N/A: Este extra se sitúa cinco años después de que Jarrel pidiera a su hermana como deseo de Navidad, veremos mucho sobre la relación entre Alex y Haley, la hija menor de los Colbourn McCartney, y también muchas cosas hot que tanto nos gustan. ¡Disfruten!
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Alexander
Comenzaba a odiar Hawái.
El océano me parecía violento y turbado, el constante vaivén del oleaje contra la bahía me provocaba vértigo y el aroma salado que se percibía ligero en el ambiente me tenía asqueado.
Ahogué un resoplido en la garganta y di un sorbo al whiskey que se había calentado en el vaso, estático y olvidado como había pasado las últimas horas.
La barra en el bar del hotel había comenzado a llenarse durante la última hora de la tarde, atestada con parejas atolondradas que compartían tragos, o personas solitarias que se aventuraban al lugar en la espera de conseguir una cita para esta noche.
Jugué con el licor dentro del vaso, ondulándolo para que el líquido se removiera entre los confines de cristal. Era el único trago que había pedido en las últimas dos horas y ni siquiera estaba a la mitad.
El día se fue tan rápido como llegó, y me pregunté si en verdad Leah olvidó mi cumpleaños o fue una omisión deliberada. No era la ignorancia del evento lo que me calaba, poco me importaba si no recibía una felicitación, solo quería estar con mi familia. No encontraba contento en pasar tiempo solo.
Repasé todos los eventos de las últimas dos semanas, pero no había hecho nada distinto o fuera de lo común, nada que pudiese alterar a su majestad a tal punto de no dirigirme la palabra más de lo estrictamente necesario. Joder, ¿en qué la había cagado?
Era extraña la manera de actuar de Leah. Ella no ignoraba las cosas, las hablaba e incluso discutía conmigo si creía que su postura era la correcta, pero parecía estar huyendo de mí últimamente.
La garganta se me secó ante una nueva perspectiva. ¿Y si ya habíamos llegado a esa edad donde ella no me toleraba? No, peor, ¿y si me pedía de nuevo el divorcio? ¿Qué tal si nos convertíamos en lo que habían sido mis padres, odiándose cada día más?
Sentí la sangre viajar hasta mis pies. Una vida sin ella no podía considerarla vida en absoluto.
Salí de mis cavilaciones cuando miré por el rabillo del ojo a una persona acercarse. Le dediqué un corto vistazo a la mujer que se posó junto a mí en la barra. Fijé mi atención al frente esperando que no me dirigiera la palabra.
—El ambiente está muy húmedo, ¿no te parece?—musitó con tono bajo que pretendía hacer pasar por seductor.
Di otro sorbo al licor esperando que se rindiera si no le respondía.
—¿Estás solo aquí?
—No, estoy esperando a alguien.
—Oh—soltó una risita boba— Puedo acompañarte a esperar. ¿Por qué no me invitas un trago?
¿Era ciega para no ver mi anillo de matrimonio o simplemente pretendía serlo?
—Para invitártelo tendría que desear hacerlo—espeté lacónico.
—¿Y cuál es el problema?—insistió.
—Que no quiero.
Emitió un sonido de decepción.
—¿Alguien tuvo un mal día hoy?—siguió y la miré por fin, irritado.
Sí, sí había tenido un día terrible sin mi esposa y mis hijos, no necesitaba recordármelo. Ah, ¿y olvidé mencionar que tal vez regrese de esta viaje con una nueva petición de divorcio?
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Irresistible Error. [+18] ✔EN LIBRERÍAS
ChickLit《C O M P L E T A》 ‹‹Había algo extraño, atrayente y oscuramente fascinante en él›› s. Amor: locura temporal curable por el matrimonio. - Ambrose Bierce. Lo miré junto a mí en la cama y mi corazón dio un salto al tiempo que mi trasero pegaba contra...