A través de tus Ojos.

Capítulo 3: Encuentros peligrosos

Ethan, pasa lentamente por el pasillo, escuchando en ese trayecto las vivaces voces de sus amigos y su abuelo. Algunos están en la cosina, preparando la cena, otros en la sala mirando televisión, pero él opta por salir de la casa. Cuando cruza el porche, siente el olor a cigarrillos y nisiquiera debe voltearse para ver de quién se trata.

— ¿Supongo que no me dejarás ir solo?— habla Ethan, colocándose la chaqueta y acercándose a su moto.

— No— contesta Ciaus, quién se deshace del cigarrillo y termina por subirse a su moto, en la cual estaba apoyado, sólo esperando la salida de Ethan.— ¿En verdad quieres ir a ese lugar?

Ethan, hace rugir el motor, — si esas peleas se están haciendo en este barrio, pondrán en riesgo la tranquilidad de muchas personas, debemos enseñarle, quiénes son los dueños aqui, ¿no?— sin más que decir,  y con esa pícara sonrisa de Ciaus como respuesta, aceleran y dejan atrás a sus amigos, quienes al ver eso, los terminan siguiendo, ya que para eso son una pandilla.

Ciaus y Ethan comparten una relación desde que tienen uso de la razón ya que sus abuelos y por lo consiguiente, sus padres, eran amigos. No pasó  mucho tiempo para que ellos se volvieran de la misma manera.
Lamentablemente, sus padres tenían los mismos pensamientos, querian hacer prosperar un negocio en Los Ángeles pero sus familias no querían ir detras de ese sueño que tendía a ser muy peligroso, por eso, crecieron la mitad de sus vidas sin sus padres.
Desde niños, se dieron cuenta que la vida no era fácil, que el barrio donde estaban, tampoco lo era, aunque no siempre fue así, ya que la llegada de numerosas pandillas lo convirtió en un lugar peligroso.
Ciaus, vivía con su madre y sus dos hermanos menores, Ethan, a las 13 año, vivía con su abuelo ya que su madre falleció, producto de la maldad de esas pandillas, en un asalto sin sentido. Ese hecho, y el miedo de que a su madre y hermanos le pasara lo mismo, hizo que Ciaus y Ethan, comenzarán a defenderse, peleando, entrenando en un gimnasio que no tenía a más de  cinco estudiantes pero ese fue el principio de su camino.
Un acontecimiento en el colegio, que los incentivo a defenderse de unos tipos, hizo que ellos dos ganarán esa pelea a puñetazos contra cinco tipos mayores que ellos, y desde allí, comenzaron a ser populares, más aún cuando el grupo de cinco, busco venganza, volviendo a atacarlos con más personas, pero para eso ya habían conocido a  los hermanos Cox. Declan y Dax, eran simplemente despiadados y con esa definición, se hicieron más famosos, atrayendo la atención de pequeñas pandillas que perdían popularidad por ellos, pero ya estaban incorporados, Krys, Derek, Logan y Galliart, además cada vez habían más chicos uniéndose a ellos.

Ciaus y Ethan, querían evitar que esa maldad de las pandillas alcanzará a sus familias, en ese momento eran dos, a los 16, 17 años, eran muchísimos más, estaban sus amigos cercanos y esos chicos que se unieron a ellos, sin quererlo así,  habían formado una pandilla.

Tantos miembros, tantas peleas y provocaciones de los demás, hizo que tomaran una decisión, limpiar el barrio, eliminar a las grupos de adictos y delincuentes que atentaban contra las personas cercanas a ellos y así es hasta ahora.
Con 17 años, Ethan y Ciaus, habían impuesto un nuevo orden, recurrian a golpes y amenazas si era necesario, para hacer que todo esté tranquilo, aunque también, arriesgan sus vidas en las calles, si hay un futuro para ellos, por el momento, no parece ser de lo más favorable y digno.

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Ana, se puso a gritar, literal, al ver los raspones en la pierna de Emily, que aunque se volvieron poco visibles luego de ser limpiados, no pasaron de ser percibido para el ojo de la abuela que lo ve absolutamente todo.
Al final del día, castigo a ambas por haber salido sin su permiso y terminar así, y agregando más cosas al castigo, deberán ir a limpiar la casa con ella, de la familia con la cual trabaja. Aunque la pobre abuela, no sabe que sus nietas estaban a punto de recibir una dura golpiza, si no fuera por Ciaus y Ethan que las protegieron...