A través de tus Ojos.

Capítulo 5: Regresa.

Emily, llegó a casa con sus ojos hinchados y rojos por haber llorado, por eso fue directo a su habitación para evitar que Ana la viera así. Sin embargo, el ambiente allí también es tenso.
Malia, encuentra a Ana en la cocina, mirando perdidamente una tasa de café intacta.

— ¿Abuela?— habla la joven, captando su atención ya que ni siquiera las oyó entrar.

— Malia-Ana, pronuncia el nombre de la joven con una extraña expresión de tristeza en su rostro, es como si algo le doliera, — siéntate un momento— señala con su mano la silla frente a ella y es el lugar que ocupa Malia, intrigada.
— Hoy, me llegó un correo, con una carta de tu padre. Dice que su esposa está mejorando y cree que dentro de unos cinco o seis meses estará en casa y vendrá por Emily.

Malia, cierre sus manos fuertemente, a tal punto que llega a lastimar la palma de su mano con sus uñas. Siente una opresión en el pecho, un nudo en la garganta pero lo disimula.

- Es su hija después de todo.

— pero es tu hermana también.

— no puedo contra las decisiones de Alexander Davis- sin más que decir, porque sino comenzara a llorar, se levanta y da unos pasos lentos para irse de allí.

— mañana enviará a un hombre para que venga a buscar a Emily y la lleve a ver a su madre— esas palabras la congelan en su lugar, de espalda a Ana y lo único que puede hacer es asentir con la cabeza y salir de allí. 

Trata de no hacer ningún tipo de sonido mientras camina por el pasillo, hasta que llega a su habitación y con las luces apagadas se recuesta en la cama, solo esperando a tranquilizar su corazón pero termina por quedarse dormida con unas mejillas humedecidas...

Por la madrugada, la despierta un susurro muy cerca de ella,  siendo esta Emily, que termina por acostarse a su lado. 

— ¿Qué haces aquí?- habla Malia, con una voz ronca.

—tu no bajaste a cenar y me preocupe- choca su hombro con el de Malia y trata de reír pero se le escapa un agotador suspiro, —yo tampoco pude hacerlo, ya que la noticia de que iré a ver a mi madre me hizo sentir miles de emociones que fueron tan extrañas.

— ¿Cómo cuales?– luego de esa pregunta se produce un silencio ensordecedor que hace que Malia voltee hacia ella, y la ve observando seriamente el techo, con las manos juntas sobre su abdomen.

— me enviaron aquí por la prensa- habla al fin, —la familia Lawrence, es una familia muy importante en Los Ángeles, y es la de mi madre. Esta en ellos mantener un estatus, una reputación intachable, así que si se enteraban que su hija menor es adicta a las drogas...— ríe carente de humor,
—eso seria un escándalo, es por eso que me enviaron aquí. Inventaron una historia, de que yo había ganado una beca para tocar el piano en Australia, que es donde esta mi madre, asi justificarían mi ausencia y la de ella, también las visitas a ese lugar. No sé que fue peor en ese entonces,  ¿saber que mi madre siempre fue así, que su familia puede llegar a ser muy cruel o que tengo una hermana? fueron ellos quienes dispusieron hacer todo esto, yo los escuchaba, era testigo de como decidían por mi y mi padre, solo aceptaba todo— la joven sonríe y cerrando los ojos, se le escapa una lágrima.  —Trato de no pensar en esto, pero mañana los volveré a ver y siento miedo, porque...—se traga el nudo que se forma en su garganta,
—no quiero separarme de ti. 

Ni siquiera puede terminar de hilar las palabras, ya que rompe en llanto y esto hace que Malia la estreche contra su pecho.
Aunque Malia no sabia todo, si estaba enterada de la clase de familia que eran los Lawrence. Alexander, no era más que un peón en su tablero, también sabia que fue por ordenes de esas personas que ella termino allí con su abuela, pero no es necesario agregar más leña al fuego, ya que Emily debe seguir conviviendo con ellos, aunque la despedida con su hermana sea inevitable.