ESPECIAL 3 MILLONES: The burning [Parte 1]

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N/A: Este especial estará dividido en dos partes. Alto contenido +18. Un capítulo que nos muestra sus vidas un año después de su matrimonio y el lado posesivo de Alexander. Si no te sientes cómodo con las relaciones anales, porque te da asquito o risa, yo qué sé, no lo leas. Es un capítulo gracioso y hot. ¡Disfruten!

(Leah)

—¿Y bien? ¿Qué opinas?

Me erguí y le regalé una sonrisa de suficiencia, igual que un niño esperando por su estrellita. Alex fue lento en despegar la vista de las fotografías que sostenía entre sus manos para fijarla primero en mi obra de arte y después en mí.

—¿Qué opino de ti o de la vasija del demonio que acabas de poner en nuestra mesa de centro? Porque créeme, ambas cosas dan bastante miedo.

El gesto se desvaneció al instante e hice una mueca de fastidio.

—No es una vasija del demonio, es un florero imperial. Una reliquia de la realeza—gesticulé con las manos para mayor efecto y él esbozó una sonrisa burlona.— Es el florero de la reina Victoria de Gran Bretaña. ¡Tu abuelo dice que es una reliquia real!

Bufó.

—No tenía cómo deshacerse de esa basura y te la ha dado a ti.

—Tu abuelo jamás haría tal cosa—me crucé de brazos colocando mi peso en una pierna.

—No sería la primera vez.

Apreté los labios, negándome a darle la razón a pesar de que el florero sí parecía una vasija de momificación vieja y fea, pero cuanto más me miraba él de la cabeza a los pies, atento y avasallador, más convicción perdía en mi postura.

—Es una pieza histórica.

—También puede ser el objeto que encierra el alma de Annabelle—enarcó ambas cejas, divertido.— Esa cosa estaría mejor en el museo de los Warren.

—Oh, por Dios, cállate.

Rio y volvió a mirarme con atención. Moví mis pies cuando percibí el calor atenazar mi cuello, sus orbes recorriendo mis piernas desnudas sin perder detalle como quien quisiera aprenderlas. Resoplé mentalmente, como si no las hubiese memorizado lo suficiente.

Sus camisetas eran las prendas más cómodas, pero también las que menos dejaban algo a la imaginación.

Justo cuando mi corazón comenzó a tomar velocidad en su latir, se apoyó en el respaldo del sofá. Miró la fea vasija analítico, su dedo índice acariciando su labio inferior como si evaluara algo y habló.

—Muévelo más a la izquierda.

Inspiré para mantener la templanza y me avoqué a ello.

Me incliné para empujarlo unos cuantos centímetros en la dirección indicada.

Escuché el susurro del sofá y lo encontré removiéndose en el lugar, relamiéndose los labios, sus ojos intensos.

—Creo que no. Mejor a la derecha.

Puse los ojos en blanco, fastidiada, pero volví a inclinarme para cambiar el florero de posición.

Cuando giré el rostro buscando su aprobación, Alex tenía una sonrisa maliciosa surcando su cara, como si disfrutara de esto.

—¿Y bien?

Arrugó los labios, simulando que lo pensaba muy seriamente, pero sus ojos no estaban fijos en el objeto.

—No lo decido aún. Quizás si lo mueves un poco más a la izquierda...

Solté el aire y me incliné por tercera vez para cambiarlo de lugar.

Irresistible Error. [+18] ✔EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora