Capítulo 74: "puedes hacer lo que quieras conmigo"

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Es una total mezcla de emociones en este momento dentro de la cabeza de Malia y dejando caer la roca en su mano termina bajando la guardia instintivamente.  Mientras que el individuo en cubierto aún de espalda a ella aprovecha ese intervalo de segundos y vuelve a caminar hacia adelante con intenciones de escapar de allí.

— ¡Ethan!-Salta Malia y inmediatamente los pasos del joven se detienen en seco.

No esperaba que este encuentro fuera así, que se diera tan rápido, pero no puede evitar sentir una sensación de alivio al volver oírla pronunciar su nombre.
Nunca le ha ocultado ninguna de sus reacciones a Malia, desde las cosas que lo hacían feliz, lo hacían enojar, incluso lo que lo lastimaba y está vez no es diferente, cuando gira hacia ella, volviendo a encontrarse con su mirada. No puede ser frío, no puede actuar una cara de desinterés, simplemente ella sigue siendo su punto débil y ver esa expresión en su rostro con ese par de ojos cristalininos, lo desarma.

El dia que la dejó, se convirtió en el peor día de toda su vida y hasta se odiaba a si mismo por hacerle eso a ella, repitiendo una y otra vez la expresión triste de Malia  en su mente.
Ella es la última persona a la cual quería lastimar pero si no lo hacía, la arrastraria con él hacía la oscuridad de un peligroso lugar. No podía hacerle eso, no después de sentirse tan impotente por no poder salvarla a ella y al hijo que esperaban.
Tuvo que luchar consigo mismo durante este tiempo ya que estuvo tentado por regresar con ella tantas veces, quería abrazarla, escuchar su voz, su risa, besarla, lo necesitaba cada día. Es lo mismo que quiere hacer ahora pero de nuevo estaría actuando de manera egoísta luego de lo que le hizo.

Como si sus pies se movieran por si solos, Malia camina lentamente hacia él, comprobando  en ese trayecto si de verdad se trata de Ethan y a medida que acorta la distancia entre ellos, lo termina confirmando.

— Regresaste— habla  Malia, tratando de no demostrar lo aliviada que está por ello pero esta vez, desea mostrarle que tanto le dolió verlo irce de esa manera tan fría.
— ¿Por qué estás aquí?- retrocede unos pasos, abrazada a su cuerpo como si estuviera dándole una señal de que está poniendo un escudo de protección  a su alrededor.

Ethan, la conoce muy bien por eso puede darce cuenta de esa reacción y es completamente entendible.
— Es el primer lugar al cual quería regresar— confiesa estudiando el gesto en su rostro. Aunque Malia no demuestra abiertamente sus emociones, Ethan aprendió a leerla fácilmente, es eso o es sólo con él con quien se muestra libremente.

- ¿Es fácil para ti, irte y volver como si nada hubiera pasado..

— no— Sigue Ethan, —no lo es, porque soy conciente de que te lastimé...— da un paso hacia ella pero vacila volviendo a detenerse a si mismo, — Acepto que me odies, que  no me quieras ver...— traga saliva, aguantando el dolor de su pecho.
— tú puedes hacer lo que quieras conmigo.

La manera en lo que lo dice, ese tono de voz, pertenece a un Ethan tan vulnerable en este momento. Faceta la cual sólo Malia puede presenciar.

— Bueno...— Malia, se aclara la garganta y desvía su mirada de él, ya que si sigue así terminará cediendo muy rápido.
— Pareces un delincuente espiando de esta manera— da media vuelta, con los puños cerrados para mostrarse fuerte, — no lo vuelvas hacer— termina diciendo y da unos lentos pasos lejos de él.
Ethan, queda aun más desánimo por esas palabras y creyendo que la perdió baja la mirada, hasta que la vuelve oír.
— Yo no te odio— tan rápido como lo dice, levanta la mirada hacia ella, encontrándose con sus ojos.
Quisiera decirle que aunque lo intente no podría, también deseaba tanto hacerle ver que estaba feliz de que haya regresado pero no puede evitar sentirse dolida luego de su partida.
Sin más, aunque hubieran muchas cosas por decir entre ellos, Malia sigue su camino en dirección a su departamento bajo la atenta mirada de Ethan.

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