Cualquier tipo de elemento que pudiera siquiera mencionar algo sobre lo que está sucediendo con la empresa, está lejos de la atención de Malia. No necesita pensar en eso, no quiere hacerlo ya que de alguna manera u otra, no puede evitar hacer que eso le importe.
Va lo mismo para Emily, más con Siara curioseando la logra entretener con un par de películas. Además aún recuerda las palabras de Ciaus, él le dijo que se mantuvieran al margen de lo que sucediera y así lo está haciendo ya que tiene una clara sospecha de quien está detrás de todo.
Hay demasiado movimiento, el mundo de los Lawrence se está desmoronando frente a sus ojos y la situación escapa de sus manos. Aunque salgan a hablar, de nuevo con el papel de víctimas, limpiar sus nombres es un caso perdido por ahora, más con las tratos que están perdiendo, los socios que se alejan y aún peor, las denuncias de estos últimos por fraude. Pero pese al caos que ellos estan atravesando, el mundo de las hermanas está yendo muy tranquilo, más cuando saben quienes están cerca de nuevo...Por otro lado, Malia está terminando de prepararse una taza de café, para mantenerse despierta un poco más y así terminar los pendientes de su trabajo que estuvo acumulándose.
Apenas se sienta frente a la mesa con los papeles esparcidos y su laptop encendido cuando alguien llama a la puerta. Es inevitable no sonreír por ello, ya que se imagina de quien se trata. Por eso se dirige inmediatamente hacia la puerta y tan pronto como lo hace, alguien se le adelanta ingresando a la casa pero con especial atención en el beso que termina robando a Malia.— Te robaré- Murmura Ethan con una pícara sonrisa, sólo para regresar a los labios de Malia.
— Hola...— alcanza a decir Malia, pero esta totalmente entregada a los besos de Ethan.
—¿Cómo estás?- pregunta el joven pero cuando ve los papeles sobre la mesa, hace una mueca.
— Ya es tarde, no puedes seguir trabajando...— Oh si, si puedo— Salta Malia, ganadose una seria mirada de Ethan pero antes de seguir viendo esa expresión de decepción en el rostro de Ethan, Malia agrega, — No me hace falta mucho, así que... puedo probar tus dotes culinarios de nuevo.
Ethan, cambia rápidamente su expresión. — ¿Mis dotes culinarios?— ahora lo está dudando, pero sin miedo al éxito asiente con la cabeza. — Claro que si— dicho eso se acerca a la cocina lentamente. La escusa de la vez pasada era perfecta para pasar más tiempo con ella y por suerte Malia termino durmiendo antes. El desayuno fue un hermoso regalo hecho por Krys, cosa que nadie tiene que saber.
Malia, lo conoce muy bien asi que no puede evitar disimular una risa mientras regresa a hacer su trabajo pero eso también es un caso perdido ya que no logra concentrarse más con lo curiosa que es. Lo intenta, al menos por unos momentos pero logra oír que Ethan balbucea algo, moviendo un par de platos y al final termina abandonando todo para acercarse sigilosamente a la cocina.
Ethan, está parado frente a la alacena con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Se ve adorable en ese estado, a diferencia del carácter explosivo que tiene.— Tus dotes culinarios están un poco oxidados— Comenta Malia, captando la atención del joven.
–Quizás— Ethan, se acerca a ella,
— Eras mi compañero en la cocina, ¿qué pasó?
— es que me gustaba más verte a ti— la toma de la cintura, —tan concéntrada, moviendote de un lado a otro...— deja un lento beso sobre su cuello, – el movimiento de tus manos y...— larga un pesado suspiro, cambiando de repente su expresión y su tono de voz, — ¿Puedo decirte algo, sin que te enojes?
— Te escucho— responde la joven, riendo.
— me estoy conteniendo ahora mismo para no cometer a tí— le susurra al oído y con esa particular voz ronca aumenta más la temperatura.
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A través de tus Ojos.
RomanceLa oscuridad los encierra a ambos pero desean vivir en ese infierno, juntos... De líder de una pandilla a jefe mafioso, ¿que podría salir mal? En un mundo lleno de deseo, lujuria, adicciones, peligro y muerte....