MICHELLE
Creo que todos tenemos uno de esos planes que son maravillosos, como una tarde de manta, comida y Netflix o totalmente opuesto como salir a dar una vuelta con las amigas, mientras que yo soy de quedarme en mi cuarto. Es por la tarde y desde que he llegado de las clases me he puesto mi pijama de borreguito de lo más calentito y ahora me encuentro metida en la cama viendo divergente. Este es mi plan maravilloso, tarde de película o leyendo un libro metida en la cama. Escucho las llave en la puerta y veo que cuando se abre es Emily.
– ¿Todavía estas así? – pregunta llevándose las manos a la cintura. Es igual de dramática que yo.
– Son las seis y la fiesta no empieza hasta las ocho. – me defiendo volviendo a centrarme en la película.
– Ya, pero supongo que te querrás duchar y te conozco, en cinco minutos desde luego que no estas. Además, yo también me quiero duchar, así que deja de babear por Tobías y espabila. – me coge por los hombros y comienza a moverme – Me ducho yo primera. – deja la mochila y se mete en el baño dando saltos de alegría.
Le hago caso a Emily. Apago el ordenador y me levanto para dejarlo en la mesa. Abro la puerta de mi armario y saco las converse blancas con plataforma y el vestido. Me siento en la cama a mirar el móvil mientras espero a que salga Emily del baño.
– Ya puedes pasar – me avisa saliendo con la toalla envuelta del baño.
Entro en el y no tardo mucho en ducharme, Emily me ha dejado el agua caliente justa para no entretenerme mucho. En cuanto me seco con la toalla me coloco el vestido y hago lo que puedo para subirme cremallera. Después de casi tres minutos lo consigo y paso a ponerme las converses.
– Michelle, ¿te falta mucho? – Emily toca a la puerta del baño, pero antes de que vuelva a tocar abro. Emily abre los ojos y se queda con la boca abierta en cuanto salgo.
– ¿Vas a decir algo? – pregunto al ver que no muestra emoción ninguna.
– Creo que ahora soy bisexual – suelta junto a una risa – estas preciosa.
Me ruborizo en cuanto suelta un cumplido y es entonces cuando la miro de arriba abajo. Em, lleva un conjunto de dos partes, una falda de cuadros rojas con un top de manga larga que queda genial. Resalta todas y cada una de sus curvas, además de sus piernas largas y esbeltas.
Estamos terminando de arreglarnos las dos en el baño entre colorete, base y pintalabios. Emily se ha empeñado en maquillarme, pero solo le he dado permiso para que me rice las pestañas y me ponga rímel. Al final salimos las dos del baño y Emily coge su móvil y lo mira.
– Dice West que vamos con su coche. En cinco minutos esta aquí. – me contesta cogiendo su chaqueta.
Antes de irnos vuelvo al baño para cojo mi móvil y me lo guardo en el bolsillo de la chaqueta. Bajamos y cuando salimos fuera, West esta con su coche esperándonos. Acepté ir a esta fiesta por James y en parte por mi, porque va siendo hora de que comience a soltarme y que vuelva la Michelle de antes, la que no se perdía una fiesta ni loca. Así que vamos a divertirnos.
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En cuanto entramos en la fraternidad, me quedo sorprendida. Es la primera vez que el olor a tabaco o alcohol no inundan el espacio. A ser verdad si huele algo alcohol, pero ni la mitad que las veces anteriores. Nos quitamos los abrigos y West se ofrece a llevarlos arriba al cuarto de James y Nate. Busco con la mirada alguna cara reconocida pero entonces Emily me coge por el brazo y tira de mi hasta llegar al salón donde divisamos a los chicos.
Abro la boca cuando veo a los tres chicos sentados en el sofá y con sus trajes, parecen salidos de una película de acción donde son los guardaespaldas de alguien importante, solo les falta el pinganillo porque el buen cuerpo y la pinta de malotes ya la tienen.
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Heridas
Romance¿Cuánto tiempo se supone que tardas en cerrar una herida?, ¿meses, años...?, esa pregunta ronda la cabeza de Michelle todas las noches. Todavia no hay respuesta claro. Ella tiene 18 años y este, va a ser su primer curso en la universidad. ¿Su plan...