MICHELLE
Estoy buscando desesperadamente mi cuaderno de prácticas por todas partes. Tengo clase en media hora, sigo en pijama, sin encontrar mi cuaderno y me cuesta diez minutos llegar en autobús. Esta tarde he tenido la gran idea de echarme una siesta porque estaba que me caía del sueño. El caso es que me he puesto la alarma, pero he comenzada a retrasarla cinco minutos y luego otros cinco y ya os podéis imaginar lo que ha pasado.
Me doy por vencida tras utilizar cinco minutos más de mi tiempo en la búsqueda del cuaderno. Decido llevarme el ordenador y tomar apuntes con el. Intento abrirme paso entre todo el desorden del cuarto hasta llegar al armario y coger el primer pantalón que encuentro. Lanzo el pijama al cesto de la ropa sucia y entra de forma limpia en el. Termino por calzarme mis tenis mientras estoy de pie dando saltitos. Salgo corriendo del cuarto y por las escaleras me voy haciendo un moño.
Corro hasta la parada de bus y cuando lo veo parado apunto de irse mis piernas comienzan a temblar y acelero lo que puedo hasta que llego por fin con las puerta a punto de cerrar. Me gano una mala mirada del conductor, pero me da exactamente igual, no estaba dispuesta a perder el autobús.
Al final llego, pero con dos minutos de retraso. La puerta de la sala esta abierta, aunque la profesora no esta, y creo que la suerte esta de mi parte por lo menos esta vez. Visualizo a James en el mismo sitio que la última vez y me acerco. Me dejo caer en el asiento muerta y es que no siento mis piernas de tanto correr. Mi moño esta hacia un lado y me lo vuelvo hacer bajo la atenta mirada de James.
- Vaya, parece que hayas acabado de correr una carrera de veinte kilómetros. - se ríe viendo mi estado y yo suelto un suspiro que llevo conteniendo desde que he salido.
- Es casi exactamente lo que acabo de hacer. - llevo mi cabeza hacia atrás retomando un poco de aire - todo fue culpa de posponer tantas veces la alarma.
Él serie un poco y niega con la cabeza mientras se pasa un pulgar por sus labios. - deja de mirarle los labios - mi voz interior me alarma y aparto la vista rápida. Espero que no lo haya notado.
- Parece que le das uso a mi sudadera - inquiere James sonriendo.
- Lo siento es lo primero que he pillado antes de salir - declaro algo avergonzada. No había caído en cuenta de ella hasta que ha dicho algo.
Nuestra breve conversación termina y minutos después aparece la profesora Margaret por la puerta andando de lo más tranquila como si no le preocupara llegar diez minutos tarde.
- Chicos disculpadme que haya llegado un poco tarde - se dirige a su mesa y deja sus cosas sobre ella. Se coloca delante de la mesa y cruza los brazos para comenzar a dar la clase.
¿De verdad?, quiero decir yo casi muero por intentar no llegar tarde a su clase y ella llega como si no hubiera pasado nada. Si lo llego a saber ni corro.
- Muy bien, no se si alguno de vosotros ya habréis empezado a hacer vuestro reportaje o por lo menos una lluvia de ideas, pero puede que esto os ayude un poco - continúa hablando - podéis comenzar con algo básico, una entrevista. Plantear las típicas preguntas sobre: ¿color favorito? ¿cumpleaños? ¿comida favorita? Etcétera, de esa forma sabréis lo básico y de ello podéis sacar algo más complejo, más profundo.
Sigo pensando que trabajar con James no será buena idea. Podré aguantar ese tipo de preguntas, pero y después que, los dos sabemos como acabaran las cosas. Y no de una forma pacifica.
- Recordad que tenéis que hacer dos reportaje, uno sobre vuestro compañero y otro que vuestro compañero tiene que hacer de vosotros.
Tras una hora más tarde de clase, al final se termina y mis tripa resuenan porque tengo hambre. Recojo cuanto antes las cosas y me coloco la mochila sobre el hombro.
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Heridas
Romance¿Cuánto tiempo se supone que tardas en cerrar una herida?, ¿meses, años...?, esa pregunta ronda la cabeza de Michelle todas las noches. Todavia no hay respuesta claro. Ella tiene 18 años y este, va a ser su primer curso en la universidad. ¿Su plan...