MICHELLE
Los días de diciembre iban pasando y con ellos traían el frio y las noches de lluvia. Aquí en Nueva York hacia dos noches que comenzó a nevar y ahora todo el campus estaba cubierto con una fina capa de blanco por todas partes. Las zonas de césped donde antes nos sentábamos en los descansos, habían quedado cubiertas de nieve, igual que las mesas donde Alice y Thomas terminaban sus deberes de última hora. Tanto en nuestra residencia como en muchas de las clases ya tenían puesta la calefacción y era algo que agradecíamos todos.
Claro que yo no me lo esperaba, recuerdo que en mi instituto nunca la llegaron a poner porque siempre estaba rota y entonces Roy y yo siempre acudíamos con mantas para soportar las clases de matemáticas en la planta de abajo donde más frio hacía, o incluso para gimnasia llevábamos dos pares de calcetines y guantes en las manos.
Era viernes y mañana organizaban la fiesta de navidad en la fraternidad de los chicos y James me pidió que fuera con Emily y con las chicas. Me prometió que me lo pasaría bien, que desconectaría de estas semanas de trabajos y exámenes. Pensándolo bien que iba hacer quedarme en la habitación sola. Al final decidí decirle que si, que iría con las chicas y que intentaría pasármelo bien.
Ahora tenía el descanso entre clases y estábamos todas las chicas sentadas en una mesa de Hard Rock con nuestras tazas de chocolate caliente.
– Mañana es la fiesta y he pensado que podríamos ir a comprarnos algún vestido ¿que os parece? – pregunta Melody con tanta emoción.
– Me parece bien.
Nate es quien contesta cuando aparece, con los chicos detrás suya. Buscan unas sillas mientras que se acoplan a nuestra mesa. Nate se coloca al lado de Emily y la saluda con un beso en los labios. Thomas y West se sientan al lado de Alice y Melody.
– ¿A que hora quedamos? – inquiere Thomas dando un trago de la taza de chocolate de su hermana.
– ¿A las dos os parece bien? – James arrastra una silla hasta ponerla al lado mía y cuando se sienta me pasa la mano por detrás. – tengo entrenamiento, pero supongo que podemos quedar en cuanto salgamos
– ¿Os habéis resbalado con la nieve, o algo? – pregunta Alice con un tono de confusión. – os conocemos bien ¿desde cuando os a interesado acompañarnos a comprar ropa?
– Desde que nosotros necesitamos trajes negros. – contesta West – ha salido en el tablón de fiestas que esta vez los chicos tenemos que ir en traje negro con corbata y todo.
– Vamos a parecer guardaespaldas – contesta Thomas. Todas nos miramos las unas a las otras y estallamos a reír. Los chicos siempre van con vaqueros y sudaderas simples, verlos esta vez con traje será maravilloso y gracioso a la vez.
– Ah, y también ha salido que esta vez las chicas tenéis que ir de rojo, ya sabéis por el tema de la navidad y ese rollo. – termina de hablar Thomas mientras le da otro sorbo al chocolate de su hermana y esta acaba por darle un codazo.
Le echo un vistazo a mi móvil controlando la hora para que pueda llegar bien de tiempo a la siguiente clase. Me toca en la otra punta del campus además de que tengo examen. La pantalla del móvil se ilumina y me da las diez y media.
– Mierda, que no llego. – guardo los apuntes en la mochila y la cierro lo más rápido que puedo – ahora tengo examen, pero a las dos me viene genial. Os veo luego.
Salgo corriendo de Hard Rock. Tengo cinco minutos para llegar a la otra punta del campus si quiero hacer mi último examen. Mis pies empiezan a ir cada vez más rápido y mi mochila me golpea en la espalda con cada zancada que doy. Temo resbalarme por la nieve del asfalto, pero nunca he llegado tarde a un examen.
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Heridas
Любовные романы¿Cuánto tiempo se supone que tardas en cerrar una herida?, ¿meses, años...?, esa pregunta ronda la cabeza de Michelle todas las noches. Todavia no hay respuesta claro. Ella tiene 18 años y este, va a ser su primer curso en la universidad. ¿Su plan...