Solo él✔

7- Rubia peligrosa

—No tienes derecho a hacer eso.

—Lo siento, ¿vale?

—¿Crees que un "lo siento" lo resuelve todo"?

Me despierto de golpe al escuchar esa última frase.

¿Mi profesor Smith está aquí?

Me levanto rápidamente y caigo al suelo causando que me dé un doloroso golpe en mi trasero.

—¡Auch! —suelto un quejido y hago una mueca.

—¿Qué pasó? —un adormilado Matteo pregunta con un ojo abierto y otro cerrado.

—Creí escuchar voces afuera, y hasta las confundí con las de mi profesor.

—¿Voces? —Samantha frunce su ceño.

—¡No tienes el derecho! —las voces vuelven.

—Sí, esas voces —señalo.

—¿Qué hace Olivia aquí? —Samantha se levanta rápidamente y se pone una chaqueta para salir de la cabaña.

—¿Quién es Olivia? —le pregunto a Matteo.

—La novia de Alan.

—Ay mamá —abro mis ojos de par en par.

Matteo igual de levanta con el pretexto de que el chisme es el chisme y yo camino detrás de él como si fuera la pantera rosa para que nadie me vea.

—Al menos me hubieras dicho que no querías más nada conmigo y no enviarme un vídeo de tú besando a una puta —la tal Olivia le dice a Alan y este rueda sus ojos.

La chica es guapa, muy bonita. Cabello rubio y largo, ojos verdes y un cuerpo que grita peligro...

—¿Enserio? No me jodas Olivia, la primera vez que te dije que no quería nadar contigo casi causas el divorcio de mis padres y hasta los expulsaron de sus trabajos.

—Lo hice porque no quiero que me dejes, te amo Alan...

—No, no me amas. Si lo hicieras no hubieses hecho nada de lo que hiciste.

—Alan...

—Olivia, ya no siento nada por tí. Es que nunca sentí nada. Sólo me gustaste porque eres hermosa pero ya no Olivia. Ya no me gustas y no quiero más nada contigo.

—Vete de aquí Olivia —Samantha sale a decirle—. Y no jodas más a mi hermano.

—Me las van a pagar —la rubia gruñe—. No lo dejaré tranquilos a donde vayan. Esta vez los van a despedir y no van a encontrar trabajo en ningún lado.

—Pero es que eso es imposible —Matteo ríe—. Mis tíos no despedirían a los padres de los amigos de su hija.

El chico toma mi mano y tira de ella. Olivia me mira con la boca abierta y negando con su cabeza.

—Pero si esta es la puta del vídeo, te voy a matar —la chica se lanza hacia mí pero Alan la detiene y me coloca detrás de su espalda.

—Con ella no te metas, la besé porque se me dió la gana y era un juego. No quiero más nada contigo, ya te lo dije, ahora marchate.

—Como quieras Alan —la chica asiente y luego me mira—. Te lo puedes comer completito. Hay mejores que él.

—¿Y si hay mejores porque no te lo búscaste antes? —el pelinegro enarca una ceja—. Claro, tenía que terminar te para que lo hicieras.

—Vete a la mierda, Alan. Tú y tu puta —la chica se aleja dando grandes zancadas.

—¡Al fin se va la rubia peligrosa!—Samantha resopla y entra a la casa, Matteo la sigue riendo.