Solo él✔

19- Solo él/1

Pasado

Tres años atrás...

10 de mayo.

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                        19: Solo él/1

Me levanto como todos los días; tomo una ducha, me pongo mi pijama y voy directo a la habitación de mi hermano.

Abro la puerta con cuidado, él está dormido; me acerco y beso su frente. Él parece murmurar algo, pero no despierta.

Abro las cortinas de la ventana, el sol le da en la cara y Camilo toma una almohada para cubrir su rostro.

—Vamos, ¡despierta Camilo! —vuelvo a besar su frente, el quita la almohada de su cara y sonríe.

—Eres muy fastidiosa, lagartija. —se sienta en la cama, su cabello estilo coreano está muy desordenado, cosa que me hace reír—. ¿Qué hora es?

—¡Hora de que te compres un reloj! —digo en broma, ríendo—. Las diez de la mañana, Camilo.

—Oh, okay, ¿y ya tú desayunaste?

—No, desperté hace algunos minutos.

—Bien, tomo una ducha y bajamos a desayunar, ¿vale?

—Vale.

Se levanta de la cama y camina hasta el baño. Organizo su cama, luego su escritorio. Es un regado, por Dios.

El teléfono de Camilo comienza a sonar, en la pantalla aparece el nombre de Rick. Pesado ese.

No lo cojo, luego una notificación aparece:

Ven a eso de las 7 p.m a mí casa :).

¿Para que lo querrá?

Ruedo mis ojos y resoplo.

Camilo sale del baño, con una toalla alrededor de su cintura, camina hasta el vestidor para cambiarse y cuando sale me mira.

—¿Quién llamaba?

—Rick, pero cuando se cansó de llamar dejó un mensaje —señalo su teléfono.

—¿Qué dice?

—Que vayas a eso de las siete a su
casa —hago una mueca al decir eso.

—¡Oye! no te pongas celosa, tú eres mi favorita ¿okay? Yo te amo a más que a nada en este mundo —me da un abrazo de oso, y besa mis mejillas—. Vamos a desayunar.

Pasa su brazo por encima de mi hombro y bajamos.

Hoy no había clases, y ni papá y mamá tuvieron que ir a trabajar... Hay feria en la ciudad, cosa que es de mis favoritas. Amo los juegos y más las deliciosas golosinas que venden.

Llegamos al comedor y nos sentamos junto a nuestros padres.

—¿Cómo amanecieron los hijos más bellos de este universo? —mamá dice con voz de pito, Camilo y yo reímos.

—¡Bien! —decimos al unísono.

—Se acostaron tarde, ¿que veían? —papá pregunta y le dá un mordisco a su tostada.

—Camino equivocado —Camilo responde, yo le doy con el codo en sus costillas, él me mirá y levanta sus cejas, papá y mamá nos miran fijamente—. Pero no nos miren así, era una versión para menores de diecisiete, en animados.

—Ah okay —papá y mamá dicen.

Creyeron la mentira de Camilo...

Todos terminamos de desayunar, yo subo a mi cuarto, me siento en el escritorio, cojo un libro y comienzo a leerlo pero cuando voy apenas por dos páginas la puerta de mi cuarto se abre.