1- Un tema sensible

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«Camila West»

Daría la vida por estar justo ahora en mi casa.

Agh...

Todos los días es lo mismo: Despierta, ve a la preparatoria, soporta a los profesores y los molestos compañeros, luego ve a casa, duerme y vuelve con lo mismo.

Día a día.

Y hacer lo mismo a diario cansa.

Pff...

Llegar a la escuela, ir al casillero, tomar los libros, entrar al salón y comenzar el día dando historia como... hoy.

No jodas.

Levanto mi cabeza ya que la tenía sobre la mesa y miro al frente para encontrarme con el rostro de: no soporto tus estupideces del profesor Smith.

—Siempre metida en tus pensamientos —comienza a caminar y se detiene frente a mí—. Cada día haces lo mismo, si no te interesa esta clase no entres más y listo.

—Lo siento —murmuro, aunque en verdad no siento nada.

—¿Crees que un "Lo siento" lo resuelve todo? Haces lo mismo día a día, Camila. En cada turno de historia. Ya me tiene bastante arto tu comportamiento —me señala—. Sal del salón, y espero que hoy pienses un poco y recuerdes que Historia puede hacerte suspender el año.

—Como usted diga —asiento y recojo mis cosas para levantarme.

—Tus padres sabrán de esto —agrega—. No pienses que no les diré.

No digo nada y salgo del salón sintiendo la mirada de mis compañeros en mí.

Idiota.

¿Acaso no sabe decir las cosas a solas?

No, él tiene que decirlo frente a todos.

                             (.....)

El timbre suena al fin indicando que ya es la hora de la salida y recojo mis cosas sonriente.

¡Ya puedo ir a casa!

Salgo de la preparatoria con mis audífonos puestos y con la música a todo volumen y me siento en unas bancas que se encuentran en la salida de la preparatoria a esperar a mamá.

Tarareo la canción que se reproduce ahora en voz baja pero dejo de hacerlo al sentir la presencia de alguien más.

Quito mis audífonos y ruedo mis ojos al ver a la chica más hipócrita del universo frente a mí.

—¿Qué quieres Kate? ¿Una amiga nueva? —le pregunto algo cansada.

—No, a mí no me hace falta, sin embargo... a tí sí. ¿No te cansas de estar sola todo el rato con tus estúpidos audífonos? Parece mentira que siendo una de las chicas con más dinero de la preparatoria y andes como un perro abandonado.

—No quiero amigas que sólo quieran estar a mi lado por el dinero de mis padres. Prefiero andar sola antes que tener amigas falsas como las que tienes tú.

—No son falsas —sonríe—. Somos las populares y siempre andamos juntas, lástima que tú te quieras pasar al bando de las que dan asco. Ni siquiera sabes aprovechar las oportunidades.

—Me basta con mi mejor amigo.

—Mejor amigo que vez cada diez meses... Por favor Camila, eres bien ingenua, él tiene amigos allá.

—¿Y a tí qué te interesa eso? Es mi vida, no te metas.

—Sólo te digo que te vendría bien buscarte unas amigas.

—Claro, igual que tú eras mi amiga y justo cuando murió mi hermano me hiciste a un lado y jamás volviste a mirarme, ¿no? Eres como las demás, sólo sacas beneficios de las personas, pero jamás devuelves las cosas. Tragate tus estúpidas palabras y lárgate de mi camino. No quiero nada de ti, ni siquiera que te me acerques.

—Ay, ¿qué tienes, rabia?

—Sí, y te puedo meter un puñetazo para que vez que tan agresiva soy —le enseño mi puño pero lo bajo al ver el auto de mamá acercarse.

—Tonta —murmura.

—Hipócrita —resoplo y camino hasta el auto de mamá.

Al llegar hasta ella entro y me siento en el asiento del copiloto. Ella besa mi mejilla sonriente y entrecierra sus ojos por unos segundos.

—¿Te estaba molestando? —me pregunta poniendo el auto en marcha y arrancando a una velocidad moderada.

—Es algo normal. Se ha vuelto su pasatiempo favorito —resoplo.

—¿Quieres que hable con ella? —me pregunta y niego con mi cabeza.

—Mamá, se defenderme. No puedes resolver mi vida siempre.

—Uhm, lo sé. Ya estás al cumplir dieciocho, estás hecha toda una mujer.

Hago una mueca cuando termina de decir eso.

Toda una mujer...

No ibas a ser un hombre.

Por Dios, conciencia, tú entendiste.

Sí, sí.

Cumplir dieciocho años... A esa edad mi hermana se fue de casa y jamás volvió.

Y mis padres nunca me dijeron el porqué.

¿La razón de no decirme? Pues ni yo lo sé.

Mi hermana era de las que se iba de fiesta en fiesta y gozaba al máximo.

Luego se fue para no volver, ni siquiera se despidió de sus dos hermanos, nos dejó a un lado como si fuéramos... basura vieja.

Cuando en verdad nosotros la amabamos.

—Te voy a hacer una pregunta —le digo a mamá—. Y quiero que me respondas con toda la sinceridad del mundo.

—¿Ok? —frunce su ceño sin dejar de mirar la carretera.

—¿Me puedes decir la razón por la que Wendy de fue de casa? —cruzo mis brazos y mamá detiene el auto repentinamente.

—¿Por qué preguntas eso?

—Porque Wendy es o era mi hermana y no sé nada de ella —resoplo y mamá vuelve a poner el auto en marcha.

—No tiene sentido que preguntes eso ahora, ya hace tiempo que ella se marchó.

—¿No tiene sentido qué lo pregunte ahora? —enarco una ceja—. Hello! Cada vez que les preguntaba a ti y a papá ustedes cambiaban el tema de conversación. Jamás nos dijeron la razón a mí y a Camilo. Mi hermano murió sin saber el motivo.

—No metas a tu hermano en esto —me pide.

—¿Por qué? Sabes que es la verdad mamá, jamás nos dijeron nada de ella, ni siquiera si está viva o...

—Ella se encuentra bien —me dice cortante—. Dejemos el tema para otro momento.

—Ok, como quieras mamá —resoplo y miro hacia el frente.

Siempre es lo mismo.

Hablar de Wendy es algo imposible y un tema algo sensible para ella

         ✓Reeditado✓

Como ya leyeron el capítulo está reeditado y los siguientes también lo estarán♡

Poco a poco iré editando la historia. No completa, porque luego del capítulo 29 la historia se puede leer y entender perfectamente♡

Decidí reeditar la historia porque la verdad, al ser la primera historia que escribí en toda mi vida, tenía grandes errores en la narración.

Errores que al leerlos podrías decir: no inventes.

Jejeje.

Gracias por leer♡

Solo él✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora