Extra N°2: El reencuentro, (narrado por Ethan)

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La noche a estas alturas, resulta bastante aburrida y tal parece que Ciaus, comparte el mismo sentimiento, bebiendo su bebida lentamente, con la mirada a lo lejos mientras que  el resto de los chicos están  muy agusto en compañía de tragos y mujeres.

Este es uno más de los clubes inaugurados bajo la supervisión de Ciaus, pero tengo que aceptar que para ser el primer día, es el que más personas reunió en poco tiempo.

— Ahhh, señor...— uno de los guardias de seguridad, se acerca tímidamente a Ciaus, —¿Les presento a unas señoritas?

— ¡Claro que si!— Contesta Dax, antes que nadie y esto es suficiente para el sujeto, el cual  hace un movimiento de cabeza para confirmarle a los dos hombres que están en las escaleras, que las dejen pasar.
¿Qué diferencia hará traer más chicas si cada una de ellas sólo tiene un objetivo?
Sin más, tomo la caja de cigarrillos de la mesa para salir por un poco de aire, sin embargo, al escuchar el sonido de unas voces nuevas, levanto mi mirada en dirección a estas nuevas personas pero nada es como lo imaginaba.
Mis ojos la encuentran a ella antes que nada, concentrando todo mi atención en aquella mirada, esos ojos, esa bendita expresión en su rostro como si siempre estuviera a la defensiva.
No tenía pensado encontrarla tan pronto y mucho menos en este lugar, pero aquí está frente a mi de nuevo.
No parece ser la misma de siempre, porque no estoy viendo esa viva sonrisa suya y deseo tanto verlo.
Sin embargo, este encuentro no dura más que unos tensos segundos ya que tratando de que Emily, no explote contra la escenita montada por su propia amiga con Ciaus, por fin la escucho hablar.

— Vámonos— y para eso, me quita su mirada dándole toda la atención a Emily, para sacarla de aquí o mejor dicho para irce ella también, como si estuviera escapando de mi.
No puedo seguirla y movilizar su mundo ya que renuncie a ella hace unos años atrás, no lo quería así pero Malia me había olvidado primero.

— Sabes que esto era inevitable— Dice Ciaus, mirando en dirección a ellas, al igual que todos, de la misma manera que me comienzan a hablar sobre esto.

— ¿Qué pasará ahora?

— Están tan cambiadas, es como si las personalidades se hubieran invertido– una de las mejores cualidades de Krys, es la sinceridad, por eso me intriga lo que piense sobre ellas, como a los demas.

— ¿Invertido?

— Emily, estaba decidida a enfrentarnos, no era su estilo sin un poco de humor, pero Malia ella estaba como que...

— cansada- Lo interrumpe Logan y ahora siento que es verdad pero aunque me duela verla de esta manera, sé que si me acerco, la voy a lastimar de alguna forma y no quiero hacerlo.

— Nada cambia las cosas, ellas viven sus vidas, nosotros la nuestra, estamos en la misma ciudad y nada más pasará— Esas palabras salen tan ásperas para que lo escuché mi corazón y se convenza de los mismo antes de ir tras ella...

Afuera el clima comienza a sentirse frío; comenzaba a gustarme el invierno cuando podía sentir la calidez que me ofrecía Malia, pero luego de eso, el maldito invierno se hizo más frio y gris, tanto que comencé a odiarlo.

Ya son las tres de la madrugada y no consigo dormir porque como si fuera un castigo, cada vez que cierro los ojos se dibuja en mi mente esa imagen de Malia nuevamente, repitiéndose una y otra vez.

No tiene que importarme como se sienta, ya no es mi problema, no está en mi vida, ya no es mía pero su recuerdo vuelve a perseguirme y lo hace más difícil.

No encontré a nadie como a ella, esa chica que captó mi atención desde el primer momento era tan diferente a las demás, a simple vista parecía tan indefensa pero la verdadera fortaleza lo llevaba adentro. Me ví rodeado siempre de chicas que buscaban un poco de protección o incluso compañía pero no ella, está vez era yo quien quería permanecer a su lado.
Malia, me voló la cabeza la primera vez que me sonrió, sólo a mí, esa sonrisa era mía y aún así, quería más, mucho más de ella. No quería presión o tratarla como a las demás, podría ser tan egoísta al mismo tiempo que me estaba enamorando de ella, porque en el alguna parte de mi ser, deseaba que ella me necesitará, como yo la necesitaba a ella.
Me encantaba provocarla y saber que si podía romperse y ponerse nerviosa, cuando estaba a solas conmigo y, cuando por fin pude ganar su atención de la manera que quería, perdí el poco control que tenía, porque me volvía loco todo de ella, sus labios, su piel, cada parte de su cuerpo lo reclamaba como mío, sin siquiera pensar que alguien podría robarme todo eso.
En aquel entonces, mi mundo estaba en sus manos, sin esperarlo ni buscarlo, Malia se clavó en mi vida, robándome completamente el corazón y no estoy seguro de si algo haya cambiado...

A través de tus Ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora