Emily, no está diferente que su hermana, con esa tristeza en su corazón que no la deja pensar claramente.
Esta encerrada en la habitación de Siara, abrazada al osito de peluche favorito de su hija. Sus ojos están rojos de tanto llorar y aún mantiene sus ojos llenos de lágrimas.
Ciaus, hizo todo lo que estuvo en sus manos para calmarla y al menos consiguió que dejara de llorar desconsoladamente por ahora.Nora, ingresa a la habitación encontrandola acostada en la cama en ese estado tan derrotada.
— Cariño...— la joven se sienta a su lado, acariciándole el brazo pero no consigue ninguna reacción de Emily.— ¿Dónde está Malia?- pregunta la joven con la voz ronca.
— Ella...— Nora, sabe que le prohibieron decirle lo que pasó con Malia, así como también no se atreven a decirle a Malia, que Siara fue secuestrada. — Está con Ethan, ocupándose de la policía— es lo primero que se le viene a la mente.
- Dile que no se ponga nerviosa, no es bueno para el bebé.
Nora, se muerde el labio inferior, para no dejar que sus emociones la delaten.
— Se lo diré— murmura, acariciando el cabello de Emily. — Ciaus, está haciendo todo para encontrarla.— Es sólo una niña inocente— sigue Emily, - no tiene culpa alguna.
— Claro que no. Ya verás, Ciaus le dará su merecido a esos idotas y la traerá de regreso— luego de eso,no recibe respuesta alguna de la joven por unos largos y silenciosos minutos hasta que por fin la escucha.
—No quiero una vida sin ella— confiesa Emily.
— Emily...No digas eso— termina abrazándola fuertemente, aunque pareciera que Emily, no estuviera presente en esa acción...
El ruido de las gotas de lluvia chocando contra la ventana va cobrando su protagonismo de a poco dentro de la conciencia de Malia y así logra comprobar que está lloviendo a medida que abre sus ojos lentamente, acostumbrandose a las luces de la habitación.
Hubiera preferido seguir en ese estado de inconsciencia ya que su mente comienza a recrear todo lo que pasó, cada segundo, cada acción, cada dolor y el sentimiento de vacío que siente actualmente.— Señorita...— una enfermera se acerca a su campo de visión y le sonríe amablemente, — Avisaré al doctor que despertó— apenas da un paso, Malia la toma de la mano deteniendola.
— Él dijo...—
— No sé fuerce...
— ¿Mi bebé?— Salta Malia, con una expresión triste y eso va en aumento a medida que ve la cara de la enfermera.
— Señorita...su cuerpo recibió una sustancia muy fuerte. Su organismo no lo iba a resistir por sí solo por eso...
— basta— corta Malia, con los ojos llenos de lágrimas, — No lo digas..— murmura con un hilo de voz, evitando la mirada de la enfermera.
— Lo siento— termina la joven y apenas sale de allí, Malia rompe a llorar, sin evitarlo, no puede sentir más que un dolor en el pecho por esa pérdida.
¿Qué es lo que estuvo tan mal desde un principio para que las cosas acabarán así?
Es la pregunta que vaga por la cabeza de Malia, con la mirada fija en un punto inexistente sobre la ventana que le enseña el clima gris que hay afuera.
Las personas pueden volver a ti, hacerte daño una y otra vez y salir impune de todo aquello. Si no es así, ¿cuál es la explicación a todo esto?
Ethan, tenía razón en algo. Jamás fue buena en expresar sus sentimientos, en decir abiertamente lo que siente pero ahora, le es imposible ponerle una sonrisa a esta situación, no puede actuar, no puede ocultar el hecho de que acaban de quitarle a su hijo...
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A través de tus Ojos.
RomanceLa oscuridad los encierra a ambos pero desean vivir en ese infierno, juntos... De líder de una pandilla a jefe mafioso, ¿que podría salir mal? En un mundo lleno de deseo, lujuria, adicciones, peligro y muerte....