A través de tus Ojos.

Capítulo 1: Chicos peligrosos.

Una vieja mesa que fue encontrada abandonada en una esquina, cuya una de sus patas tuvo que ser arreglada como se pudo, eso quiere decir, con cinta y una pedazo de madera para que vuelva a quedar firme, se encuentra en el parque bajo la sombra de un árbol, siendo ya pasada las cinco de la tarde, horario en el cual los niños y adolecentes salen del colegio y los ancianos dan su caminata diaria.

Acompañando ese intento de mesa, se encuentra una jovencita, preparada para jugar una partida de naipes a quien fuera, pero sabiendo que no hay manera de que pierda y eso significa, que  no se irá con las manos vacías ya que hay dinero en juego.

Malia Davis, con sus 16 años, tiene un cabello largo, de un color negro intenso siempre sujeto a una trenza que deja escapar más de un cabello sobre su rostro, además posee un par de ojos azules oscuros, cuyo color es percibido muy de cerca.

Con su sonrisa altiva, Malia espera a su primer contrincante quien es un adolecentes de 15 años que prometió ganarle en la revancha. Espera más de lo que había prometido esperar, hasta que se pone a jugar con un niño de 12 años, quien lleva perdiendo más de lo que tenía en los bolsillos de su mochila.

— Estoy ansiosa por saber cómo me pagarás— habla Malia, recostandose sobre el árbol.

El pobre chico, levanta la mirada de sus cartas a Malia y repite la acción más de una vez, — puedo darte mi almuerzo mañana.

—No, es sólo dinero.

— pero...

— déjalo en paz— una nueva voz se hace presente en ese pequeño ambiente tranquilo de Malia, que al llevar la vista hacia ese nuevo individuo se percata de que no se trata de una sola persona, son siete en total y parecen ser mayores que ella.

El chico que estaba jugando con ella, se levanta y sale a correr lejos de Malia o mejor dicho, lejos de ese grupo de chicos que acaba de llegar.

— Esto no es su problema-sigue Malia, recogiendo las cartas, fingiendo desinterés, pero aunque sabe que este barrio es peligroso  jamás había tenido problemas.

— No permitimos que niñitas como tú, ganen dinero en este territorio— habla otra persona.

— ¿Perdona?-Malia, toma una de las rocas que descansa junto al árbol y sin pensarlo lo lanza en dirección al grupo, pero los dos que le hablaron lo esquivan ágilmente y la roca alcanza a uno de los siete justo en la frente.

— ¿¡Qué te pasa!?- gruñe, el pobre lastimado.

— ¡No me llamen niñita!

— ¡Yo no fui, loca!

— ¡No me digas loca!

Antes de seguir a los gritos, con el chico que ella misma lastimo, escucha una pequeña risita,
— Eres peligrosa— el primero que había hablado, se recuesta sobre el árbol con los brazos  cruzados sobre su pecho, — No te haremos nada, sólo venimos a advertirte que incómodas a muchos chicos, mayores que tu y eso puedo traerte grandes problemas.

— Zac, el chico que te pidió revancha, está repartiendo el rumor sobre ti, sabes que hay pandillas por ahí, bueno, además de nosotros, ellos pueden venir aquí.

Malia, pasea su vista sobre estos siete individuos observando más de lo normal sus aspectos y claramente, no están aquí para hacerle daño.

— Gracias— dice al fin, — ¿y ustedes son una pandilla?

— algo así— el que acaba de hablar se acerca a ella y le extiende su mano,
— soy Ciaus— sonríe de lado altivo,
— él es Ethan— señalan al chico recostado sobre el árbol, —al que acabas de golpear es Krys, su hermano del alma es Logan, mientras que Dax y Declan son hermanos de verdad, luego tienes a Derek, el menos paciente de todos.