ESPECIAL DE HALLOWEEN II [Parte 1]

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N/A: este especial muestra un poco de la dinámica que mantienen los Colbourn-McCartney como familia. Un especial donde Jarrel aprende sobre el bien y el mal, Haley llora por ser una calabaza y recordamos porqué Leah y Alex nos gustan tanto. (cofcof escenas hot cof cof)

«Todos tenemos un poco de bien y de mal en nuestro interior, Jarrel. No siempre está equilibrado. Lo que nos define como personas es cuál de los dos utilizamos para conducirnos en la vida.»

──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────

(Leah)

—¿Qué. Es. Eso?

Me giré cuando escuché la voz de Alex en nuestra cocina.

Si mis sentidos no me fallaban, acababa de llegar del gimnasio. Llevaba el cabello claro pegado a la frente por el sudor y sus músculos se marcaban prominentes por el reciente esfuerzo, definidos y varoniles.

Tuve que tomarme un segundo para recuperar la concentración y no olvidar su pregunta. Increíble que después de casi una década juntos siguiera consiguiendo ese efecto con su simple presencia.

Y lo sabía porque noté la pequeña sonrisa petulante que jugaba en sus labios. El bastardo.

—Es un disfraz.

Se acercó para inspeccionarlo más de cerca mientras yo volvía a mi importantísima tarea de rellenar calabazas de Halloween con un montón de dulces para los niños de la casa de acogida que estaba a mi cargo.

—¿Y qué se supone que eres? ¿Mi abuela Gertrudis?

Le lancé un dulce que esquivó sin esfuerzo.

—Soy una bruja—me acerqué a la barra para tomar el sombrero puntiagudo y colocármelo.

Él recargó su cuerpo sobre la pared y me observó dar una vuelta para mostrarle mi disfraz. Apoyó la cabeza mirándome con atención, algo extraño danzando en su mirada cerúlea que no pude identificar. Nunca sabía si lo que sentía Alexander al verme era deseo, afecto o una perversa combinación de las dos.

Entonces hizo un mohín.

—Ahora pareces mi tía Gertrudis con su sombrero de playa.

—¡Alex!

Soltó una risotada y se acercó sin prisa, hasta quedar a unos cuantos pasos de distancia.

—No está mal si tu objetivo era parecer una monja—extendió su brazo y con su dedo, levantó el relicario de oro en forma ovalada que llevaba sobre el largo vestido. Era un regalo que me había hecho Jarrel (en conjunto con Alex en secreto) para mi cumpleaños anterior.

Lo abrió con cuidado y apreció las fotografías dentro de él: en una parte aparecían él y nuestro hijo sonriendo. Del otro lado estaba una fotografía de Haley justo al año de nacida, también sonriendo.

—Sabes, normalmente las brujas llevan cabellos de sus víctimas para hacerlas sufrir, no fotografías de sus familiares.

—Tienes razón, ven acá que te arranco unos cuantos pelos—se alejó de mi toque casi por inercia y reí.

—Pensé que los únicos que iban a disfrazarse eran Jarrel y Haley, ¿no tuviste infancia o qué?

Puse los ojos en blanco, hastiada.

—Haremos un evento para los niños en la casa hogar que manejo, ya sabes, para que también lo festejen.

Mi esposo pareció meditarlo seriamente.

—Sabes que aquí en Londres no se celebra tanto. Es más una tradición americana.

—¿Y?—rebatí.— A todos los niños les encantan los dulces y disfrazarse. No hay nada mejor.

Irresistible Error. [+18] ✔EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora