A través de tus Ojos.

Capítulo 59: Peligrosos encuentros.

Hunter, decide abandonar esa escena, el cuadro en el cual no puede intervenir ya que no le pertenece este momento ahora. Así que da media vuelta, en dirección al estacionamiento para buscar su auto, sin embargo, cuando está apunto de llegar, ve a su hermano  junto al vehículo, sonriéndole.

— ¿Qué haces aquí?— escupe Hunter con mala cara.

— Vine a ver a mi sobrina, la cual veo que has entregado en bandeja de plata a su verdadero padre. Que patético...

Hunter, ríe sin humor.
— Tu eres aún peor, pero debo aceptar que tienes agallas para venir sabiendo que ellos están aquí.

Trevor, cambia su expresión, volviéndose siniestro.
— veo que estas de su lado ahora.

— jamás estaría del tuyo, te lo aseguro. Más después de lo que le hiciste a Malia...

— Lo que le hice a Malia— repite,
— lo que no termine de hacerle— sonríe fríamente, — Ethan, es un cobarde que no se atrevió a terminar conmigo, se vale de puras amenazas. Lo siento por él, lo siento más por mi querida Malia.

— ¿Qué insinuas?— se precipita Hunter.

— Atada, drogada, como sea, no podrá protegerla...

— ¡Trevor!— Corta Hunter, — ¡Estas enfermo!

— Espera, aún no termino— sonríe de lado, — el padre del año Ciaus, está en el ojo de la tormenta. Así que piensa hermanito, yo no soy el único que desea algo, sólo que a diferencia de otros, no pienso asesinar a Malia.

— ¿Que...

Trevor, camina unos pasos para acercarse a su hermano.
— Es un mundo de mafiosos, con enemigos, ¿cómo crees que se manejan ellos?

— Cuidado con lo que haces- gruñe Hunter, alejándose de él.

— si eliges ese lado, eres tú el que debe tener cuidado— gira sobre sus talones lentamente,— puedes ir a decírselo a tus amigos. Ah y dile a Malia que está vez no será tan considerado con ella— hace un ademán con la mano caminando de espalda a Hunter.
El joven, permanece más tiempo de lo normal en el mismo sitio, observando el vehículo en cual se sube Trevor, hasta visualiza en el asiento del copiloto a un sujeto que le sostiene la mirada fría, desconocido para él pero no para los chicos...

Al día siguiente, Malia recibe una visitante muy especial en el departamento. Es extraño porque no esperaba verla allí y peor aún, que viniera sola.

— Buenos días— saluda Emily, ingresando radiante.

— Hola...— la joven mira detrás de ella esperando ver a Siara, pero no lo consigue. — ¿Dónde está Siara?

La joven, se deja caer con una gran sonrisa de satisfacción.
— Siara, me pidió pasar el día con Ciaus...

— ¿En serio?— Salta Malia, igual de emociona que ella.

- Si— sigue Emily, sin borrar esa peculiar sonrisa. — Me lo dijo anoche. La hubieras visto, llegó a mi cuarto a la madrugada, se acostó a mi lado y me susurro que quería pasar el día con él– larga un suspiro de alivio,
— Sabes, no creo que Siara lo haya tomado tan bien si no hubiera sido por Hunter— confiesa, — ella ama a Hunter y siempre terminaba obedeciendolo, creyendo cada cosa que le decía. Debo agradecerle por ello.

Malia, asiente con la cabeza. — No es igual a los demás Sherman— lo dice con una gesto de desagrado al recordar a Trevor.

— Yo también lo creo— afirma Emily, seriamente...

El día está especialmente bello hoy, acompañado con ese sol radiante, sin señal alguna de nubes que pueda entorpecerlo. El clima está muy cálido, en resumen es perfecto para pasarlo afuera.
Es así que Siara parada junto a Ciaus, con esa notable diferencia de estatura, ambos están en la entrada del parque de diversiones mirando lo que los espera.
Ciaus, tiene sobre su hombro la pequeña mochila de Siara y ella, tiene entre su mano algunos de los dedos del joven.