Capítulo 52: La bomba estalla.

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oddethper

Al día siguiente, con demasiadas ansias por llegar a la empresa, Alexander llega a la par que Lorenzo, ya que le queda muy poco tiempo para convencerlo que será mala idea hacer tratos con Ethan y Ciaus. Ha buscado por otros lados los beneficios de realizar proyectos con socios más fuertes y va por ello. Sin embargo, apenas ingresa a la oficina del señor Lawrence, con todas sus expectativas de poder convencerlo cuando lo ve sentado en su escritorio terminando de firmar un documento.

— Buenos días, Alexander— Saluda Lorenzo, entregándole el documento a un hombre que se despide inmediatamente mirando de reojo al señor Davis.

— ¿Quién es?— pregunta Alexander, siguiéndolo con la mirada ya que lo joven que es, lo alerta.

— Es un secretarío de CEA— tan pronto como escucha eso, el señor Davis, se desespera.

— ¿Usted....

— Acabo de cerrar el trato— Lorenzo, lo dice con una gran sonrisa tranquila frente a la cara de pánico de Alexander.

— Cometió un grave error— sigue Alexander, en un tono bajo sin cambiar su expresión.

— Tú no tienes porque meterte en todas mis decisiones. Yo soy el dueño de esta empresa y las acciones que posees son sólo por mi hija.

— Claro— sonríe sinicamente,
—entonces, vera caer a su adorada empresa— sin más que decir, gira sobre sus talones saliendo de allí, a pesar de escuchar la voz de su suegro detrás, pidiéndole alguna explicación...

El día lo pasó en su mansión, encerrado en el escritorio, sin ver a su esposa, sin recibir a nadie, nisiquiera a su adorado amigo Thomas ya que estaba esperando el siguiente movimiento de los chicos. Por fin era conciente de que si hay una guerra entre Ciaus,  Ethan y él, está vez no puede hacer nada. Antes podía manipular a sus hijas y hasta logró separarlos, pero ahora no puede volver a hacerlo cuando la existencia de Siara, es sagrada para Ciaus y eso es su aliento para seguir peleando.
En ese estado, se quedó dormido tarde con la ropa del trabajo puesta y muy temprano los gritos de su mujer comenzaron  a alertarlo.

— ¡Alexander!— Eva, llega a él con la tablet entre sus manos e inmediatamente le enseña las noticias que están circulando por todos los medios.
Los ojos de Eva están llenos de lágrimas, está demasiada nerviosa como para seguir quieta así que comienza a caminar de un lado a otro, mientras que Alexander visualiza cada título de las noticias.

La famosa empresa Lawrence es un fraude....

“Corruptos y traficantes...

“ El proyecto más grande que firmaron en el año fue una pantalla para esconder las armas y drogas que trafican...

Esa última noticia, lo hace reaccionar.
— El proyecto...— murmura anonadado, demasiadas propiedades, muchos socios importantes involucrados, perder algo así y asumir las consecuencias, como devolver el dinero y los daños, todo eso, los llevaría a la ruina.

— ¡Es mentira!— Gruñe Eva, —Mi padre jamás haría eso— sigue, soyosando pero en este momento Alexander no puede oírla ya que su móvil comienza a sonar, recibiendo llamadas y mensajes.

—¿Tu padre dónde está?— pregunta al borde del colapso nervioso.

— En la empresa— responde Eva, con Alexander recogiendo lo más rápido posible su chaqueta para salir de allí.

Aún lo siguen atormentando las llamadas pero las ignora, más cuando debe pasar de ser percibido por los periodistas frente a su mansión. La situación en la empresa tampoco es diferente, todo es un caos con Lorenzo y Thomas, tratando de fingir su mejor sonrisa, diciendo que todo es una mentira.
Alexander, logra abrirse espacio entre los periodistas para acompañar a su suegro, sin embargo, cuando está cerca, logra escuchar los sonidos de unas sirenas. Claro, si los acusan de algo así, la policía estaría involucrada, todo se está destruyendo para ellos.

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