JAMES
Al terminar de desayunar con Michelle, me ha pedido que la acompañara a su cuarto porque había olvidado un libro y le he prometido llamarla luego puesto que llegaba tarde a clases. La primera era hora era con el señor Lancaster y ya puede estar confesado la persona que llegue tarde a sus clases.
Después de primera hora las otras dos han pasado más rápidas y ahora me encuentro en una de las mesas de fuera donde me pega el sol mientras intento terminar un trabajo antes de la siguiente hora. Entonces diviso a West, Emily y Melody que viene directos aquí.
– Hola, James – saludan las chicas tomando asiento en frente de mi.
– Hey – me saluda West chocándome el puño. Y sentándose al lado de mi.
– ¿Qué tal la cita? – pregunta curiosa Melody, mientras que seis ojos se posan en mi esperando respuesta.
– Estuvo bastante bien – termino por decirles, mientras continúo tecleando. Aun seguía algo extraño por lo de esta madrugada y no quería que se me notara.
– ¿Bastante bien? – inquiere West con lentitud e incredibilidad en su tono de voz. –. Te organizamos la cita, Melody y Emily se encargaron de buscarte un buen look, los chicos sufrimos el subirnos a un coche en el que tú conducías y ni siquiera te acordabas de como hacerlo, para colmo te preste mi coche y tan solo "bastante bien" – repitió con mi tono de voz.
Termino de escribir y despego la mirada de mi ordenador para posarla en la de ellos mirándolos a todos. Esperaban una respuesta mejor eso estaba claro.
– Vale. Fue la polla – les termino por contestar y es que no había ni un ápice de mentira en mi respuesta.
– Así está mejor. Ah y, por cierto, todavía no he visto mi coche, pero solo espero que no tenga ningún rasguño o juro que te mató. – me amenaza West antes de coger su mochila y despedirse para acudir a su última clase.
Por mi parte guardo el ordenador y me quedo hablando con las chicas de una fiesta que al parecer se celebraría este fin de semana. Casi todos los fines de semana hay una en la fraternidad, pero últimamente me encierro en mi cuarto para intentar dormir o simplemente paso de acudir.
La última clase se me pasa algo más rápida que las demás y para cuando llego a la fraternidad no tengo casi hambre así que voy directo a mi cuarto. Busco mi móvil y le marco a Michelle para saber como esta, pero después de unos minutos me salta el contestador, así que supongo que seguirá en clase o lo tendrá apagado. Busco algo para mantenerme ocupado hasta la hora del entrenamiento y lo único que se me ocurre es coger mi libreta pequeña negra que utilizo a veces para apuntar mis pesadillas o simplemente pensamientos que cruzan mi desordenada cabeza.
Me siento frente al escritorio y me veo delante de una pagina en blanco con un lápiz en la mano buscando ideas para mi reportaje sobre esta chica misteriosa.
IDEAS PARA EL REPORTAJE
Sacarle fotos
Grabarla mientras juega al baloncesto
Tampoco se me ocurren grandes ideas, así que por el momento solo tengo esas dos. Podría llamarla más tarde y que viniera después del entrenamiento, así podría mantenerla ocupada y hacer que se ría un rato.
Son las cinco de la tarde y preparo dos o tres cosas que tengo que meter en la bolsa de entrenamiento. Antes de cerrarla lo coloco todo bien para que pueda meter la cámara. Ya se me ocurrirá algo para traerla a la cancha.
ESTÁS LEYENDO
Heridas
Romance¿Cuánto tiempo se supone que tardas en cerrar una herida?, ¿meses, años...?, esa pregunta ronda la cabeza de Michelle todas las noches. Todavia no hay respuesta claro. Ella tiene 18 años y este, va a ser su primer curso en la universidad. ¿Su plan...