Un mes pasó... ¡Y mi cumpleaños llegó!No lo puedo creer, es... ¡Aahh!
Hoy ya es diez de julio. Cumplo dieciocho años y... jamás pensé llegar a cumplirlos, la verdad.
Matteo, Rush, Samantha, Alan, Duda, Louis y su mamá Sarah, mis padres, Wendy, Lucy y Tía Estella están aquí conmigo, ahora estamos en mi casa, luego por la tarde iremos a la playa, ya que gracias a la fabulosa idea de Alan se hará una gran fiesta, donde toda la preparatoria está invitada.
—Camila, ven aquí, es hora de los
regalos —mamá me llama y me siento a su lado lugar en donde todo el mundo comienza a poner los regalos encima de la mesa.—¡Uyy! ¡yo pienso que por la noche la gente de la prepa te regalen cosas caras! —Samantha dice emocionada, está más feliz que yo que soy la que cumpleañera.
—Como si no regalan nada, lo importante es que vayan bastantes personas, porque entonces sería dinero gastado —digo abriendo el primer regalo, el de Matti.
—Y dime, ¿te gusta? —Matteo me mira mordiéndose las uñas.
Me regaló un unicornio de peluche negro, ¡Dios! un unicornio negro, desde pequeña lo quería, y junto al peluche una pijama de unicornio de igual color.
—¡Me encanta! —lo abrazo y él me da una vuelta.
—Bien, bien, ¡ahora el mío! —Samantha casi me tira encima el regalo, lo abro y Wow wow wow...
Es lo más hermoso que he visto en mi vida: un vestido negro con escote en forma de corazón, junto al vestido vienen unos zapatillas, y un collar. Esto es muy caro y esta chica si sabe lo que es estilo.
—Gracias, gracias Samy, me encanta —le digo, ella chilla como siempre y me abraza.
Los otros regalos igual me encantaron, Duda me regaló libros que siempre había querido, Louis me regaló muchas fotos de mi hermano, y para mí ese regalo es el más especial de todos, después que robaron las fotos las pude recuperar gracias a las que me dió. Mamá y papá me regalaron el dinero para un auto, pero no lo acepté, soy de esas personas que si tienen un auto son capaces de volar en la carretera.
Wendy, Lucy y tía Estella me regalaron un piano, ya que mi hermano siempre quiso uno, y bueno...
Llegó el turno de Alan, él me mira y sonríe.
—Mi regalo es un viaje, dentro de dos semanas, nos iremos a la playa del amor por una semana los dos, tú y yo —él dice, miro a mamá y papá y asienten, Alan me da un beso en la mejilla y me abraza.
Dios este chico... qué puedo decir...
—¡Hora del pastel! —papá anuncia, todos nos sentamos frente a este, las velas están encendidas, hay diesiocho en total y me coloco frente al pastel.
—Vamos Cami, pide un deseo —Matteo me susurra.
—Mi mayor deseo en este momento sería que siempre estemos todos juntos, y nadie nos separe —soplo las velas, mamá se limpia una lágrima que se le escapó y junto a papá me abrazan.
—Felicidades hija, has crecido mucho, te amo demasiado —mamá dice llorando, no puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas de felicidad, por tenerlos a mí lado.
—¡Ahora a comer pastel! —Lucy se acerca a mí saltando, mamá comienza a repartir el pastel, y todos a comer.
Y como en los ocho años de Matteo, pedazos del delicioso pastel de chocolate volaron por el aire...
(.....)Ya por la tarde todos fuimos a la playa, en bikini, se puede decir que no hay por donde caminar, hay muchas personas, todos estudiantes de la preparatoria, algunos se han acercado a mí a felicitarme, otros me han mirado con cara de solo vine por divertirme no a felicitarte... En fín. La música está tan alta que explota oídos, y ya hay gente bebiendo y fumando, y ni decir los que bailan.
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Solo él✔
Genç Kurgu¿Una historia de amor? Mmm, tal vez. ¿Diversión y aventuras? Sí, las encontrarás aquí en mi historia. ¿Alguna vez han pasado por algo terrible que los ha hecho derrumbarse ya que esa persona era tu estabilidad y tu felicidad sólo dependía de ella? S...