiono más contra mí y mi lengua golpea sus labios, pidiendo permiso para entrar, uno que recibe, comenzando esa guerra viciosa con la suya, muevo mis caderas contra su vientre y jadea para mí.
Y entonces tocan la maldita puerta de mi habitación.
— ¡Zarek! ¡Es hora de desayunar! —escucho la voz de Keyla.
— ¡Ya tengo mi desayuno! —exclamo y noto como las mejillas de Adara se colorean entendiéndome perfectamente.
— ¿Vale? —dice dudosa.
— Zarek, necesito levantarme —pide ella en un susurro y bufo.
— ¿Cómo pueden arruinar estos momentos? —Me pregunto con ganas de pegarle a alguien.
— Bueno, pero puedo resolver un problema antes de irme.
Por un momento quedo perdido ante sus palabras, o por lo menos hasta que sus manos acarician la erección que me ha ocasionado y mi respiración se corta.
(...)
Me doy una ducha mientras recuerdo a Adara hace unos minutos arrodillada ante mí, un calor cubre mi cuerpo y trato de pensar en otra cosa antes de que vaya a buscarla para hacerla mía.
< Contrólate. > Me exijo.
Salgo del baño y me coloco un pantalón y una camiseta, estiro mi cuerpo viendo la hora sobre un reloj electrónico en una mesa al lado de la cama, ya eran pasada las 10 de la mañana.
Salgo de la habitación, viendo a Adara, en una prenda minúscula y bastante llamativa que dejaba denotar cada curva en su cuerpo, lleva una pelota en sus manos y su cabello largo recogido en una coleta. Me recuesto del marco de la puerta y frunzo mi ceño al verla dirigirse a la salida.
— Adara —La llamo haciendo que voltee hacia mí, me sorprendo al notar que verdaderamente muestra mucho. Sus senos se ajustan al ajustador que luce, quitándole volumen pero aun así se ve magistral.
— Zarek, vamos a la piscina, acompáñanos —dice emocionada.
— ¿A dónde vas así? —Mi voz sonó más fuerte de lo que pretendí y ella frunce el ceño.
— A la piscina —obvia, pero sólo me deja confuso, ella golpea con la palma de su mano su frente y sujeta mi muñeca, guiándome hasta una ventana—. Eso es la piscina.
Mis ojos se abren con sorpresa al ver a que se refería.
— Es una locura ¿cierto?
— Locura es que pienses que vas a ir así a donde hay tantos hombres en menos ropa.
< ¿Lo pensé o lo dije? >
— ¿Te sientes bien? —pregunta.
< Lo dije. >
— No, no lo hago, no puedes ir por ahí mostrándote así —Me quejo.
— Es un traje de baño, en este siglo es normal usar cosas así en estos lugares —Me explica dirigiéndose a la puerta.
< Oh no, ni de broma. >
Sujeto sus manos tras su espalda en un movimiento rápido y me agacho succionando en la piel tras su cadera, justo sobre su hermoso trasero.
— Zarek —Se suelta de mi agarre y trata de golpearme, movimiento que evito—, ¡desgraciado! —grita enfurecida y toma la manilla de la puerta.
— No creo que quieras que todos vean mi pequeño regalo —comento divertido.
— ¿Regalo? —Yo sonrío y lamo mis labios a lo que ella abre sus ojos con sorpresa y corre hacia el espejo de cuerpo completo que hay en la sala, volteando y viendo la marca rojiza que ha comenzado a formarce—. ¡Zarek!
< No me arrepiento de nada. > Pienso sentado en el suelo viendo ese voluptuoso y furioso cuerpo que hierve en ira.
— ¡Te mataré! —exclama acercándose y trata de golpearme, esquivo su movimiento y sujeto su muñeca, colocando la otra mano en su espalda y con uno de mis pies golpeo sus piernas, haciéndola perder el equilibrio y de un momento a otro la tengo bajo de mí en la alfombra acolchonada de la sala.
Paso mi lengua por la separación de sus pechos mientras sujeto sus muñecas contra el suelo y arquea su espalda con un jadeo.
Beso su cuello y muerdo su piel.
— ¡Zarek! ¡Suéltame! —exigen sus labios pero su cuerpo reacciona a cada caricia pidiendo más.
— ¿En serio quieres eso? —susurro a su oído y paso mi lengua por su lóbulo, su cuerpo se estremece bajo de mí.
— Si —responde en un tono bajo y sonrío, besando sus mejillas y rozo mi nariz en su piel.
— Me encanta que mientas cuando tu cuerpo grita un "no".
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Uyyyyyy, lo que se viene😉
Bueno, quería que me conocieran mejor como escritora a la misma obra, así que si lo desean pueden dejarme sus preguntas aquí y yo se las responderé en un apartado😊
Los amo💜
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Zarek. Mi Dios Griego personal
RandomUn guerrero griego ha sido invocado del pergamino que lo mantiene en cautiverio con el único propósito de servir a su invocadora, en un siglo donde todos es completamente diferente. Su nueva ama no quiere utilizarlo pero el tiene una misión que cump...