Capítulo 5

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Eve

Di unos golpecitos en el papel observando el dibujo que había hecho. Sin pensarlo, había dibujado al chico de la fiesta, aunque realmente no había logrado recordar su cara realmente, por ello, solo logré dibujar su cabello y el contorno de su cara. ¿De qué color eran sus ojos? ¿Cómo era su sonrisa? De repente, recordé su sonrisa y el septum que llevaba. Me alegré un poco, empezaba a recordar al chico y, por lo que parecía, era atractivo, o al menos para mis estándares. Agregué al dibujo lo que acababa de recordar y lo observé; no era el mejor dibujo que había hecho hasta ahora, normalmente usaba una foto cómo referencia. Solté un suspiro y cerré el cuaderno. Mi celular sonó repentinamente, lo tomé, me levanté y me tiré en la cama desbloqueando mi celular, era Suzana.

—"Me invitaron a una fiesta, tienes una hora para alistarte y escaparte de tu casa. Dylan también vendrá".

—"Estaba esperando a que me lo dijeras. ¿De quién es la fiesta?".

Dejé el celular en la cama, me acerqué al clóset, lo abrí y miré dentro buscando algo que ponerme. Escuché mi celular sonar desde la cama, seguramente era Suzana. Saqué unas cuantas prendas, las doblé, me metí en el baño y las dejé sobre el cesto de ropa sucia. Para mi fortuna, mis padres habían decidido que un baño en suite en cada habitación sería lo mejor, en estas situaciones me era de mucha utilidad para evitar que ellos me vieran. Cuando terminé de alistar lo que usaría, que no era más que una remera, una camisa, un suéter y un jean rasgado, fui hasta la cama y tomé mi celular.

—"Nos vamos desde mi casa".

—"Está bien, aunque tendrán que esperarme un rato, ya sabes cómo funcionan las cosas en mi casa".

—"Sí, lo sé, bebé Eve, por eso te esperaremos". —puse los ojos en blanco—. "De todas maneras, la fiesta es más tarde, pero queremos ir a comer algo antes, así que trae dinero".

—"Está bien, pero vayamos lo más lejos que podamos de mi casa".

—"Oye, ¿tienes que volver temprano?".

—"En lo posible, Su, mañana tenemos clases y si no salgo de acá, mis padres pondrán cámaras de seguridad hasta debajo de mi cama".

—"Lo sé, seguramente lo próximo es que pongan rejas en la ventana de tu cuarto".

—"No quiero llegar a eso, en lo posible".

—"Está bien, te llevaré antes de que no te dejen salir de nuevo".

Sabía perfectamente que lo decía para molestarme, pero aun así sonreí. Dejé el celular en la mesa de luz y lo conecté al cargador. Apagué la luz, me senté en la cama, me saqué las zapatillas para acomodarlas junto a la cama y me acosté. Unos minutos después, escuché que la puerta se abría, luego unos pasos acercarse, cerré los ojos justo antes de sentir que alguien se sentaba a mis espaldas y me acariciaba el cabello. Seguramente era papá Ilan revisándome como si fuera un bebé. Reprimí un suspiro, odiaba que me tratase así, que me controlara como si fuera a llorar en cualquier momento. Después de unos minutos acariciándome el cabello, salió de mi cuarto con el mismo cuidado que antes, esperé unos instantes mientras escuchaba los pasos de mi padre alejarse hasta su habitación, luego me levanté con cuidado, fui directamente al baño y me arreglé rápidamente lo mejor que pude. Cuando quedé satisfecho con mi reflejo, volví a mi cuarto, me calcé y arreglé un poco la cama para que pareciera que seguía acostado. Una vez que guardé mi celular y mi billetera, abrí la ventana, tomé una pequeña maderita y la coloqué en el borde, salí con cuidado cerrándola, la maderita la mantendría abierta sin que sea demasiado notorio. Bajé por el árbol con cierta dificultad y salí de la propiedad con el mismo cuidado con el que había salido de la casa.

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