JAMES
Las vacaciones de navidad se acercaban y el entrenador Andrew ya nos había avisado de que a partir de hoy tendríamos entrenamiento incluso los fines de semana para ganar el próximo partido y posicionarnos en primer puesto. Desde que he salido como capitán estoy orgulloso del trabajo que hemos hecho todos porque hemos conseguido subir tres puestos, desde los quintos a los segundo. Si el siguiente partido contra los Hamstons lo ganamos nos colocamos en primera posición.
Los últimos entrenamientos habían sido duros con más ejercicios físicos más tiros a canasta. Practicamos los triples y ganamos algo más de técnica a la hora de defender nuestra cancha. Mason y yo seguíamos en las mismas de siempre. Cada que podía intentaba tirar por el suelo nuestro esfuerzo siendo un autentico capullo. Era de las pocas personas que estaba poniendo aprueba mi paciencia y si no fuera por Marcus y Steve en varias ocasiones habríamos llegado a las manos.
Ahora estábamos todos en el vestuario terminando de cambiarnos. El entrenador me avisó de que llegaría algo más tarde hoy, y puesto que soy el capitán me toca dirigir parte de la sesión de hoy. Durante toda la tarde de ayer y la mañana de hoy había pensado todos los posibles ejercicios para el entrenamiento, pero a la única conclusión que había llegado gracias a la aportación de Steve tenia pensado hacer un partido entre nosotros, uno para uno. Trabajaríamos el ataque y la defensa.
– ¿Cómo sacaremos las parejas para el juego? – pregunta Steve a mi lado mientras cierra su bolsa.
– Por sorteo – contesto sacando una pequeña bolsa donde he escrito los nombres de todos.
Se la paso para que la coja mientras que yo termino por ponerme la camiseta. Una vez estamos todos salimos fuera y comenzamos a calentar, primero dando unas vueltas por la cancha, para luego terminar con unos ejercicios que me dejó preparados el entrenador. Antes de comenzar decidí que nos pusiéramos todos en una fila como niños pequeños a punto de entrar en el colegio y tiráramos a canasta. Puede parecer una tontería, pero no sabéis la de veces que no hemos terminado haciendo punto por un mal lanzamiento.
– Vale, ahora si, acercaros todos. – grito con la libreta de jugadas bajo el hombro y la bolsa con los nombres en una mano. – el juego es el siguiente, sacaré dos nombres alazar de esta bolsa y los que salgan tienen que jugar durante diez minutos entre ellos. El objetivo del entrenamiento de hoy no es quien encesta más o mejor, sino es ganar técnica en el ataque y defensa.
– En serio, James, ¿vas a ponernos a jugar como niños pequeños uno para uno? – habla Mason cruzándose de brazos con una sonrisa de insuficiencia en la cara. Me hubiera gustado borrársela de un puñetazo, pero tenia que hacer uso de mi control. – para ser el capitán nos tienes aquí haciendo juegos de niños.
– Fuiste capitán por más de una temporada, diría yo que desde entre en el equipo y lo único que conseguiste es llevarnos casi al último puesto o que ni siquiera pudiéramos pasar del octavo puesto. – espeto – desde que todos me eligieron como capitán he conseguido que subamos al quinto puesto cambiando la perspectiva de estas sesiones y muchas de las jugadas de mierda que creaste. Ahora estamos segundos y con la posibilidad de acabar esta temporada como los primeros. Sabes, esto es mucho más de lo que tu hiciste, así que, si no te gusta, el equipo puede prescindir de su base.
Llevaba tiempo queriendo echarle en cara lo mal que había sabido llevarnos. En cuanto termino de decir las últimas palabras, solo aprieta sus labios, frunciendo su ceño y haciendo la mayor fuerza de autocontrol para no abalanzarse sobre mi. Sabia lo que le convenía, además en más de una oportunidad se que pensaba en dejar el equipo, pero si lo hacia adiós a su beca de deportes. Después de los pocos minutos tensos que tuvimos arrancamos el juego con Steve y Eros como los primeros. Apunte en la libreta de jugadas los puntos fuertes y a mejorar de cada uno para buscar otros ejercicios para los demás entrenamientos.
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Heridas
Romance¿Cuánto tiempo se supone que tardas en cerrar una herida?, ¿meses, años...?, esa pregunta ronda la cabeza de Michelle todas las noches. Todavia no hay respuesta claro. Ella tiene 18 años y este, va a ser su primer curso en la universidad. ¿Su plan...