Capítulo 42

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MICHELLE

Hoy por la mañana me ha costado levantarme de la cama para salir a correr, pero me ha venido genial porque he podido despejarme un poco. Me he tomado mi tiempo en Hard Rock con mi café y mi música mientras repasaba mentalmente todas las cosas que tengo por hacer hoy, si, me he propuesto ser productiva hoy. Sencillamente ni preguntéis.

Al final el pensamiento me ha llevado a que no tengo nada que hacer, si, como lo oís. Esta semana no tengo trabajos, ni exámenes ni siquiera nos mandan demasiada tarea, y he entrado en el mood de que por primera vez no me apetece quedarme encerrada en el cuarto.

Una vez he vuelto y he salido de la ducha la única idea que a cruzado mi mente ha sido que me apetecía salir al centro comercial para darme una vuelta. He dicho que no quería quedarme en el cuarto y es verdad, pero me apetece hacer algún plan sola por eso aprovechando que Emily se va iré sola. Así que aquí estoy ahora terminando de pasarme los vaqueros por las piernas.

– ¿Seguro que no quieres que te acompañe? – me pregunta Emily por tercera vez en lo que llevamos de mañana.

– Em, tranquila solo iré a dar una vuelta y volveré dentro de unas horas, tú vete tranquila a la biblioteca. – aseguro mientras al fin consigo subirme dl todo los vaqueros.

Esta vez es ella la que esta llena de exámenes y se pasa las mañanas, y las tardes en la biblioteca o estudiando con las chicas o Nate. Pero le sabe mal dejarme hacer algún plan sola, por eso cuando le he dicho que me iba se ha ofrecido tantas veces. Se que quiere acompañarme y no le importaría, pero también se lo que le importa sacar nota en estos exámenes, así que le he prometido invitarla a comer cuando los termine.

Me hago un nudo en los cordones de las zapatillas y ya estoy lista. Me miro una vez más en el espejo comprobando que todo este bien. Arriba llevo una camiseta básica blanca que he optado por metérmela dentro del pantalón y como abrigo una camisa a cuadros blancos y negros que le robé en su momento a Roy . Por último, unos vaqueros azules y un cinturón a juego con la camisa.

Meto las cosas necesarias en mi mochila negra y paso una vez más al baño, pero esta vez para hacerme una trenza con unos pelillos cortos que no me llegan cayéndome por las mejillas. Busco mi móvil por mi mesa, mi cama y dentro del armario, pero nada comienzo a volverme loca hasta que Emily me observa.

– ¿Buscas esto? – pregunta sosteniendo mi móvil entre sus dedos y enarcando una ceja.

Últimamente soy demasiado despistada y demasiado desordenada. Mi madre me mataría y Roy se sorprendería en el caos en el que vivo.

– Gracias – contesto mientras lo coloco en el bolsillo trasero de mi pantalón. – Escucha ¿quieres que te acerque hasta la puerta de la biblioteca? – le pregunto abriendo la puerta y esperando a una respuesta.

– Por favor – contesta saliendo la primera y poniendo morritos.

Salimos las dos de la residencia y vamos andando hasta mi coche, mientras Em me cuenta todo lo que va hacer y estudiar esta mañana y parte de la tarde. Poco es decir que me agobio hasta el punto de que quería ponerme a estudiar mi asignaturas, aunque no tuviera nada. Después de diez minutos la dejo en la biblioteca con su café de Hard Rock y me voy directa al centro comercial.

Cuando por fin llego, busco un sitio para aparcar, pero después de llevar diez minutos dando vueltas de un lado a otro diviso a un coche que se va y me ofrece el sitio, ya comenzaba a perder la paciencia. Bajo del coche y comienzo a andar sin un rumbo fijo y sin ninguna idea de donde ir primero.

Las primeras tiendas son todas de vestidos de fiesta y trajes, y aunque me quedo mirando los escaparates que tienen distintos vestidos de diferentes medidas colores, con más menos brillos, termino pasando rápidamente a las siguientes, tiendas deportivas eran mis favoritas.

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