A través de tus Ojos.

Capítulo 6: Peligrosas cercanías.

La llegada de Emily, trajo de nuevo, un alivio para el corazón de Malia, sin embargo, ella la notó decaída, las primeras horas fue como si estuviera esforzándose por sonreír, además, de ese par de ojeras debajo de sus ojos. Aún así, cuando Malia le preguntó sobre esa visita, fue ella quien le cambio de tema rápidamente más de una vez, así que no pudo sacar el asunto de nuevo...

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Sábado, fin de semana, dia libre y la idea de visitar a los chicos a Emily le pareció más que buena, aunque la abuela sólo las dejo partir por la tarde, pero de todas formas termina siendo el mejor horario, ya que cuando apenas llegan, siendo Emily la primera en ingresar anunciando su presencia, de la sala, el primero que se asoma es Krys.

— Ohh, ¡sean bienvenidas!— Krys, se adelanta a todos y termina dándole un abrazo a ambas.

— ya se tardaron— Salta Logan, que les guiña un ojo mientras bebe su soda.

— hay partido de básquetbol hoy— sigue Dax, sonriéndo ampliamente.

— tienen asientos reservados— Salta Declan.

— pero aún no decidimos quien prepara la comida o irá por las bebidas— agrega Dereck, que termina acercándose a las hermanas, primero con una seria mirada, hasta que deja escapar una pequeña risita por lo bajo, — Ya, entren— ordena, cerrando la puerta detrás de ellas.

Malia, tiene un gran interés por la expresión de Emily, es como si volviera a ser ella, y dejará de lado todo ese peso que trajo sobre sus hombros después de ver a su familia.

— Bienvenidas— la voz ronca de Ciaus, les demuestra que tanto él como Ethan, estuvieron allí todo este tiempo, sobre las escaleras.

— gracias— habla Emily, sonriéndo.

— ya que estamos todos, vamos a decidir, ¿quien va por las bebidas?— Salta Krys, con una determinación que no dura mucho.

Silencio.

— ¿y la comida?

Más silencio.

— esto no puede seguir así, ya lo habíamos hablado por la mañana...

— bien, yo iré por las bebidas— Ciaus, termina bajando los escalones que le falta y se detiene al lado de Emily,
— ¿Vienes, pequeña?— aunque fue una pregunta, sonó más a una orden ya que nisiquiera espera la respuesta y termina abriéndole la puerta para que salgan, así que a Emily no le queda más que aceptar.

El otoño apenas a comenzado, aún así, ya comienza a hacer que las hojas cambien de color y el viento sea más frío.

— Hay una tienda en la esquina...— Emily, señala en dirección a la misma pero ve a Ciaus caminar en dirección contraria.

— Hay otro en la siguiente esquina— se escusa, ya que llevan caminando más de dos cuadras y Emily no ve ninguna tienda.

— Mentiste sobre la tienda— Salta Emily, dándole un intento de golpe en el hombro, que no lo mueve pero recibe una sonrisa de él.

— Es tu culpa, confías fácilmente en las palabras de las personas.

— Eso no es cierto, yo a tí te conozco.

Ciaus, detiene sus pasos y aún con las manos en los bolsillos de su pantalón, se inclina demasiado hacia Emily, hasta rozar su frente.

— ¿En verdad me conoces?