Solo él✔

34- Una trampa bien planeada

       

Papá nos deja frente a la delegación y nos bajamos del auto.

—Recuerden, se suben a un taxi, no se vayan caminando, puede ser peligroso —papá nos dice, nosotros asentimos.

Entramos a delegación, Flipper enseguida nos ve, se acerca a nosotros y sonríe.

—Buenas tardes, antes de ver a Alan, dejen las armas aquí —señala una mesa, nos quitamos el cinturón y los dejamos sobre la mesa —Ya pueden ir.

Flipper nos acompaña hasta la celda de Alan —más bien cuarto— como siempre, abre el cuarto, Alan esta vez está leyendo un... ¿cómic?.

—Oh Dios, ¡me moría de ganas de verlos! —nos  abraza a los tres y me da un beso.

—Morías de ganas de ver a Cami, no nos mientas —Matteo le da dos palmaditas en la espalda.

—Bueno, tomen asiento.

Samantha se sienta al lado de Matteo, y yo al lado de Alan.

—Bueno, ¿que me cuentan? ¿Alguna novedad? —Alan pregunta, asentimos.

—Tenemos el teléfono de Kate —le digo, él levanta sus cejas.

—Camila aprendió a disparar hoy —Samantha aplaude emocionada, yo asiento.

—Y mientras yo aprendía a disparar Samantha y Matteo estaban en un cuarto enrollados con una sirv...

—¡Camila! ¡Eso no es una novedad! —Matteo protesta mirándome con el ceño fruncido, Samantha se pone roja al instante.

—¿Cómo es eso? —Alan pregunta ríendo.

—Fue diversión, más nada —Samantha murmura mirando el suelo.

Matteo se levanta y coge un cómic, Alan lo mira y sonríe.

—Duda y Louis me los trajeron, ellos pasaron por aquí hace dos horas.

—Oh, que bien, esos libros del estante parecen aburridos.

—Y si que lo son.

—No saben apreciar lo que realmente es bueno... —les digo, Matteo rueda los ojos y Alan sonríe.

Matteo comienza a conversar con Samantha de no se qué. Alan pasa su brazo por encima de mi hombro en forma de abrazo.

—Así que ya sabes disparar... con ese traje que traes pareces una sexy asesina.

—¿Sexy asesina? Eso da miedo, y no creo que yo de miedo...

—Cuando te enojas si das miedo, y a la misma vez te ves tierna —me da un suave beso en mejilla, yo pego mi cabeza a su pecho.

—¿Te sientes bien aquí? —le pregunto, el suspira.

—Bien bien, no, pero no me quejo, mal estaría en una de esas cárceles llena de criminales...

—Es verdad...

Nos quedamos en silencio, solo se oyen a Samantha y Matteo comentando entre ellos lo que dicen los cómics.

—¿Christian no ha conversado contigo? —le pregunto.

—No, no creo que lo haga, Flipper me dijo que hace dos días no viene a trabajar. Flipper está al mando.

—¿Le habrá pasado algo? —pregunto al instante, me preocupa que el asesino intente hacerle algo, ya que él era muy unido a Kate.

—No, está investigando algo...

—Oye, entre las novedades que te contamos, no te dijimos algo...

—¿Qué cosa? —pregunta acariciando mi cabello.