A través de tus Ojos.

Capítulo 51: Un amor para toda la vida.

Sin avisar de su presencia antes, Ciaus llega a la casa de Emily demasiado ansioso por ver a las dos personas de las cual está totalmente enamorado.
El timbre suena más de una vez, aún así espera pacientemente a ser atendido por alguien, hasta que la puerta se abre apenas, con una tímida sonrisa de Siara que asoma su cabeza entre la puerta entreabierta.

Ciaus, se inclina hasta su altura.
— Hola pequeña, ¿Me dejas pasar?— apenas termina la oración y ya recibe un abrazo de Siara que abre la puerta sin esperar más.

— Siara, te dije que me esperarás...no abras la puer....- Emily, llega demasiado tarde, ya que cuando visualiza a su hija la ve en brazos de Ciaus.
La joven, literalmente está cubierta de harina y algunas cosas más, en fin, está hecha un desastre total ya que ella y Siara estaban intentando seguir la receta de un pastel. Es algo típico en ellas, aunque nunca termina bien, ambas se divierten y eso es lo más importante.

- Mamá y yo estamos cocinando— anuncia Siara.

— Ya veo— sigue Ciaus, barriendo con la mirada a Emily.

De repente, Siara corre a la cocina, hablando en ese trayecto, — Espéreme aquí...Te traeré un pedazo de pastel...

— Todavía no fue al horno...— se precipita Emily, tratando de seguirla pero cuando intenta dar un paso en dirección a ella, Ciaus la toma de la mano para atraerla a él y sin darle tiempo de nada, le roba un beso.

— Buenas noches– Sigue Ciaus, con una pícara sonrisa en su rostro y dándole una mirada furtiva en dirección a la cocina, la vuelve a besar.

— Ciaus...— La joven deja escapar una pequeña risa al percatarse de que la harina está pasando a la ropa de Ciaus  pero el joven termina acercandola más a él, inhalando profundamente sobre su cuello.

- hueles a vainilla– dicho esto, pasa lentamente su lengua sobre esa zona, terminando con un beso hasta que logra escuchar los pasos de Siara, así que termina alejándose sutilmente de Emily.

Siara, va aminorando sus pasos a medida que ve la corta distancia que separa a sus padres uno del otro y termina colocándose entre medio de ellos.
— Come— insiste hacia Ciaus, con un peculiar tono serio.

— Okey— Ciaus, toma de la mano de Siara un par de confites, mientras la nota extrañamente enfadada, limpiando con su mano la harina en la remera de Ciaus.
A todo eso, Emily comienza a reír disimuladamente por esta acción de Siara, es como si estuviera celosa de que su madre le este robando la atención de Ciaus.

— ¿Te quedas a comer el pastel?— sigue Siara y tomando la mano de Ciaus lo lleva con ella hacia la cocina haciendo que él y Emily, intercambien miradas divertidos.

Con el pastel o el intento del mismo, en el horno y Siara terminando de vestirse luego de un baño, Ciaus y Emily tienen un momento más a solas en la cocina pero con la estricta orden de su hija de vigilar el pastel.
Así que ambos están sentados en los taburetes delante de la isla y con unas tazas de café a su espera.

— San Diego, casa de Eduardo, Malia y Ethan— Habla Emily con una pícara sonrisa de lado, - Eso si que es una buena combinación.

– Lo sé— contesta Ciaus, correspondiendole a esa sonrisa mientras deja un beso sobre  la mano de Emily, — ¿Tu tampoco regresaste allí?

La joven cambia repentinamente su expresión, negando con la cabeza.

— Quiero saber algo— Continúa Ciaus, — tema, adicciones— lo pronuncia demasiado serio como si de alguna manera esto le molestara.

— No te preocupes— sigue Emily,
— sólo fueron momentos bajos— trata de sonreír débilmente.

– ¿Debo culpar a Hunter?