Emma
Las reacciones de mis padres se sintieron demasiado duras para lo que podía soportar, pero tengo que admitir que pudo haber sido peor. Dentro de todo, las cosas estuvieron algo tranquilas. Sería una mentirosa si dijera que no me imaginé a mi padre echando de la casa a las patadas a Aiden. Pero ahora podía suspirar con satisfacción y tranquilidad, o más o menos. Mis padres habían aceptado llevarse bien con Aiden ahora que estábamos juntos de nuevo, iban a darle una oportunidad, un voto de confianza. Aunque, claro, la advertencia de mi padre sobre lo que pasaría si me volvía a lastimar, hizo acto de presencia, pero supongo que debía entenderlo, solo quería protegerme.
Ahora Aiden y yo caminábamos por la ciudad de Nueva York, tomados de la mano, hablando en completa tranquilidad, pues lo peor había pasado ya. Ambos nos quedaríamos en casa de mis padres, al final no íbamos a tener que pagar un hotel para pasar estos días. Esta noche quería dormir con Aiden, sabía que a mis padres no les agradaría tanto la idea por lo mismo que no les gustaba que hubiésemos regresado, pero también sabía que no iban a interponerse en algo así, porque que durmiésemos juntos en la misma cama no tenía nada de malo. Además, no es que fuésemos a hacer algo, mi casa podía ser grande, pero las paredes eran delgadas, se oía mucho.
—¿Qué vamos a hacer con tus padres? —me surgió la duda, pensando en lo que Ashton estaría haciendo en este momento.
—¿Por qué te preocupa eso?
—Digo, porque también son padres de Ashton... y tú y yo... ahora somos novios. Y yo fui novia de Ashton hace poquito. Y lo engañé... Por eso. Ay, Dios, ¡tu madre debe odiarme en este momento! —me alteré.
—¡No, no! Claro que no te odia, Emma —Aiden pasó su brazo por mis hombros mientras doblábamos en una zona concurrida.
—Pero tampoco debe estar muy contenta conmigo. No quiero que las cosas sean incómodas con tus padres también.
—Emma —me dijo Aiden, sonriendo y presionando mis hombros con su brazo—. No hay que preocuparnos por eso ahora. Tomémonos un respiro de los problemas y los miedos, ya hemos tenido suficiente.
No dije nada más porque tenía razón. Sin embargo, no estuve tranquila y seguí dándole vueltas a lo mismo hasta que Aiden tuvo la idea de invitarme al cine. Pasamos toda la tarde en el centro comercial. Hicimos unas paradas en algunos locales para comprar algunas cosas que llamaron nuestra atención y para comprar algunos pequeños obsequios para Nick y Cassie, que, por cierto, hacía mucho tiempo que no veía. Los echaba de menos. Aiden dijo que el lunes por la tarde los llevaría a mi departamento para que pudiésemos vernos. Me emocionaba la idea.
En casa, mis padres organizaron una cena con mis tíos y abuelos. No me esperaba que todos ellos estuvieran en casa esa noche, no cuando Aiden estaba presente. Es decir, ya era bastante incómodo lidiar con las miradas de mis padres, no quería tener que lidiar con la mirada de mis tíos y abuelos y primos también.
En cuanto Kendall vio a Aiden, no ocultó su mirada de desaprobación, pero al menos se esforzó en saludarlo. Mis tíos y abuelos se comportaron adecuadamente, pero ahora estaban teniendo una conversación, una que parecía ser tranquila, pero que seguramente tenía su seriedad incluida. Mi tío seguro estaba advirtiéndole que se comportaba adecuadamente esta vez.
—Incómodo, ¿no? —Kendall se acercó a hablarme.
Ella y yo teníamos una conversación pendiente. La última vez que hablamos no terminamos muy bien que digamos, ella dijo cosas muy hirientes y hasta me hizo derramar algunas lágrimas por su rudeza. Además, ella tenía sospechas de un embarazo, necesitaba saber todos los detalles al respecto. Ni siquiera sabía si se había hecho la prueba o no.
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La profundidad de su mirada #D4
RomanceDespués de tanto llorar había conseguido la tranquilidad y la paz mental que necesitaba, pero todo terminó en la basura la noche en la que lo volví a ver. copyright 2020. PROHIBIDA LA COPIA Y/O ADAPTACIÓN DE LA HISTORIA. DE LO CONTRARIO DENUNCIARÉ.