Aiden
Casi me da otro infarto con las palabras de Emma. Mi alma volvió a mi cuerpo cuando dijo que no me dejaría. Fue un alivio.
La abracé tan fuerte que casi la dejo sin respiración. Si había algo que tenía claro, es que no quería que Emma se fuera otra vez de mi vida.
Mis padres regresaron a la habitación pronto y Emma tuvo que irse. Tuve una conversación con mi madre sobre lo que ocurrió con Maika, pero ella aseguró que no lo hizo apropósito. No supe si creerle o no, pero no quise pelear con mamá. Demasiado feliz me sentía por mi regreso con Emma, así que no quería arruinarlo con una discusión. A partir de ahora, les gustara o no, ellos tendrían que soportar mi relación con Emma.
Dos días después, regresé a casa. La siguiente noche estaba invitado a una reunión familiar con los padres de Emma, ya que ellos estaban en la ciudad. Supuse que íbamos a tener alguna charla respecto a mi relación con su hija y estaba preparado para tenerla. Ya pasé por eso dos veces. Podía soportar una tercera conversación.
—Aiden —mamá tocó la puerta de mi cuarto.
—Adelante.
Abrió la puerta.
—Hijo, un chico te está buscando. Dice que es un conocido tuyo. Está esperando en la puerta.
—¿Quién es?
—No me dijo su nombre. Ve —ordenó.
Bajé las escaleras. Abrí la puerta principal y vi a James. No me esperaba su visita, y aparentemente, él estaba igual de incómodo que yo. No era un secreto que James y yo jamás nos llevamos bien ni nos agradamos.
—James. ¿Qué estás haciendo aquí? —elevé las cejas—. ¿Ha pasado algo con Emma?
—No, pero he venido a hablar de ella. Sé que no tengo que entrometerme, pero soy su mejor amigo y es mi deber protegerla.
—Supongo que vienes a pedirme que la cuide ahora que todo está bien entre nosotros —asimilé. Más allá de que él y yo nunca nos agradamos, debo admitir que hablaba muy bien de James que se tomara el tiempo de venir a verme para pedirme que la cuide. Emma tenía un buen amigo.
James me miraba con desconfianza y eso me molestaba, pero no quise opinar al respecto. No era nada que no pudiera soportar.
—No, vengo a pedirte que no la lastimes más —aclaró—. Voy a serte sincero, Aiden, y no pretendo que creas que es porque Emma me gusta o porque tú no me agradas, pero tengo que decírtelo. Primero, no, no me agradas, pero no es por eso que le dije a Emma que no regrese contigo.
Bueno, su opinión fue molesta para mis oídos, pues la opinión de James podía afectar la forma de pensar de Emma y no quería volver a perderla.
—¿Por qué has hecho eso? —Quise saber—. Emma y yo nos amamos, James.
—Porque estoy harto de verla sufrir por ti, Aiden. Pero lo entiendo y sé por qué ella accedió a darle una nueva oportunidad a la relación, pero necesito que me prometas que no la harás sufrir.
Sentí un hueco en mi pecho.
—Jamás quise hacerle daño.
—Imagino que no, pero lo hiciste.
—¿Me estás reprochando?
—Es mi mejor amiga, Aiden. Yo he estado en su vida más tiempo que tú y el amor que he encontrado en ella no lo he encontrado en nadie más. Solo vengo a asegurarme de que la respetarás, la amarás, la cuidarás, la defenderás y no la lastimarás.
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La profundidad de su mirada #D4
RomanceDespués de tanto llorar había conseguido la tranquilidad y la paz mental que necesitaba, pero todo terminó en la basura la noche en la que lo volví a ver. copyright 2020. PROHIBIDA LA COPIA Y/O ADAPTACIÓN DE LA HISTORIA. DE LO CONTRARIO DENUNCIARÉ.