A veces hacemos las cosas sin pensar en las personas a las que podemos lastimar, y aún así las hacemos, sin importar las consecuencias.No dejo de pensar en eso. Con mis ojos cerrados y apoyada en el respaldo de la cama de Matteo, que es mi mejor amigo, mi hermano... las lágrimas rodando por mis mejillas y mi cabeza sobre mis rodillas...
A mi mente llegan muchas cosas, demasiadas cosas y entre esas:
Traicioné a Alan, que es mi novio.
Traicioné a Samantha, que se había convertido en mi mejor amiga.
Y me traicioné a mí misma, a la amistad que tenía con Matteo, por dejarnos llevar, por no salir de esta habitación, por dejarme besar por él.
¡¿Pero qué mierda he hecho?!
Ahora mismo me siento sucia. Me siento super mal. ¿Y ahora que le hago? Esto fue un error...
Pero ya para que decirlo ahora, sí, de todas formas ya está hecho ese error.
Todo fue un error. Un muy grande error. Pienso en lo de anoche y me imagino que me acosté con mi hermano, porque es así.
¡JODER!
Siento asco de mi misma.
Matteo es mi hermano, desde pequeños nos conocemos, y aún así nos dejamos llevar...
Faltan diez minutos para que la alarma suene.
Pongo los pies en el suelo de la habitación, recojo mi pijama y me la pongo. Cojo mi teléfono y salgo del cuarto. Bajo las escaleras, los padres de Matteo están en el comedor. Salgo por la puerta de atrás, cruzo la valla y entro por la puerta de atrás a mi casa. Subo las escaleras corriendo y entro a mi cuarto.
Dejo mi teléfono sobre mi cama, entro a la ducha y me quedo bajo el agua lo suficiente, froto mi piel con el jabón como si haciendo eso pudiera dejar de sentirme sucia.
Llevo más de veinte minutos bajo el agua, y me importa una mierda, me da lo mismo coger un resfriado, me da lo mismo la preparatoria, me da lo mismo todo, todo me da igual, menos algo, y ese algo es Alan, Alan y Samantha.
¡Diablos!
¡¿Por qué lo hice?! ¿POR QUÉ?
Todos cometemos errores, ¡pero diablos!
¿Qué es más feo que traicionar a alguien?
Yo amo a Alan, ¡joder!
Matteo es mi mejor amigo.
Samantha es mi mejor amiga, mi primera amiga después de tres años.
Alguien toca la puerta del baño. Seguro es mamá.
Ya se cansará de tocar...
Cierro mis ojos bajo el agua, y apoyo mi espalda a la pared. Vuelven a tocar, abro los ojos, aunque veo un poco borroso, es el cuerpo de un hombre, más bien un chico.
Y ese chico es Matteo, y... no voy a salir de aquí.
Vuelve a tocar más fuerte.
Respiro profundamente. Presiono el botón para que deje de salir el agua. Cojo mi toalla y me enrollo en ella.
Antes de salir del baño me miro en el espejo, mis ojos están hinchados al igual que mis labios, y mi piel morada, por el frío.
Salgo del baño. Ni siquiera miro a Matteo, abro mi closet y saco otra pijama, me pongo detrás del vestidor y me visto.
Tengo mucho frío. Demasiado, y no a llegado invierno. Es por la larga ducha...
Me meto en mi cama y me tiro mi mantita encima. Siento la mirada de Matteo sobre mí, lo ignoro, aunque siento que algo va mal. Lo miro de reojo. Él tiene los ojos hinchados y los labios apretados.
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Solo él✔
Teen Fiction¿Una historia de amor? Mmm, tal vez. ¿Diversión y aventuras? Sí, las encontrarás aquí en mi historia. ¿Alguna vez han pasado por algo terrible que los ha hecho derrumbarse ya que esa persona era tu estabilidad y tu felicidad sólo dependía de ella? S...