Capítulo 4

91 8 2
                                    

MICHELLE

Llevo toda la mañana andando y puedo decir honestamente que ya no siento los pies de todas las vueltas recorridas y por haber recorrido, pero a merecido al fin la pena. He podido recorrerme absolutamente todo el campus, y ya tengo una ruta trazada para salir a correr, desde mi residencia hasta una cafetería que también he descubierto y que aproximadamente, lo calculado es que son unos diez kilómetros por lo que este punto de mi rutina la podre retomar mañana. No os mentiré si os digo que me he equivocado un total de tres veces cogiendo el autobús porque me he hecho un lio con los números que tienen colocados y casi acabo en la otra punta del campus, donde se toma la carretera directa al centro de Nueva York.

Después de esa pequeña y aterradora aventura con los autobuses, y digo aterradora porque soy una dramática y pensaba que no sabría como volver, pero lo he conseguido. Por último, he entrado a Target para comprar diferentes tipos de galletas, rosquilletas y alguna que otra bebida para la mini nevera del cuarto. Cuando estaba a punto de volverme he encontrado una tienda de muebles vintage al fin tengo cosas para mi cuarto y para decorarlo. Ahora estoy frente a la parada de bus la que he comprobado más de una vez si es la correcta. Si lo es.

Por fin llego al cuarto y me fijo en que sigo estando sola, y es que no hay pista de que Michelle haya estado aquí. Entro y dejo las bolsas en el suelo mientras me tiro en la cama ahogando un suspiro de cansancio, ahí es cuando me doy cuenta de lo mucho que me duele la rodilla derecha. No le doy importancia y busco mi móvil para mandarle un mensaje a Roy. Mientras lo hago muy a mi pesar me levanto de nuevo de la cama y busco mi mochila donde meto un cuaderno y unos bolis para la reunión que tengo ahora las doce y que como no salga ahora llegare tarde.

---

Vuelvo de nuevo al cuarto teniendo algo de hambre y hago uso de coger una manzana junto a un paquete de galletas que he comprado. Antes de sentarme a comer me cambio de ropa colocándome el pantalón corto, la sudadera y me hago un moño desordenado de los que se me escapan unos mechones los cuales me caen por el rostro. Decido comer mientras saco la comida del Target que coloco en la mini nevera y paso a sacar la poca decoración he comprado. Lo primero saco una tira de luces, que coloco en la pared al lado de mi cama. Continuo con un viejo marco de color dorado no muy grande donde coloco una foto de Roy y mía que guardaba en un libro para que no se arrugara y se queda en un lado del escritorio. Por último, dos plantas pequeñas artificiales, porque mis métodos de jardinera son nulos, por no decir inexistentes.

Me paro a observar los dos lados del cuarto y son de lo más opuestos. Su lado esta más recargado que el mío con un montón de fotos de ella con los que creo que son familia y amigos, algunos posters de música donde solo puedo reconocer el grupo de Pink Floyd. Luego esta mi lado, unas luces una foto y dos plantitas monísimas y artificiales.

Para entonces mi móvil vibra sobre la cama y lo cojo para ver quien es.

De Roy:

Hey, que tal pajarillo. ¿Cómo es tu vida de universitaria?

Lo que queda de tarde me la paso hablando con él y contándole que "la vida de universitaria" no estaba tan mal. Por supuesto había evitado el tema de la fiesta que me nombró West, pero era simple no pensaba ir.

Para Roy:

Por la mañana he ido a dar una vuelta para conocer el campus

Recibo al momento su respuesta.

De Roy:

Eso esta muy bien ;)

De un momento para otro la puerta se abre y con ella entra Emily con la misma ropa de ayer y su mochila negra colgando del hombro.

– Hola Michelle. ¿Qué tal? – pregunta entrando y cerrando la puerta tras ella

– Hola Emily, bien – contesto reincorporándome de la cama apoyándome sobre mis codos.

– Pareces algo cansada – añade lanzándose ella sobre su cama.

– Un poco, he ido a dar una vuelta esta mañana por todo el campus. – confieso

– ¿Te has perdido con los autobuses? – me pregunta reincorporándose ella hasta sentarse en la cama.

– Si, que me he perdido – contesto algo avergonzada. Debo de tener muy poco sentido de la ubicación al perderme cogiendo unos autobuses.

Ella se ríe, pero termina por volver a hablar – no te preocupes a todo alumno le pasa. En serio no conozco a persona que no le haya pasado.

La verdad es que me reconforta un poco las palabras que me esta diciendo porque esta mañana me he sentido un poco estúpida. Las dos nos reímos hasta que nos sumimos en un silencio algo incomodo.

– Oye... siento no haber aparecido en todo él día y parte de ayer. – contesta en un tono muy bajito. – he estado con mi novio Nate. – añade.

– Tranquila, me he cruzado esta mañana con tu amigo West y me lo ha dicho – contesto casi en el mismo tono de voz. No tiene porque disculparse porque no me importa.

– Sabes, he traído esto – me dice moviendo una bolsa con creo que es comida. Me la pasa y yo la pillo al vuelo. Cuando la abro lo confirmo, es una hamburguesa con una bolsa de patatas y un refresco. – pensé que tendrías hambre. – me sonríe.

– La verdad es que si – no miento, comenzaba a tener hambre, pero me daba palo ir a la cocina comunitaria a por algo de comer.

Mientras las dos cenamos cada una sentada en su cama hablamos un rato y ella termina por darme consejo sobre como sobrellevar a los profesores de este curso, luego hemos pasado hablar sobre ella y su novio Nate hasta que yo le he hablado de Roy, aunque me he mantenido más como espectadora escuchándola que como habladora. Pero al fin ha acabado por salir el tema que intentaba evitar.

– Hay una fiesta en la fraternidad de los chicos para dar comienzo al curso – me informa llevándose un bocado de hamburguesa. - ¿podrías venirte? – termina por preguntarme.

– Ya bueno... no soy mucho de fiestas – confieso en el mismo tono que le conteste a West. Frío y directo.

– Aun tengo tiempo para convencerte – me dice riéndose. No creo que tengas tiempo para convencerme amiga.

Ahora ya no me interesa ir a ninguna fiesta, pero antes me gustaba ir de vez en cuando con Roy, donde los dos nos reíamos y nos divertíamos sobre todo yo viendo como se ponía Roy con alguna copa de más. Comenzaba a bailar a modo robot o incluso acababa por el suelo rodando mientras yo me meaba de la risa. Siempre fui la que controlaba de los dos y él el que se pasaba y acababa durmiendo en mi casa para que su madre no le riñera, pero todo eso cambio y encontrarme a mi en una fiesta era tiempo perdido e imposible.

– En serio Michelle, las fiestas en la fraternidad son lo más. – dijo ella dando un sorbo de su refresco – muchas de ellas son normales es decir como cualquier fiesta, pero de vez en cuando en el tablón de fiestas hay algún código, tipo ir vestidos de blanco, o fiesta de disfraces o temática navideña – Emily no dejaba de hablar sobre el tipo de fiestas que se daban aquí pero no voy a mentir, hacia minutos que había desconectado y me estaba esmerando con la hamburguesa y las patatas que tenia ante mi.

Al final continuamos hablando hasta que inconscientemente las dos nos quedamos dormidas después de no dejar de hablar y haber cambiado el tema de las fiestas por el de que me presentaría a sus amigo. Tema que también estaba evitando. – Michelle, nada de fiesta y de amigos, solo céntrate en la búsqueda de prácticas y en estudiar – por una vez estaba de acuerdo con mi voz interior.

HeridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora