11- Kate la bondadosa

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—Camila, más rápido —Matteo me pide, lo intento pero me es imposible.

Estoy súper agotada. Mis piernas duelen.

—Matteo no aguanto más.

—Solo un poco más, Camila.

—En auto hubiera sido más rápido, Matti.

—Yo no fui el que olvidó poner la alarma —me pone mala cara y agarra mi mano para tirar de mí y así poder llegar a la preparatoria.

No doy más, joder.

Y el puto no se atrevió a sacar su auto.

¿La razón?: me queda poca gasolina.

Pinche pendejo, como si no tuviera dinero suficiente para ir a una jodida gasolinera.

—Dios, necesito un descanso —digo con una mano en mi pecho.

—Sí, yo igual, pero descansaremos en el salón.

Subimos las escaleras a toda prisa y luego nos detenemos frente al salón. Allí no está el profesor aún así que entramos y vamos a sentarnos frente a los hermanos Parker.

—Ustedes dos parecen que acabaron de dar una carrera —Samantha dice bromeando.

—Sí dimos una carrera, Camila olvidó poner la alarma —Matteo resopla y y bebe de su botella con agua.

—Es la primera vez que olvido ponerla —me defiendo—. Tú debiste venir en auto, pero no, niño mimado.

—¡El auto no tenía ni gasolina!

—¡¿Pero serás tacaño?! —Alan niega con su cabeza—. Tío, eres rico, la gasolina es el menor problema de todos, ¿Enserio preferiste traer a tu amiga corriendo antes que utilizar tu auto? Te pasas hermano.

—Pff, si a nuestra primera cita nos tocó caminar porque el niño no quería usar su "auto" —Samantha rueda sus ojos—. Su bebé es intocable, así que... imaginen.

—¡Sólo cuido a mi auto! Eso es todo —Matteo cruza sus brazos—. No sean pesados.

—El pesado eres tú, no corría así desde que estaba en la secundaria —me siento en mi silla y lo miro mal—. Si tía Ana se entera te va volar la cabeza.

—Igual cuando salí ya estaba en el trabajo —se encoge de hombros.

—Bla, bla.. —niego con mi cabeza.

—Buenos días —el profesor Smith entra al salón y de inmediato le prestamos atención—. Aquí está el examen de historia.

Trago saliva al instante.

Pasa por todos los puestos y nos dá una hoja a cada uno. Una hoja en la que hay cinco preguntas.

Jodida historia.

Seee, conciencia. Espero que recuerdes algo.

Si no te lo grabas tú... Yo sólo estoy para joderte.

Sí, para eso es que sirves, por dios.

—No quiero a nadie hablando ni mirando para atrás ni para el lado, y cero papelitos, si veo a alguien haciendo algo de lo que dije tendrá cero. Tienen treinta minutos para
resolverlo —el profesor nos dice y se coloca al frente del salón para mover su cabeza y mirar a todos lados como si fueran un radar.

Miro la hoja, y no sé ni mierda, ¿por qué fui a la fiesta de Kate? Sí no hubiera ido ahora estaría resolviendo el exámen.

Aunque eso también lo dudo. Me apuesto a que me habría quedado dormida o hubiera leído algún libro.

Solo él✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora