MICHELLE
Emily ha vuelto a salir hoy a correr conmigo y pese a que me retrasa un poco es uno de los mejores momentos con ella. Los últimos kilómetros hasta Hard Rock he tenido que cogerla del brazo para que no se quedará atrás.
– Vamos Emily, tienes que estirar – le espeto cogiéndome con la mano la punta de mi pie derecho estirando la pierna.
– Vale, vale dame dos minutos para que recupere el aire – Emily se deja caer en el césped con los brazos abiertos mientras respira por la boca.
Estallo a carcajadas de verla de esa forma, hace una hora y media antes de salir tenia la energía de un jaguar a punto de salir a correr una maratón y ahora tirada en el césped podría hacerle cualquier cosa que no tendría la suficiente fuerza para pararme.
– Vamos a por un café. – le ayudo a levantarla y caminamos las dos, ella más cansada, hacia la puerta.
Emily se ha ofrecido a pedir ella los cafés así que se ha ido hacer cola. En ese momento aprovecho para sacar mi móvil y devolverle la llamada de ayer. Lo llamo una vez y no lo coge y al segundo intento lo descuelga al tercer tono.
– Hola, ¿Qué tal? – le pregunto mientras observo que Emily todavía no se ha movido ni un puesto.
– Estaba dormido pajarillo. – me contesta al otro lado de la línea con una voz ronca que parece que lleve tres días constipado.
– Lo siento, solo quería saber si te viene bien quedar esta tarde después de las clases.
– Genial, pero ven tú aquí porque a mi me da palo coger el coche.
– Eres un vago – le pincho – pero vale iré y nos vemos allí te avisaré cuando salga.
– Bien, ¿puedo seguir durmiendo? – me pregunta con esa voz ronca.
– Si, sabes eres un dormilón se supone que tú también eres de los que sale a correr que haces... -– Roy pasa de mi y me cuelga.
Lo mejor de todos es que es una persona que cuando se despierta ya no puede volver a dormirse, así que le acabo de joder casi una hora más de sueño, y solo con saber que lo he pinchado ya soy feliz.
– ¿Con quien hablabas? – me pregunta Emily dejando mi café delante de mi y sentándose ella en la otra silla.
– Con Roy, quería saber si podía quedar hoy. – comienzo a darle vueltas al café con la pajita.
– Deberías presentármelo, cuando vino no pude conocerlo del todo. – se lleva un sorbo de café a los labios después de hablar.
– Sabes, eres su versión, pero en chica – le contesto. Las dos estallamos en risas y nos quedamos un rato mas hablando.
La mañana transcurre algo aburrida Emily y yo volvimos después de desayunar a la habitación para cambiarnos. Ella tenia clase y yo hasta las diez no tenia nada así que salí a la biblioteca en busca de algunos libros y a terminar algunos comentarios que tenia que entregar para las prácticas.
Después tuve tres horas de clase, dos de edición y diseño gráfico y por último historia de los medios. En esta ultima quería morirme, era de las asignaturas que mejor se me da, pero la que mas me aburre y no os voy a mentir me la pase dibujando cosas en mi libreta, hasta que por fin acabo la clase.
Por último, salí del edificio de clases y me senté en una mesa al aire libre a comerme unas galletas y a esperar hasta las tres para mi última clase.
Tuve dos horas de introducción a la fotografía y esta asignatura se me paso volando puesto que era una de mis favoritas y con la que de verdad disfrutaba. De que me quise dar cuenta acabo, así que guardé todas mis cosas y fui directa al aparcamiento a por mi coche.
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Heridas
Romansa¿Cuánto tiempo se supone que tardas en cerrar una herida?, ¿meses, años...?, esa pregunta ronda la cabeza de Michelle todas las noches. Todavia no hay respuesta claro. Ella tiene 18 años y este, va a ser su primer curso en la universidad. ¿Su plan...