Entre tantas sensaciones atravesando su cuerpo, sin saber cuál es la emoción que más predomina, entre la ansiedad, miedo, alegría y dolor, aunque este último puede ser perfectamente llevadero cuando sus ojos encuentran a Ethan y a su hermana a punto de un ataque nervioso.
Cuando llegaron a la clínica, fue un caos total, con Ethan alterado y asustando a los enfermeros que se acercaban a Malia, mientras que Emily tenía otra lucha y era entrar en el quirófano junto a los padres, es así que con un hilo de paciencia con el dolor de las contracciones, Malia termino aceptando todo y pidiendo que la doctora haga lo mismo.
Malia, no puede ver nada de lo que sucede pero entre la anestesia localizada de la cintura hacia abajo esta conciente de donde esta y que está apunto de suceder. Los mellizos no se adelantaron más que un día, por esa razón la cesárea pudo ser hecha.
Ethan, está demasiado pendiente de cada movimiento de los doctores, hasta que siente como el agarre en la mano que sujeta a Malia, se intensifica.
— ¿Estas bien?— se precipita, siendo perfectamente notable su seño fruncido, aún con la ropa que debía portar para estar allí, junto al barbijo puesto.Malia, dibuja una somnolienta sonrisa y puede sentir el tibio contacto de los labios de Ethan sobre su frente, además de oírlo susurrar su nombre hasta que otro sonido más, llega a sus oídos y despierta cada uno de sus sentidos, se trata del primer, ruidoso y fuerte llanto de su hijo, Galliart.
— ¿Lo oíste?— Salta Ethan, riendo por simple nervios, sin intenciones de separarse de Malia.
— Ya nació...— Anuncia Emily, con una fatal cara de llanto...
Es difícil olvidarse del pasado, es una parte que nos pertenece pero tampoco podemos vivir pendiente de ello y dejar que los recuerdos del presente no sean disfrutados como se merecen. Sin embargo, este llanto de vida, este nacimiento significa mucho para Malia, cuando ella tuvo la oportunidad de ser madre antes y se lo quitaron demasiado pronto. Ese bebé que no nació, fue el primero y como tal tendrá ese lugar en su corazón.
Conmovida por el llanto de Galliart, los minutos pasan muy rápido y junto a ese sonido el segundo llega, incluso con más intensidad que el primero, ese pertenece a Lía.
Malia, puede diferenciar muy rápido el sonido de sus llantos y ya comienza a impacientarce por verlos.
Su corazón comienza a latir más rápido pero aún resuena las palabras de Ethan, “Ya nacieron, amor” y esto la esta volviendo loca por querer verlos hasta que por fin, a sus ojos llega esa maravillosa vista.Ethan, se acerca a ella lentamente, sonriéndo enormemente pero tiene entre sus brazos a un pequeño bebé, que comienza a calmar su llanto al acercarse a su madre.
— Ethan...— suelta Malia, estirando sus brazos hacia ellos.
— Mira que hermosa es mamá— Habla Ethan ayudando a Malia a tenerlo entre sus brazos, aunque instintivamente Galliart, busca su calor acercándose al rostro de Malia.
Ella, simplemente no puede hablar con lágrimas en los ojos, tan emocionada y enamorado de él hasta que capta su atención alguien más.
Inquieta y aún llorando, el joven acerca a Lía, aún en sus brazos— Princesa, mamá está aquí— sigue Ethan, que deja de ser el más fuerte cuando nota como Lía, comienza a calmarse cuando está junto a Malia y escucha su voz.
- Mi amor... Lía...— soyosa Malia, dejando un beso sobre su pequeña mejilla.
Si Ethan, pudiera elegir el día perfecto, entre tantos elegiría los momentos que pasa con Malia, pero nada puede compararse con este cuadro frente a sus ojos, no cambiaría por nada este sentimiento que siente ahora, es como si esto fuera un regalo, un milagro.
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A través de tus Ojos.
RomanceLa oscuridad los encierra a ambos pero desean vivir en ese infierno, juntos... De líder de una pandilla a jefe mafioso, ¿que podría salir mal? En un mundo lleno de deseo, lujuria, adicciones, peligro y muerte....