Cuando Malia llega a San Diego, no puede evitar salir del aeropuerto completamente sonriéndo por regresar a esta ciudad. Claramente, estaba evitando volver por el miedo que un encuentro inesperado con Ethan sucedería, pero ahora ya no existe tal temor.
Todos estos años y eran ellas, Emily y Malia las que enviaban por Ana, así que prácticamente Malia no ha pisado este suelo desde su cumpleaños.La joven, se acomoda la mochila que trajo consigo y se toma un momento para respirar profundo. Cualquiera que la viera ahora, no reconocería a esta expresión sonriente de Malia, pues Emily hubiera dado todo por haberlo presenciado.
Tomando un taxi, llega al barrio en el cual creció, el mismo donde conoció a los chicos pero antes de llegar a casa de su abuela, decide bajar en el parque cerca de la misma.
Aún recuerda las palabras de Krys, él había dicho que el padre de Ciaus había impuesto orden y actualmente, parada en este lugar puede percibir un poco de ese cambio ya que en él parque sólo puede ver a niños jugando, jóvenes paseando o sentados en los bancos comiendo lo que ofrecen los puestos dispuestos allí.Sabía que regresar aquí, la haría recordar aún más, cada uno de los momentos que vivió y los cuales, no ha dejado de recrear en su mente una y otra vez durante todos estos años.
¿Duele? Siempre duele, aún más si siente que ha perdido a todos ellos.Extrañamente, encuentra vacío el lugar bajo el gran árbol, donde jugaba sus interminables partidas de naipes contra más chicos y es allí donde termina sentándose. Paseando la vista por todo el parque y sus alrrededores, por costumbre pasa sus dedos por su muñeca esperando encontrar la pulsera, que ahora ya no posee.
Su expresión cambia repentinamente al darce cuenta de ello y evitando recordar lo que había hecho Ethan, termina alejándose de allí.No debe caminar mucho para llegar a casa de Ana, además disfruta de cada paso para volver a reencontrarse con este ambiente y aún más, cuando llega frente a la casa. Ella creció aquí así que no puede evitar sentirse emocionada al volver a entrar a su antiguo hogar.
- ¡Malia!- Ana, prácticamente la asusta por el volumen de su voz al verla, - bienvenida- continúa, abrazando a Malia fuertemente.
- Abuela...- Malia, recibe más de dos besos en sus mejillas por Ana,
- deseaba tanto regresar.- lo sé cariño, lo sé- la estudia de arriba a bajo tomándola de las manos, - Sigues bien, ¿verdad?
- claro que sí- afirma Malia, sonriéndo ampliamente ya que no demostraría alguna expresión triste frente a su abuela. - ¿Y tú?- levanta ambas cejas, - ¿Por fin aceptas tus sentimientos por el señor Clark, tanto que te mudaras con él?
- la edad es un gran enemigo. Sólo seremos el apoyo, uno para el otro.
- claro, si- Malia, ríe por lo bajo y comienza a caminar por la sala, comprobando como aquí todo sigue igual.
- ¿Ya te encontraste con él?- pregunta Ana, trayendo una caja consigo.
- quizás- Malia, toma entre sus manos algunos portaretratos.
- Y por lo que veo, no fue un grato reencuentro- Malia, no responde y acomoda los portaretratos dentro de la caja. - Veo que no traes contigo la pulsera que tanto atesorabas.
- la perdí-habla seriamente.
- Estas hablando con tu abuela, Malia. Tu perderías cualquier cosa, menos el último regalo que te dió Ethan, bajo el deseo de regresar a ti....
- iré a buscar más cajas- corta Malia, tratando de escapar pero aún en el piso de arriba puede oír a su abuela.
- deben sentarse a hablar, hay diferentes versiones de ambos lados.
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A través de tus Ojos.
RomanceLa oscuridad los encierra a ambos pero desean vivir en ese infierno, juntos... De líder de una pandilla a jefe mafioso, ¿que podría salir mal? En un mundo lleno de deseo, lujuria, adicciones, peligro y muerte....