Emma
Puedo plantear las mil opciones malas que imaginé que pasarían cuando Aiden y yo le dijimos la verdad a su hermano. Por parte de Ashton esperaba enojos, gritos, resentimiento, celos, reclamos, y todo lo malo que uno pudiese imaginarse después de la noticia que recibió. Pero lo cierto es que las cosas no habían estado tan mal, o eso era lo que me repetía en la mente, pues no podía con la culpa que cargaba. Decirle la verdad fue liberador en su momento, pero ahora tenía que afrontar el silencio de Ashton, porque sí, no me reclamaba nada, no me insultaba ni me demostraba odio, pero su silencio era alarmante, inquietante.
Durante una semana entera en la universidad, Ashton se unió a mi grupo con Aria como de costumbre, pero no me dirigió la palabra en todos esos días. A veces lo enganché mirándome, probablemente preguntándose cómo fui a meterme con su hermano después de que Aiden me tratara como a cualquier cosa y estando en pleno intento de romance con Ashton. Se notaba que lo habíamos lastimado, Ashton y yo llevábamos poco de conocernos, pero se veía que era un chico sensible. ¿Cómo no sentirme culpable?
Aria notó la tensión en el ambiente, pero no me preguntó nada hasta tres días después. Por supuesto que no quería contarle al respecto con tan poco tiempo, así que quedamos en salir el sábado por la tarde. Ashton y yo no podíamos pasarnos todo el tiempo de esa forma estando en el mismo grupito de tres, pero no sabía si hablarle o seguir dándole su espacio. Me hubiese encantado poder meterme en su mente para averiguar qué es lo que él quería que hiciese: tal vez esperaba que le hablara para así ver si yo tenía interés en él, o tal vez prefería este cierto alejamiento, el no hablarnos. Como era mi culpa, lo dejaría tranquilo hasta que Ashton sintiese que podía hablar conmigo nuevamente, pero no dejaba de preguntarme cuándo sería el día en que me hablase de nuevo o si él podía llegar a perdonarme.
—¿Entonces saliste con su hermano en el pasado? —la expresión de Aria era de completa sorpresa.
—No me juzgues, por favor.
—No lo hago. Aquí el problema no es que hayas salido con Aiden en el pasado, el problema es que intentas tener algo con Ashton cuando todavía no has superado del todo a Aiden.
—Aiden es pasado, ya lo superé.
—¿En serio? No ha pasado mucho desde que tú y él de acostaron. ¿Realmente lo superaste o es algo que te dices para no sentirte mal? No te juzgo, quédate tranquila, pero sí me preocupas, eres muy sensible. ¿Te parece sano para tu salud mental y emocional el meterte con Ashton sabiendo que Aiden siempre estará presente de alguna manera?
—Esa pregunta me la he hecho miles de veces. Ashton vale la pena.
—¿Pero vale la pena que Ashton se sienta tan incómodo en todo esto? Tú y él lo valen, pero no sé si juntos.
—Estás siendo un poco dura, Aria —le hice saber.
—Intento cuidarte.
Quiero verte, estoy fuera de tu departamento. ¿Dónde estás?
Leí el mensaje de Ashton en cuanto lo envió. Me removí nerviosa en mi lugar y miré a Aria.
—¿Es Aiden? —me preguntó.
—No, es Ashton. Quiere verme, dice que está fuera de mi departamento.
—Ve, resuelvan el problema. Sea lo que sea que pase, espero sigan siendo amigos, porque estoy en el medio y los quiero a ambos. No quiero tener que escoger a ninguno de los dos —hizo una mueca.
Besé su mejilla.
—No te haré eso. Te cuento luego.
Salí del restaurante y caminé hasta casa. O, mejor dicho, troté hasta casa. No quería hacerlo esperar a Ashton durante tanto tiempo. Sabía bien que cuando llegara, la incomodidad reinaría entre nosotros. Me generaba demasiada ansiedad todo esto. Subí a mi piso en el ascensor y, cuando las puertas se abrieron, vi a Ashton en el pasillo, con sus manos metidas en el bolsillo, con su espalda recargada en la pared y su vista centrada en el suelo. Parecía muy pensativo.
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La profundidad de su mirada #D4
RomanceDespués de tanto llorar había conseguido la tranquilidad y la paz mental que necesitaba, pero todo terminó en la basura la noche en la que lo volví a ver. copyright 2020. PROHIBIDA LA COPIA Y/O ADAPTACIÓN DE LA HISTORIA. DE LO CONTRARIO DENUNCIARÉ.