MICHELLE
Vuelvo a mi cuarto a paso lento después de haber estado casi una hora en Hard Rock tomándome mi café desconectada del mundo mientras escuchaba música, más concretamente Lewis Capaldi a quien últimamente escucho demasiado. En cuanto abro la puerta del cuarto me encuentro a Emily sentada en su cama con el móvil. Desde la fiesta no la había vuelto a ver. No es que la estuviera evitando... bueno tal vez, un poco... bueno si.
– Hola Emily – la saludo quitándome los cascos y cerrando la puerta.
– Hey, hola – me saluda reincorporándose y levantándose de la cama con rapidez – ¿podemos hablar? – me pregunta sería.
– Si, claro – el ¿podemos hablar? Venga de quien venga me da mala espina – siento mucho lo de la fiesta, me puse nerviosa – hace una pausa juntándose las manos – Thomas paso por algo parecido hace poco y pensé que tendríamos que llevarlo a urgencias por coma etílico o algo. En fin, que me puse nerviosa, te puse nerviosa a ti y a los demás. – lleva su mirada a los pies como si de verdad estuviera nerviosa – siento como te hablé. Lo siento mucho.
– Da igual porque ya es agua pasada – contesto cogiendo la ropa para meterme al baño. – le di agua con sal y azúcar porque mi madre me lo enseño. Cuando yo me encontraba mal por algo que había comido siempre me ayudaba a vomitar y me sentía mejor. – le expliqué – Thomas es tu amigo y entiendo que te preocuparas mucho por él.
– Gracias por ser tan comprensiva, pensé que a lo mejor me chillarías como las chicas de la otra habitación – me dice riéndose. Yo también me río, aunque me las recuerda y hasta el otro día no he vuelto a oírlas gritar, algo es algo – por cierto, esta tarde estaré en el cuarto de Nate por un trabajo ¿te importaría pasar a por mi? es que mi coche se averió la noche de la fiesta y Nate no pudo traerme luego. – me explica sentándose de nuevo en la cama. – es en la misma fraternidad de la fiesta, luego si quieres te paso la dirección.
– Pásame la ubicación y si no me pierdo te prometa pasar a por ti – confieso acordándome del show que monte con los autobuses.
– Gracias, te quiero mucho, nos vemos luego – se despide de mi con un abrazo y luego se hecha la mochila al hombro y se va clase.
Yo por mi parte me ducho, me arreglo tranquila y por último me preparo yo también la mochila para irme directa a clase.
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He acabado por fin las clases de hoy después de que casi me durmiera en la ultima y ahora me encuentro en el otro extremo del campus con un bueno paseo por delante hasta el cuarto. De camino saco mis cascos y los conecto al móvil dejando que suene The village de Wrabel.
Emily me ha escrito para recordarme que está en el cuarto con Nate y que luego pase a por ella, mientras tanto estoy recogiendo toda la ropa que tengo para lavar, metiéndola en una cesta para bajar al cuarto de las lavadoras. Una vez estoy allí me doy cuenta de que el cuarto es bastante grande con unas doce lavadoras y otras doce secadoras, que me cuesta un poco entender como manejarlas. Supongo que me acostumbre a la de mi casa y como tampoco hay ningún otro estudiante que se ofrezca a ayudarme intento arreglármelas. Al fin la programo para que acabe en una hora y vuelvo al cuarto para terminar de hacer cosas.
Me tiro sobre la cama y le doy mil vueltas a mi cabeza hasta que recuerdo que en la mini nevera Emily me dejó una bandeja con algo de arroz blanco que se hizo y le sobró así que mientras voy a la cocina comunitaria y caliento lo que queda de él, preparo en mi cuarto el ordenador encima de la cama para ponerme a ver Rapuncel. Si, soy una fanática de Disney. Lo que queda de tarde me la paso viendo la película y comiendo.
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Heridas
Romance¿Cuánto tiempo se supone que tardas en cerrar una herida?, ¿meses, años...?, esa pregunta ronda la cabeza de Michelle todas las noches. Todavia no hay respuesta claro. Ella tiene 18 años y este, va a ser su primer curso en la universidad. ¿Su plan...