32- En peligro

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Justo ahora estamos en la casa de la señora Brown.

Cientos de recuerdos llegan a mi mente y sacudo mi cabeza.

Vinimos a investigar, no a recordar como Kate era antes mi amiga...

—Toca el timbre tú —Matteo me dice, presiono el timbre, la señora Brown abre enseguida, en menos de cinco segundos como si ya nos estuviera esperando.

—Entren.

Entramos a la casa, nos sentamos en un sillón de la sala los tres y la señora Brown se sienta en otro frente a nosotros.

—Bien, pueden preguntarme.

Miro a Matteo, él suspira.

—¿Quién cree que asesinó a Kate?

La señora Brown, cierra los ojos un momento y suspira.

—No lo sé, la verdad. Kate tenía muchos amigos, tenía su mejor amiga, esa niña... —ella piensa por un momento—, Olivia, si, esa era su mejor amiga, pero ella es muy buena, aunque no la veo hace tres días, pero lo más seguro es que esté mal, igual que yo.

Matteo, Samantha y yo intercambiamos miradas.

Así que los padres de Kate— o bueno, la madre —no sabe que Olivia era la novia.

—¿Notó a Kate con alguna actitud rara días atrás? —esta vez Samantha le pregunta y ella asiente.

—Siempre traía un golpe en la cara, ella me decía que se los hacía porque estaba entrenando karate, por eso no investigué más en eso.

—¿Usted tiene el celular de Kate? —le pregunto y asiente—. ¿Nos dejaría verlo?

—Está bloqueado, no abre, de ninguna manera, ya Roger lo intentó de mil formas y no pudo, es como si lo ubieran hecho a propósito, para que nosotros no pudieramos mirar el teléfono.

—¿Alguna discusión que haya tenido Kate? —Samantha le pregunta.

—Sí, discutió con Rick, su primo, y no se hablaron más, eso fue hace una semana.

—¿A Kate la asesinaron aquí? —pregunto, ella asiente y sus ojos se llenan de lágrimas.

—Yo... esa noche, Kate subió a su cuarto normal, yo sentí un auto por el callejón de atrás, pero pensé que era su amiga, por eso no me levanté, por la mañana fuí a llamar a Kate, ya tenían que ir a la preparatoria, pensé que se había quedado dormida, abrí la puerta y... y estaba, estaba muerta, alguien le disparó, en el pecho, en la frente, en las piernas, yo no sé como no escuché, no sé —la señora Brown se pone las manos en la cara y comienza a llorar.

Me acerco a ella y la abrazo.

—Ya Clara, no llore por favor —le digo mientras acaricio su brazo.

—Es mi culpa, yo tenía que haber visto ese auto, ni siquiera... no pude decirle cuánto la amaba —murmura en voz baja, yo la sigo abrazando.

Miro a Matteo y le hago señas para que suba y busque el teléfono de Kate, él me dice en un susurro loca.

Samantha se levanta y acaricia el cabello de Clara.

—Señora ¿quiere un calmante o un vaso con agua?

—Sí por favor, están en la cocina —Samantha camina hasta el pasillo y entra a la cocina.

—Clara, ¿usted está bien aquí sola hasta que llegue su esposo? —le pregunto y ella susurra un no.

—Yo quiero que encuentren a el asesino, Camila, yo no dormiré hasta que la policía lo encuentre.

Solo él✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora