Capítulo 72: Buscando una sonrisa.

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De regreso al áspero y duro semblante, Alexander se planta frente a Giovanni, con la frente en alto.
— Giovanni...— dice Alexander, odiando su cinica sonrisa.
— ¿A qué vienes?

— Es la casa de Siara, mi nieta— remarca, levantando ambas cejas hacia la cara de pocos amigos de Alexander, - Tú lo sabes, ¿Verdad?

—Lamentablemente. Debes saber que aceptó esa relación sólo por Siara.

Giovanni, comienza a reír por lo bajo.
— Nadie necesita de tu aprobación–ruge, cambiando su expresión.
— Emily es la mujer de Ciaus, Siara es su hija y ellos son mi familia. No necesito recordarte que me importa un carajo lo que opines sobre ello— se acerca peligrosamente a él, — estuve lidiando con basuras todo este tiempo, todos ellos queriendo arruinar la vida de esos chicos. No dejaré que nada más les pase, se merecen ser felices, ¿Entiendes?

Alexander, lo fulmina con la mirada.
— No soy yo el peor enemigo que pueden tener, gracias al tipo de vida que lleva tu hijo...

— Ciaus, no lleva ese estilo de vida ahora. Por ello puedes estar tranquilo, que sus enemigos no te harán mojar la cama en la noche...

— Sigues siendo el mismo imbécil de siempre— escupe Alexander, — pero el destino hizo que tú y yo seamos...— se muerde la lengua para decirlo en voz alta, —...familia— lo dice asqueado, — frente a la prensa...

— me importa una mierda tu estúpida prensa o reputación y no, no deseo que me aceptes como familia— eso es todo lo que tiene que decir por ahora, así que cruza por su lado chocandolo, avivando las llamas de esta manera.

— Todos estos años...— sigue Alexander, haciendo que Giovanni merme la velocidad de sus pasos al oírlo. — estuviste en contacto con Amara, ¿no?

Giovanni se detiene, de espalda a él.
- Se directo.

— Estoy seguro que tú la llevaste frente a mi hija, no pudo haber sido otra persona— larga una carcajada burlona, — Ya que no tuviste oportunidad en el pasado, buscas una luz de esperanza ahora. Al final, nunca pudiste contra mi cuando de Amara se trató, ella me amó a mí, no a tí. No te sirvió de nada en aquel entonces, ¿de qué te servirá ahora? Ah, claro, yo ya no estoy peleando por ella y no le queda nada más, te aceptará...

Giovanni, llega rápidamente a él dándole un puñetazo en la mejilla pero tampoco se detiene allí ya que un segundo golpe lo termina derribando. Ya en el suelo le da un par de golpes más directo en la cara sin darle tiempo de defenderse.

— ¡Bastardo!- Gruñe Giovanni, reincorporandoce con los nudillos ensangrentados.
— Tú sabes muy bien las cosas detestables que hiciste para tenerla en ese momento.

Alexander, escupe la sangre que tiene en su boca por el corte en su labio y aún desorientado busca ponerse de pie.
— ¿La sigues queriendo...— habla seriamente.

—Sobre cualquiera, está la mujer que me dio a mis hijos— Responde Giovanni, mirándolo desde aquella posición, — algo que tú no sabes lo que es, ya que nisiquiera puedes respetar a tú hija mayor, lo suficiente como para hacerlo con su madre.

— Tú no sabes nada... Malia es muy importante para mí...

— Vaya forma de demostrarlo— Se quita el saco del traje, con la sangre hirviendo. — Tienes una esposa, ocupate de ella ya que por su dinero dejaste a Amara, a Malia y a los únicos amigos que tuviste en toda tu asquerosa vida y no intentes acercarte de nuevo a mi hijo. Me enteré tarde de tu amenaza hacia el y Ethan, si en aquel entonces lo hubiera sabido te hubiera asesinado— y dándole una última mirada fría al herido Alexander, se va, ingresando a la casa de Ciaus.

A través de tus Ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora